El destino, a veces, está marcado por episodios completamente involuntarios. Unos sucesos que tan sólo el azar, a cara o cruz, es capaz de juzgar con el paso del tiempo. Al igual que lo pueden ser los futuros de los clubes o las carreras de los futbolistas. Y en esta última terna, está el caso de Viktor Gyökeres. El delantero sueco era el alma y seña de un Coventry City que, el curso pasado, acarició el ansiado ascenso a Premier League. El desenlace, cruel y fatídico a partes iguales. En la final del playoff que agonizó en la tanda de penaltis, como una moneda el aire, el Luton consiguió el último billete para la máxima categoría del fútbol inglés.
Aquello supuso el fin del sueño para unos ‘skyblues’ que se vieron obligados a permanecer en el infierno de la Championship y al que se sumó un hándicap igual o incluso más doloroso que el frustrado ascenso: la venta obligada de Viktor Gyökeres. Un traspaso que, de haber tenido un final feliz en la lotería de las penas máximas, quizás nunca se hubiera producido. El de Estocolmo, con 21 dianas y 12 asistencias en 49 partidos con la camiseta del Coventry la campaña pasada, se convirtió este verano en el deseo de media Europa gracias a una explosión goleadora en las Islas que llamó la atención del Viejo Continente. El Sporting de Portugal, el afortunado entre múltiples pretendientes.
A razón de una cifra cercana a los 20 millones de euros, Gyökeres aterrizó en Lisboa esta ventana estival para convertirse en el fichaje más caro en la historia del club. Una apuesta de futuro que ya es más presente que nunca. Sin entender de procesos de adaptación y con el gol en las venas, el ariete de 25 años es ya un ídolo en el José Alvalade. Sus números asustan. Hasta ocho dianas y dos asistencias en sus primeros nueve encuentros con el Sporting de Portugal lo han erigido como una de las grandes sensaciones de este ejercicio, tanto en la Primeira Liga como en el Viejo Continente.
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Con Hjulmand, Trincao o Paulinho como teloneros, Gyökeres es el actor principal de un Sporting de Portugal que asusta. El sueco es el segundo máximo goleador de la liga portuguesa, con siete tantos y sólo superado por el español Héctor Hernández, con ocho. Además, los ‘leones’ son líderes de la competición, aventajando en un punto y tres a Benfica y Porto, respectivamente, mientras que en Europa League buscan dar caza a una Atalanta que lidera el grupo D. El rendimiento y olfato goleador del exdelantero del Coventry no han pasado desapercibidos y le han puesto ya en el escaparate de los grandes clubes europeos como apuntan desde el propio país ibérico, aunque desde Lisboa mantienen la calma, pues el ariete tiene contrato hasta 2028.
La última exhibición del delantero sueco no llegó con el club lisboeta, sino con su selección. En el encuentro clasificatorio para la Eurocopa de Alemania 2024 ante Bélgica, el de Estocolmo sacó a relucir todas sus cualidades. Un carrerón de 50 metros en una jugada maradoniana en la que mezcló su descomunal potencia junto a una definición de superclase que dejó en el suelo a Verthongen. Una nueva carta de presentación que termina por evidenciar el momento dulce que atraviesa Gyökeres. Tanto que, es el futbolista de Portugal que ha alcanzado una mayor revalorización en este inicio liguero según el portal de Transfermarkt, ascendiendo hasta los 32 millones de euros convirtiéndolo además en el cuarto jugador más valioso de la Primeira Liga. Un depredador insaciable que ya lo demostró en Inglaterra y, ahora, está haciendo lo propio en Portugal.
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