Fernando Torres y Álvaro Arbeloa vuelven a verse las caras después del incidente que protagonizaron en el último derbi, el pasado 14 de mayo en Valdebebas. Será el domingo 29 de octubre, a las 12:00 horas, en el Centro Deportivo Wanda Alcalá de Henares. Sin las cámaras de Real Madrid Televisión para retransmitir el encuentro, ni ninguna plataforma televisiva, el Juvenil A del Atlético de Madrid defiende su liderato, en el grupo V de División de Honor, ante el Juvenil A del equipo blanco, que ocupa la quinta posición de la tabla tras el Getafe, Leganés y Rayo Vallecano.
Su rivalidad va adquiriendo tintes de convertirse en una especie de Ali vs Frazier del mundo de los banquillos, por todo lo que representan uno y otro en el Atlético y Real Madrid, pero hace 15 años nadie intuía que su relación alcanzaría, desde tan temprano como entrenadores, esta crispación. Tampoco ellos, ni su entorno, se veían como entrenadores una vez colgaran las botas, pero en la actualidad se han convertido en dos obsesos de la pizarra. A lo Rafa Benítez, pero con casi 30 años menos.
Hace 14 años, incluso, se abrazaban con los goles del Liverpool ante el Real Madrid, en aquella noche del 10 de marzo de 2009, la del chorreo de los reds al conjunto blanco. Coincidieron dos temporadas en Anfield (de 2007 a 2009) y, posteriormente, conquistaron con la Selección dos Eurocopas y un Mundial. “Siempre tuvieron una relación muy cordial y normal”, resaltan diferentes personas cercanas a ambas.
Aunque no tengan actualmente nada que ver el uno con el otro, sí coinciden en su extraordinaria ascendencia entre los aficionados del Atlético y Real Madrid, así como su pertinaz implicación en todo lo que hacen, ya sea ahora con esa ilusión de llegar al primer nivel de los banquillos, o en la forma de mantener su actividad físico fuera del deporte profesional: Arbeloa, con el running y el triatlón, y Torres, con las mancuernas del gimnasio y los guantes del boxeo.
Pique del curso anterior
“Admito mi error, y soy un entrenador joven que quiere aprender y esto me servirá para poder mejorar en el futuro, pero yo a los míos los voy a defender siempre. Contra todo y contra todos”, subrayaba Fernando Torres, en los medios oficiales del club, al cerrar el curso anterior. El pasado verano, tanto Torres como Arbeloa, estuvieron en las quinielas para entrenar a sus respectivos filiales, pero al final siguieron en ambos juveniles, que cuentan con el principal escaparate mediático de la Youth League.
En la 2022-23, Álvaro Arbeloa consiguió el triplete, con la Copa de Campeones, la Liga y la Copa del Rey. El Atlético fue su gran rival en el grupo V, donde le aventajó en cinco puntos, justo la diferencia obtenida en los dos derbis: empate a cero en casa del Atleti (4 de diciembre) y goleada por 5-0 en Valdebebas (23 de abril). En la Youth League, ambos equipos cayeron en cuartos de final: los madridistas contra el AZ y los colchoneros, ante el Milan.
Compañeros también de promoción en el curso de entrenadores, a cargo de Pep Sansó en la RFEF, Fernando Torres y Álvaro Arbeloa cumplen su segunda temporada como técnicos de pleno derecho con licencia UEFA Pro. Tanto uno como el otro no habían mostrado especial interés hasta el verano de 2020 por iniciar sus carreras como entrenadores. Al revés. Arbeloa se encontraba cómodo en su papel de embajador y relaciones públicas del Real Madrid: su época con José Mourinho le hizo ganarse muchos adeptos entre la afición madridista; mientras que Fernando Torres no tenía muy claro si dedicarse al mundo de los negocios del fitness y la gestión empresarial, porque la otra esfera profesional del fútbol le generaba, por aquel entonces, bastante respeto porque era consciente de que su legado como jugador del Atlético y de la Selección era difícil de igualar.
Pero ambos se han enamorado de los banquillos, las tácticas, los videos y el día a día de la competición. Hasta el punto de que lo sucedido en aquella eliminatoria de la Copa de Campeones Juvenil de la campaña anterior, les distanció radicalmente. El Madrid ganó 0-2 en la ida (10 de mayo) y en la vuelta el Atlético mandó la eliminatoria a la prórroga, al igualar el 0-2 en los primeros 90 minutos, aunque en el tiempo añadido el Madrid firmó el definitivo 2-2. En esa prórroga se montó la mundial. “Te vuelo la cabeza”, le dijo Fernando al técnico del Madrid. Arbeloa contestó diciendo “empieza cuando quieras”.
Hoy ambos entrenadores son conscientes de que todas las miradas van a estar centradas en ellos. Sus carreras en los banquillos acaban de empezar. La hornada del Juvenil A de La Fábrica no apunta este año a tan exitosa como la del curso anterior; y en la Academia rojiblanca esperan repetir los éxitos de hace dos temporadas, cuando el binomio Ricardo Ortega-Fernando Torres levantó la Liga y alcanzó la Final Four de la Youth League. Pero hoy se juegan algo más que tres puntos: no salir en los telediarios nacionales por un enfrentamiento que nunca debió producirse.
