Fútbol

José Matos rompe su silencio tras la entrada que lesionó a Giuliano … – Relevo



Salvador Fenoll

El pasado 6 de agosto, en el municipio de Briviesca, Burgos y Alavés disputaron un amistoso de pretemporada. Uno más. Pero hubo dos futbolistas que no lo olvidarán jamás. En el minuto 87 del choque, José Matos (Utrera, 28 años) realizó una dura entrada sobre Giuliano Simeone que terminó con el delantero argentino en el hospital y una factura demasiado cara: fractura de peroné y luxación de tobillo. Las redes sociales se inundaron de insultos hacia Matos (“asesino”, “carnicero”, “criminal”), que se convirtió en la diana de las críticas y en foco de continuas “amenazas de muerte” que le llevaron a desaparecer momentáneamente de Internet. Ahora, después de meses de silencio y de escucha de medias verdades, cree que ha llegado la hora de romperlo.

Fue, para muchos, un grave error y una patada que pudo costarle aún más caro a Giuliano, que afrontaba a sus 20 años su campaña de debut en Primera. Matos, todavía afectado, lo califica como “un accidente” y “una desgracia” para los dos. Pese a que ha estado en boca de todo el mundo, hasta ahora ha preferido mantenerse al margen. No alimentar la polémica ni “echar más leña al fuego”. “Quería aprovechar la oportunidad cuando llegara, y creo que ahora ha llegado”, confiesa mientras saluda al equipo de Relevo en la Ciudad Deportiva de Castañares. El frío apremia y Jon Bolo le espera para entrenar, pero el andaluz tiene ganas de explicarse tras vivir “la mejor semana” de su vida: el domingo pasado ganaron al Villarreal B (3-2) y él abrió la lata con un golazo que rompió una sequía de más de cinco años.

Su deseo de aclarar lo ocurrido es el primer paso para dejar atrás un episodio que ha manchado su nombre y oscurecido una trayectoria de diez años prácticamente inmaculada, desde que Unai Emery le hizo debutar en el Sevilla, Álvaro Cervera crecer en el Cádiz y Julián Calero volar en El Plantío. “Mi mejor aval es mi carrera; es ejemplar. Me han expulsado tres veces y siempre por doble amarilla. Jamás había sufrido ninguna situación así. Ha sido la peor de mi vida, la peor“, se sincera el zaguero, con la voluntad firme de aclarar lo ocurrido y limpiar su imagen: “Sólo querría volver atrás, regresar a esos minutos y hacer otra cosa“.

Un «accidente» con múltiples consecuencias

Una única pregunta basta a Matos para explayarse y dejar clara la ausencia de voluntad en la acción: “Por desgracia me tocó a mí, pero le puede pasar a cualquiera. El fútbol es un deporte de contacto. Cuando ocurrió, ni yo ni los que estábamos presentes supimos cómo reaccionar. Nos quedamos un poco en shock hasta que a los 20 o 30 segundos vimos el daño que tenía la lesión. Fue un momento muy muy desagradable. Le he dicho muchas veces a mi gente y a mi círculo de amigos que tengo la conciencia muy tranquila. En ningún momento quise hacerle daño. Jamás se me pasaría por la cabeza hacer daño a un compañero”.

“Ni fue intencionado, como ha dicho mucha gente, ni soy un asesino, porque no he matado a nadie… y he recibido muchas amenazas. Es un lance del juego en el que, por desgracia, me tocó a mí la parte desagradable, como cuando jugaba en Holanda y me rompí el cruzado. Son momentos que nadie desea que pasen. Por desgracia, le pueden ocurrir a cualquiera”. A Giuliano, que ya apura la recta final de su recuperación, le desea “lo mejor”: “Es un chaval que tiene muchas cualidades y un futuro precioso por delante. Estoy seguro”.

