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Carlos Martín, el Pichichi de moda en Segunda: «Tras debutar tuve … – Relevo



Manuel Amor

Carlos Martín (21 años) es el nombre propio del arranque de temporada en Segunda. El delantero, cedido por el Atlético en el Mirandés, ha marcado cinco goles en las primeras cinco jornadas y ya es el Pichichi en solitario de la categoría. Su impacto en el juego impresiona tanto o más que los números. El domingo pasado, en un 4-3 loco ante el Andorra, marcó uno de los tantos del año en el minuto 98: recibió de espaldas en el área, controló como los genios y dio la victoria a los de Anduva de tacón.

“Soy consciente de que ahora mismo hay un boom con mi nombre, pero todos sabemos cómo es la vida del delantero: un día te entran todas y al siguiente ninguna. Ni ahora soy tan bueno ni mañana seré tan malo“, se confiesa con naturalidad el madrileño en conversación por videollamada con Relevo. La campaña pasada se salió en el Atleti B (20 goles) y hasta nueve equipos de Segunda pujaron por él este verano. La elección del Mirandés, avalada por los consejos de Roro Riquelme, parece haber sido acertada.

Mientras sueña con seguir brillando a las órdenes de Alessio Lisci, el entrenador que le está catapultando a otra dimensión, la ambición de volver al Metropolitano sigue siempre presente. Andrea Berta le mensajea, el Cholo le sigue y todos le felicitan. Para él, un hincha colchonero que tiene Neptuno tatuado, todo supone “un privilegio”. Los elogios llegan en los momentos buenos, pero él se acuerda de quien estuvo en los malos. “Fernando Torres ha sido una figura esencial. Después de jugar varios partidos con el primer equipo tuve la cabeza regular. Él me daba consejos por las noches, me ayudó mucho… Lo llevaré siempre muy dentro de mí”.

Carlos, para quien te esté conociendo ahora… ¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol?

Yo empecé en La Juventud, un equipo de mi barrio, en Torrejón de Ardoz. Creo que por edad no podía jugar (risas), pero coincidiendo con que mi padre era el entrenador… consiguieron meterme. Estuve un añito y mi padre quiso que me marchase al Atleti. Él es un aficionado del fútbol y jugó mucho en su época, hasta Tercera. Me fui con seis años. Pasé una temporada en Casarrubuelos, en la escuela, y después dos en los campos de Cotorruelo, también en la escuela. Al curso siguiente, en un partido que hacían entre nosotros y la cantera, decidieron que hiciera las pruebas con la Academia y ya me incorporé al Alevín B.

El camino para llegar hasta aquí ha sido largo, pero está mereciendo la pena. ¿Qué nota le pones a estas primeras semanas en el Mirandés?

Sobresaliente. Y no sólo a nivel futbolístico, sino por cómo me han tratado desde que he llegado y por cómo me han hecho sentir. Estoy muy contento. En Miranda todo es familiar y cercano. Eso hace más fácil la adaptación.

El Atlético llegó a deslizar que manejabas nueve ofertas de Segunda y alguna de Primera. ¿Por qué elegiste Anduva?

Si te soy sincero, cuando terminé la temporada con el filial me fui tres semanas de vacaciones y todos me mantuvieron al margen hasta que hubiera cosas firmes. Descansé mentalmente y me vino muy bien. A partir de ahí, tuve varias charlas con mi agencia de representación y con mis padres. Vimos los ejemplos de Camello y de Riquelme, que llaman mucho. Vinieron aquí, tuvieron éxito y ahora están donde están. Eso me atrajo, además del proyecto y lo que me dijeron. De hecho, la primera toma de contacto con el Mirandés fue en el verano del 2022. En ese momento entre el Atleti y yo decidimos que lo mejor era seguir en el filial, pero este año volvimos a saber de su interés y no lo dudé. Era el club que más apostaba por mí y donde sentía que podía hacerlo mejor.

Muchos medios dieron como cerrado tu fichaje por el Leganés esos días… y al final cambiaste de rumbo. ¿Qué pasó?

Todo estaba muy cercano entre el Leganés y el Mirandés, pero no había nada claro. Seguía teniendo las dos ofertas encima de la mesa. Todo el mundo pensaba que iba a ir al Leganés, pero todavía faltaba una última reunión, por así decirlo, con mi familia y con mi agencia. Alguna gente pensaba cosas buenas hacia un lado y otra hacia el otro, pero el que decide soy yo. Y no me arrepiento de nada. Estoy supercontento de estar aquí, y se está viendo en lo cómodo que me siento.

¿Hablaste con Riquelme o con Camello antes de tomar la decisión definitiva?

Con Riquelme, pero el verano anterior. Me comentó el tema de Miranda, me dijo que era un proyecto muy bueno para destacar, una ciudad muy buena, que me iba a venir muy bien para el futuro… Intenté seguir sus consejos.

