Balonmano

La Universidad de Málaga reina en el balonmano playa continental – Diario Sur


La UMA clavó su bandera el pasado 23 de septiembre en las playas de Torrox proclamándose campeona del Campeonato de Europa Universitario en las categorías masculina y femenina. La cita, que contó con 41 universidades de hasta 21 países en todas las disciplinas (Austria, Bulgaria, Croacia, República Checa, España, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Letonia, Lituania, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, Suecia, Austria, Turquía y Ucrania), resultó con dominio malagueño una vez se bajó el telón. Como cabezas de serie por ser la institución organizadora, tuvieron que superar una serie de escollos hasta alzarse con las medallas de oro. En plural.

Además, la Universidad de Málaga se hizo con varias distinciones individuales más allá de la gran victoria colectiva que supuso situarse en el olimpo del balonmano playa europeo: Malena Díaz, por parte del combinado femenino, consiguió hacerse con el premio a la máxima goleadora; y Pablo Martín, del masculino, con el del máximo anotador. Asimismo, Antoine Miranda, también del masculino, fue a ojos de los jueces el jugador más valioso de la competición. La UMA redondeó así una semana cargada de éxitos y en un torneo donde hizo de anfitriona. Todo quedó en casa.

No obstante, el éxito de las selecciones de balonmano playa de la institución malagueña reside, en gran medida, en el buen hacer de los organizadores, que se encargaron de nutrir a las selecciones de cuerpos técnicos a la altura de lo conseguido. Por parte del combinado femenino, la encargada de capitanear al equipo desde el banquillo fue Inma Navarrete, actual seleccionadora juvenil femenina de balonmano playa e internacional absoluta con la selección española de la disciplina, combinado con el que ganó, jugando, el Campeonato del Mundo de 2016 en Hungría. Ni más ni menos. Más allá de este logro, el más importante de su carrera, un sinfín de títulos y experiencias que avalan sus conocimientos y su trayectoria.

La revancha de las chicas

La masculina, por su parte, eligió al cuerpo técnico de la selección nacional absoluta para dirigir al equipo en esta aventura, formado por Juan Antonio Vázquez ‘Chispi’ –también entrenador del Alsur Antequera, de la categoría de plata de balonmano pista– y Miguel Rueda ‘Micri’. El área de Deportes apostó tan fuerte que acabó por conseguirlo. Las selecciones masculinas y femeninas fueron también homenajeados por la Universidad de Málaga en reconocimiento a lo logrado.

El camino de la selección femenina no fue fácil. Contextualizando, el formato del campeonato constó de una fase de grupos y de una posterior fase final. Con nueve universidades participantes, el torneo se dividió en dos grupos. La UMA, cabeza de serie junto a la Universidad de Zagreb, cayó en el de cinco junto a las universidades alemanas de Colonia y Goettingen, la de Oporto y la Universidad Karoli Gaspar, de Hungría. Venciendo en tres de los cuatro partidos que tuvieron que afrontar, pasaron como segundas, superadas por las húngaras, que lo hicieron todo bien en el choque.

El cartel de favorito lo llevó la Universidad de Zagreb al inicio de la competición, que contaba en sus filas con jugadoras de mucho renombre a nivel internacional. No obstante, la Universidad de Málaga se plantó en Torrox con un grupo que presentó un muy buen nivel. «Acabamos muy contentos con la selección de jugadoras en los dos entrenamientos previos porque todas estuvieron compitiendo con sus clubes durante el verano en el circuito español y también en concentraciones con la selección absoluta de balonmano playa. Sólo nos quedaba unir el grupo, porque individualmente llegaban muy preparadas», cuenta Navarrete, la entrenadora. Sobre la tesitura que se encontraron, una visión positiva: «Nos vino bien caer en el grupo de cinco para conocernos un poco mejor y pulir alguna cosilla con ese partido de más».

Pasaron como segundas de grupo para verse las caras en ‘semis’ contra la favorita, Universidad de Zagreb, cuajando un gran partido y consiguiendo frenar a su mejor jugadora, «que llegaba de hacer unos números extraordinarios». Y se explica: «Estuvimos muy finas, fallando muy poco y con un nivel de acierto muy alto».

La final fue una revancha. Se volvieron a ver las caras con las húngaras, su verdugo en la fase de grupos. Asegura que ese partido se perdió por detalles: «Su portera paró mucho, pero nosotras también tuvimos muchas ocasiones. Las chicas les tenían muchas ganas. Iban concienciadas de que tenían que ir muy concienciadas para poder sacar el partido».

El partido cayó del lado malagueño, que fue capaz de frenar a su mejor jugadora. Su portera, además, no estuvo tan brillante como en la anterior ocasión. ¿El resultado? Un nuevo oro para el medallero de la institución malagueña. La seleccionadora pone en valor el torneo casi un mes después. «En general, no me esperaba tanto nivel. En Europa el nivel es alto, y las selecciones trabajando mucho y muy bien. Pero no sabía cómo iba a ser el nivel de las Universidades. Fueron partidos competitivos y días de mucho nivel deportivo», concluye.

Los chicos, muy superiores

La victoria de los chicos fue aplastante. Chispi, uno de los seleccionadores masculinos, cuenta como se cocinó el equipo: «Hicimos una lista de 18 jugadores, antes de quedarnos con los 12 que finalmente vinieron. Tuvimos dos sesiones de entrenamientos previa y eso nos ayudó a decidirnos. Los conocíamos a todos. Ha sido un grupo de chavales maravilloso. No han dado ningún problema y han puesto todas las facilidades del mundo para las sesiones de entrenamiento. Durante el campeonato demostraron una profesionalidad y un compromiso tremendos».

Desconocedores del nivel del torneo, suponían, sabiendo del suyo propio, que partían como favoritos. «El nivel era mejor de lo que esperábamos», reconoce Chispi. «El balonmano playa es un deporte que está en auge, y cada vez más clubes y universidades apuestan por él», cuenta de su sorpresa.

Los chicos, emparejados con las potentes universidades de Oporto –la que más difícil lo puso–, Burdeos, Varsovia y Ozyegin «en el grupo más difícil», pasaron a la fase final como primeros a las semifinales, donde esperaba el Institute of Technology irlandés. No tuvieron rival, y tampoco en la final, donde se midieron a la croata Universidad de Zagreb. Así lo reconocen ellos: «Fuimos muy superiores».

«Ha sido una experiencia muy gratificante, con el colofón de poder representar a la Universidad en la que, tanto Micri como yo, nos hemos formado en algún momento de nuestra vida. Y con esa clasificación al Campeonato del Mundo bajo el brazo, que si la UMA quiere acudir, nosotros estaremos encantados de representar a la institución de nuevo y en un evento de esta categoría», sentencia. Final feliz para la UMA a la conclusión del verano.



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Marc Valldeperez

Soy el administrador de marcahora.xyz y también un redactor deportivo. Apasionado por el deporte y su historia. Fanático de todas las disciplinas, especialmente el fútbol, el boxeo y las MMA. Encargado de escribir previas de muchos deportes, como boxeo, fútbol, NBA, deportes de motor y otros.

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