El mensaje a Simeone

A Matos le han dolido muchas cosas durante estos meses en la sombra. Entre ellas, las continuas amenazas que todavía recibe a través de las redes. “A mí, por suerte, no me ofende ni me preocupa lo que digan, pero para nadie es plato de buen gusto recibir todo tipo de comentarios. Ya no por mí, sino por mi familia, por mi niña… Ellos son los que más sufren, sabiendo que en ningún momento lo que pasó fue intencionado, sino una desgracia. Creo que hay que saber pararse, pensar y decir: ‘Joder, cómo se tiene que sentir esta persona a la que, pese a haber sufrido esta desgracia, la estamos machacando’. Ese acoso y derribo que he tenido… Cada vez que me pasan cosas buenas, están ahí y siguen y siguen (los que le insultan). No lo entiendo”, lamenta.

A Matos, que elige Relevo para contar su versión, también le incomodaron unas declaraciones de Víctor Laguardia a este mismo medio publicadas el 18 de agosto, en las que el excapitán del Alavés criticó que el futbolista del Burgos no hubiese “escrito o llamado” a Simeone. “Tengo mi móvil ahí. Yo sí le escribí un mensaje y por su parte no recibí ninguna respuesta. Entiendo la frustración que pueda tener. Como le puse en el mensaje, le deseo que se recupere pronto. Quizá Víctor le preguntase a Giuliano antes de que yo le escribiese, porque preferí no hacerlo hasta después de la operación (al día siguiente). Quería darle un poco de espacio, pero en ningún momento dejamos de estar en contacto, porque nuestro médico hablaba constantemente con el del Alavés y me mantenía informado. Lo pueden corroborar. En aquel momento podría haber cogido y dicho: ‘Mira, Víctor, no, yo tengo aquí la conversación’. Hablando con el club y con mi gente, decidimos no echar más leña al fuego”.

El canterano sevillista también niega que estuviese picado con el ariete, como interpretaron algunos aficionados por una de las jugadas previas, en la que le ganó una carrera al hijo del Cholo y le propinó “un empujón” sin balón. “Es la euforia propia de un defensa cuando hace una acción buena. Después pasa lo que pasa y todo se malinterpreta, pero en ningún momento fue nada intencionado. En todos los partidos hay entradas desagradables. Uno va siempre con la pelota de por medio, que es lo importante. El árbitro corta de raíz esas jugadas. Sé que la recuperación de Simeone va muy bien y deseo que vuelva pronto”.

Paso adelante

Los días posteriores fueron “duros” para Matos, que comienza a olvidar lo sucedido y prefiere centrar la conversación en su gran inicio de temporada. El apoyo de su afición ha supuesto un punto de inflexión. “Yo me quedo con la ovación que me brindó El Plantío en el primer encuentro después de todo aquello. Se me ponían los vellos de punta. Es muy de agradecer. Cuando uno está así, lo único que quiere es sentir el calor de la gente para la que trabajas. Nosotros curramos para un club y lo damos todo partido tras partido. Percibir ese cariño y esos aplausos de mi gente… me marcó. No sabéis lo agradecido que estoy”.

La ayuda del club y del vestuario, en el que cuenta con amigos inseparables como José Antonio Caro y Curro Sánchez (se formaron juntos en Nervión), ha sido otro factor fundamental para mirar hacia delante. Su inicio de curso lo corrobora: es titularísimo para Bolo y un bastión en el sistema defensivo del Burgos, que sigue invicto en casa y ya mira hacia los puestos de arriba. El tanto que firmó ante el Villarreal B también ha contribuido a cerrar las heridas. “Esta ha sido la mejor semana de mi vida. Llevaba muchísimo tiempo esperando un momento como el del domingo. Ha tardado en llegar, pero gracias a Dios he podido dedicarle el gol a mi hija, lo que tanto deseaba, a mi mujer y a mi familia. Han sido unos días muy bonitos”.

