Williamson, Ball, Cunningham y Holmgren esperan regresos … – The San Diego Union-Tribune
NUEVA ORLEÁNS (AP) — Zion Williamson corrió por la línea de banda de un campo de fútbol americano, en un complejo que alberga las oficinas generales de los Saints de Nueva Orleáns pero también de su equipo de basquetbol: los Pelicans de la misma ciudad.
Cerca, un par de empleados de entrenamiento de los Pelicans supervisó el trabajo de acondicionamiento físico del alero, propenso a las lesiones, para la próxima temporada.
Aquella escena de agosto simbolizó un cambio sustancial realizado por Williamson en su intento por volver saludable tras disputar apenas 29 partidos de la campaña anterior debido a una lesión en un muslo. Se acabaron las épocas en que el jugador, primera selección general en el draft de 2019, pasaba los recesos entre campañas fuera de Nueva Orleáns, atendiendo asuntos personales.
“Yo quería un cambio”, dijo Williamson. “Si quería cambiar, tenía que hacer algo diferente, así que me senté con los Pelicans y trazamos un gran plan”.
Williamson figura entre un puñado de jugadores promisorios de la NBA que buscan protagonizar retornos exitosos en esta campaña. Entre los miembros de la lista figura LaMelo Ball de Charlotte, Cade Cunningham de Detroit y Chet Holmgren de Oklahoma City.
“Estos tipos pueden cambiar tu organización, son jugadores de impacto”, dijo el entrenador de los Pelicans, Willie Green. “Así, cuando no cuentas con ellos, tratas de idear ajustes, generar ataque y encontrar un estilo de juego. Pero cuando los tienes y tu equipo está completo… Puedes ver las posibilidades”.
“Una gran parte de esto se basa en mantenerse saludable, estar en la cancha”, comentó Green. “Ojalá todos estos chicos puedan hacerlo. Es lo mejor para la NBA.
Williamson está comenzando el primer año de una extensión contractual por cinco que firmó en julio de 2022 y que podría pagarle más de 200 millones de dólares si se mantiene en buena condición y produce lo esperado.
Su potencial para ser una fuerza dinámica y anotadora ha sido evidente cuando ha jugado. Ha promediado unos 26 puntos y siete rebotes.
Su combinación de explosividad, salto vertical y manejo del balón es algo inusitado para un jugador que en las listas oficiales aparece con una estatura de seis pies seis pulgadas (1,98 metros) y 285 libras (130 kilogramos). Ésa es una razón por la que ha estimulado la imaginación de los fanáticos desde que jugaba en la secundaria en Spartanburg, Carolina del Sur, pasando por su única temporada universitaria en Duke.
Los fanáticos en Nueva Orleáns festejaron en las calles cuando Williamson fue seleccionado en el draft. Pero no han podido verlo jugar en muchas ocasiones.
Ha participado en un total de 114 compromisos a lo largo de sus primeras cuatro campañas en la NBA —61 durante la campaña 2020-21, largamente suspendida por la pandemia y durante la que se limitó la asistencia de espectadores a los partidos.
Jugó 24 encuentros como novato, principalmente por una lesión en la rodilla derecha, sufrida durante la pretemporada, y se perdió su tercera campaña como profesional, debido a una fractura en el pie derecho.
Ball fue uno de los armadores más productivos de la liga la campaña anterior, cuando jugó. Promedió 23,3 puntos y 8,4 asistencias por encuentro.
Charlotte tuvo un promedio de 6,8 puntos más por cada 100 posesiones cuando Ball estuvo en la cancha.
Pero Cunningham aseguró que estaba al 100% cuando se abrió el campamento de prácticas de los Pistons.
Dice ahora que está totalmente listo para unirse a un equipo que llegó al repechaje de la Conferencia Oeste sin él.