Ahora que ya llevas casi dos meses en Miranda… ¿qué secreto tienen en Anduva para revalorizar a casi todos los jóvenes?

Lo que más veo de especial es el vestuario. Han cogido un núcleo de jugadores muy humildes, la mayoría jóvenes, y todo el mundo quiere hacerlo bien. Matamos por el que tenemos al lado, y eso es lo esencial en un equipo: que no haya malas caras, que no haya gente que las provoque… En Miranda eso no existe. Todo es supersano.

¿Te esperabas un inicio tan positivo, con tantos goles?

Venía con muchas ganas de hacerlo bien, pero reconozco que también con un poquito de miedo. Era la primera vez que salía de casa y no sabía cómo iba a reaccionar, por mucho que me sintiese capacitado de sobra y maduro. La primera semana siempre cuesta. Soy un poco introvertido y al principio es difícil tener relación con los compañeros, pero todos me han acogido con los brazos abiertos y me lo han hecho muy fácil. Gracias a ellos he conseguido empezar de esta manera. Me encuentro cómodo, feliz.

Después de este arranque fulgurante estás en boca de todo el mundo. ¿Qué te dice tu entorno? ¿Te aconsejan que no te ‘subas’?

Soy consciente de que ahora mismo hay un boom con mi nombre, es la realidad, pero todos sabemos cómo es la vida del delantero: un día te entran todas y al siguiente ninguna. Ni ahora soy tan bueno ni el día de mañana seré tan malo. Hay que guardar un cierto equilibrio. Cuando llegan estas cosas, lo ideal es mantener el saber estar y seguir trabajando para alargar los momentos positivos, siempre con la cabeza amueblada y los pies en el suelo.

¿Recuerdas qué te dijo Alessio Lisci en vuestra primera conversación? Contigo ha dedo en la tecla…

Sí. El primer día que llegué tuve una charla con él para ver mi situación, cómo me encontraba y dónde me sentía más cómodo. Fue muy cercano y directo. Me gusta, porque es una persona clara, sincera y que siempre te dice lo mejor y lo peor. Me comentó que me ve más de mediapunta. Yo sólo había jugado cinco o seis partidos ahí la temporada pasada, pero me siento muy cómodo: me ofrece libertad de movimientos, puedo caer hacia un lado, hacia el otro, buscar los espacios… Y lo más importante es que así tengo más llegada al área. Alessio ya me conocía y ha sabido detectarlo muy bien.

El objetivo colectivo es no pasar apuros, pero… ¿ves mimbres para algo más?

No busco pensar en el más allá, sólo en el partido a partido, como se dice de donde vengo. Si seguimos haciendo el mismo trabajo, los resultados vendrán y estaremos en la clasificación donde nos merecemos. El vestuario es un punto a favor. Me llevo muy bien con todo el mundo, sobre todo con Tachi o con Alan Godoy. ¿Una cifra de goles? Tampoco me la marco. Todo lo que venga, bienvenido será. No quiero obsesionarme con nada.

Tu meta, a medio plazo, imagino que será volver al Atlético.

Por supuesto. Yo soy del Atleti desde que nací. Mi objetivo siempre va a ser jugar en el Atlético de Madrid, pero para ello sé que necesito seguir haciendo las cosas bien allá donde vaya. Todos estos pasos que estoy dando en mi carrera son por mi bien, para madurar como jugador. Ojalá en el futuro pueda volver.

En tu nombre de usuario en redes sociales sigues conservando el @atm (siglas del Atlético de Madrid)…

Y lo voy a mantener siempre. Hombre, imagínate que algún día no pertenezco al Atleti, Dios quiera que no, y me dicen algo… Pero es una cosa que quiero conservar. ¡Si tengo a Neptuno tatuado y todo!

¿Hay alguna figura en la cantera del Atleti que haya sido clave en tu desarrollo?

Todos los entrenadores que he tenido en la Academia me han aportado su granito de arena y me han permitido ser lo que soy. El año pasado, con Tevenet, cogí la confianza y el peso en el equipo que necesitaba, me sentí el futbolista que llevo dentro. Pero, si me tengo que quedar con alguno, puede que sea con Fernando (Torres). Cuando iba con el Juvenil de Youth League o teníamos alguna cena cuando jugábamos fuera siempre me quedaba hablando con él. Charlábamos de fútbol, me aconsejaba, él siempre me dice que me ve como un ‘9’… Los consejos que me daba todas las noches y esas charlas las voy a llevar siempre muy dentro de mí. Además, en ese momento yo tenía la cabeza un poco regular. Venía de jugar partidos con el primer equipo, después con el filial no estaba consiguiendo rendir bien y sufría altibajos… Él me ayudó mucho.

¿Qué te decía?