Este domingo (18:30) se enfrentan al Racing de Santander con el objetivo de terminar con el mal fario a domicilio y para seguir soñando… con los pies en el suelo. “Entiendo que los aficionados, con la temporada que hicimos el año pasado, quieran un poco más, pero no podemos desviarnos del camino. La afición debe tener claro que los 50 puntos son el objetivo prioritario; a partir de ahí, ya veremos. Esa es la clave: la humildad, el trabajo, el sacrificio“, aconseja Matos, que experimenta un proceso de maduración en una trayectoria que ha tenido casi de todo.

“Yo me crie en el Sevilla, ascendí con el filial a Segunda y debuté en Primera con Unai Emery, del que aprendí muchísimo. Ahora miras hacia atrás y dices: ‘Tío, es que has estado rodeado de jugadores de nivel top’: Trémoulinas, Escudero, Fernando Llorente, Banega, Immobile… Quizá en ese momento no lo valores tanto, porque los tienes cerca y estás todos los días a su lado. Emery es un enfermo del fútbol, vive por y para su trabajo”. Sin hueco en el primer equipo, que atravesaba uno de los períodos de mayor lustre de su historia, en 2018 decidió salir al Cádiz, que por aquel entonces militaba en Segunda.

“Fue un año difícil, pero muy positivo. Con el paso del tiempo me doy cuenta de que Cervera me ha ayudado una barbaridad, defensivamente y a nivel mental. Con los laterales era muy exigente. No le gustaba que le centraran, no le gustaba que le cogieran las espaldas… Era inevitable sufrir, porque lo intentabas y no podías, pero ahora lo agradezco”. Su peor experiencia llegó al curso siguiente: se marchó cedido al Twente neerlandés y se rompió el cruzado después de dos partidos en la Eredivisie.

“No sé qué me deparará el futuro, pero tengo una espina clavada con aquella etapa: estaba disfrutando muchísimo, coincidí con varios españoles, el grupo era genial… Poco a poco, cuando todo iba rodado, sufrí la lesión. Fue un shock enorme. Un día estás aquí (sube las manos) y otro aquí (las baja). Esto es el fútbol. Tienes que estar preparado para todo”. Se recuperó con éxito en Madrid y volvió a jugar en el Málaga, con el que terminó en mitad de tabla antes de irse al Burgos, en el que cumple su tercera campaña. Lo está jugando todo y quiere más.

“Lo tengo muy claro: cuando te ocurren cosas como las que he vivido, te das cuenta de que no puedes pensar más allá. Quiero gozar del día a día, tener continuidad, aprovechar la confianza del cuerpo técnico… y disfrutar. Para un futbolista no hay nada más importante que sentirte querido en tu trabajo, que reconozcan lo que haces y saber que contentas a tu afición. Eso es lo que estoy viviendo en Burgos”. Liberado ya de una explicación que tarde o temprano tenía que llegar, Matos deja atrás el “accidente” con Giuliano para tratar de exprimir su mejor versión y, quizá algún día, reencontrarse con el argentino en Primera. “Para alcanzar mi máximo nivel, que todavía está por venir, he tenido que pasar momentos complicados. Ahora valoro otras cosas que me hacen mejor futbolista y mejor persona. Y que siga así”.

Manuel Amor

Manuel
Amor
es
natural
de
Ferrol,
estudió
Periodismo
en
la
Universidad
de
Valladolid
y
creció
desde
muy
joven
en
distintos
medios.
En
El
Progreso
o
El
Norte
de
Castilla
publicó

Salvador Fenoll

Salvador
Fenoll
es
cámara,
editor
y
motion
grapher
en
el
departamento
audiovisual
de
Relevo,
donde
proyecta
su
interés
en
la
parte
social
del
deporte.
Nacido
en
Callosa
de
Segura
(Alicante)



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Marc Valldeperez

Soy el administrador de marcahora.xyz y también un redactor deportivo. Apasionado por el deporte y su historia. Fanático de todas las disciplinas, especialmente el fútbol, el boxeo y las MMA. Encargado de escribir previas de muchos deportes, como boxeo, fútbol, NBA, deportes de motor y otros.

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