Que no me afectasen los comentarios de la gente, que me centrase en jugar y en sacar mi rendimiento, mis cualidades. También ahondábamos en movimientos y en temas tácticos. Da gusto charlar con él, es una persona que hablando te enamora. Esas charlas me sirvieron de mucho. También las de Tevenet, Ángel Donato, Dani, Rivas…

¿Por qué comentas que estabas regular a nivel mental en ese momento?

Porque cuando debuté con el primer equipo llegué a encadenar dos o tres partidos y muchas convocatorias. Después, cuando vas con el filial, todo el mundo, sobre todo la gente de la Academia, el propio cuerpo técnico o los jugadores, dicen: ‘Joder, este chico viene de arriba, tiene que ser el mejor’. Y yo me metía mucha presión a mí mismo. Cuando veía que era mi rendimiento no era el más adecuado en el filial o en la Youth League, me metía más presión. Soy muy autocrítico, y eso me afectó.

Al final todo ha salido bien. ¿Sabes si hay alguna figura del Atleti pendiente de tu rendimiento cada fin de semana, como los ‘loan manager’ en Inglaterra?

Mucha gente. De vez en cuando me manda algún mensaje Andrea Berta, el propio Tevenet, Luis Rodríguez Ardila, que desafortunadamente ya no está en el club… Me siento orgulloso de que, a pesar de no estar en el Atlético, continúen pendientes de mí.

¿Qué te dice Andrea Berta?

Bueno… Me puso unos objetivos que tengo que cumplir este año. Intento llevarlos a cabo y dar lo mejor de mí, que es lo que tengo que hacer si algún día quiero estar allí.

Antes de salir llegaste a jugar seis encuentros oficiales con el primer equipo entre la 21-22 y la 22-23. ¿Cómo recuerdas la primera llamada del Cholo para un entrenamiento?

Fue hace mucho mucho tiempo. Recuerdo estar en el Infantil A o el Cadete B y que subiésemos varios compañeros. Imagínate la experiencia… Yo estaba cohibido, es normal, pero agradezco todas esas oportunidades de aprender de los mejores. En el primer equipo hay gente muy cercana. Al estar varios años con ellos he podido integrarme mucho mejor, pero al principio sí necesité ayuda para no sentirme al margen. Para eso están los capitanes, futbolistas como Koke… te hacen ser uno más.

Tú y el hijo de Simeone, Giuliano, sois casi como hermanos. ¿Es cierto que compartís hasta el mismo tatuaje?

Sí, es así (sonríe). Desde que llegó al Atleti siempre hemos estado juntos. Es una persona muy especial, como él sabe. Lo del tatuaje surgió en un cumpleaños mío. Fue el regalo que me hizo. Siempre teníamos la coña de los deditos juntos (lo que se han tatuado) y de celebrar los goles así, tanto si él me asistía a mí como si lo hacía yo. Estoy muy contento por todo lo que está logrando. Ha tenido el problema de la lesión, pero estoy tranquilo porque sé cómo es su mentalidad. Lo va a superar y volverá más fuerte. Ahora lo voy a tener cerquita, a apenas 25 minutos (la distancia que separa Miranda de Vitoria), así que nos veremos a menudo.

Te meto en un aprieto: ¿qué es en lo que más tiene que mejorar Carlos Martín?

Uf… Te diría que a nivel defensivo. A veces voy bien a la presión, pero necesito ser más agresivo, meter más el pie. Otra cosa puede ser hacer buenos rendimientos cuando juego de visitante. Es más difícil, por los estadios y los rivales, pero lo tengo apuntado.

Nunca has sido convocado por las inferiores de la Selección. ¿Sueñas con la llamada de la Sub-21?

Representar a tu país es un sueño, pero es cierto que jamás he tenido esa oportunidad. No me quiero poner presión. Si consigo seguir en esta dinámica, estoy seguro de que todo llegará. Me centro en el Mirandés y en seguir haciéndolo bien aquí. El trabajo y el esfuerzo, algún día, se verán recompensados.

Y ya para acabar… ¿dar el salto al Atlético la temporada que viene puede ser una meta factible?

Ahora mismo no pienso en ello; sólo en el Mirandés. El club tiene un objetivo, ahora mismo pertenezco a ellos y lo voy a dar todo para cumplirlo. Lo que pase con el Atlético ya se irá viendo. Todo será una consecuencia…

Manuel Amor

Manuel
Amor
es
natural
de
Ferrol,
estudió
Periodismo
en
la
Universidad
de
Valladolid
y
creció
desde
muy
joven
en
distintos
medios.
En
El
Progreso
o
El
Norte
de
Castilla
publicó



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Rohit Palit

Periodista deportivo y graduado en Ciencias de la Comunicación de Madrid. Cinco años de experiencia cubriendo fútbol tanto a nivel internacional como local. Más de tres años escribiendo sobre la NFL. Escritor en marcahora.xyz desde 2023.

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