Los 19 Juegos Panamericanos que se desarrollan en la ciudad de Santiago de Chile desde el pasado 20 de octubre sirvieron para visualizar otra debacle del béisbol cubano, cuando el Equipo Cuba cayó hasta el sexto lugar en la ubicación final.
La discusión del quinto puesto del Equipo Cuba frente al conjunto de República Dominicana trajo una polémica mayúscula ante un supuesto errado manejo del pitcheo.
El seleccionado cubano arribó al último inning con ventaja de cuatro carreras por tres, y todos imaginaron que el apagafuegos Frank Abel Álvarez tomaría el box para finiquitar el encuentro.
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Álvarez es de los serpentineros jóvenes de mayor potencial, lo que no pasó desapercibido para los máximos directivos del béisbol profesional japonés, quienes contrataron al pinareño para formar parte de la franquicia Chunichi Dragons.
Pero, volvamos al desastre caribeño en los Juegos Panamericanos.
La dirección de la novena antillana colocó al tunero Carlos Juan Viera sobre la lomita, quien desperdició la pequeña ventaja y no pudo evitar que los dominicanos los dejaran al campo cinco carreras por cuatro.
Muchos criticaron y no aceptaron el hecho de que no colocaron al veloz pinareño en el box en el inning del adiós, por lo que aparecieron miles de críticas.
Error garrafal en la dirección del Equipo Cuba
Sin embargo, una increíble noticia dada a conocer en la jornada del sábado 28 de octubre brindó luz (¿o más oscuridad?) al asunto.
Según la página de Facebook «Por la Goma» el motivo fue el más inverosímil y absurdo del mundo.
El alto mando de los cubanos cometió un error en la inscripción oficial del nombre de Frank Abel Álvarez, pues trastocaron su apellido por “Medina”.
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Los reglamentos en este caso son claros. La utilización de Frank Abel hubiese incurrido en una violación de lo establecido y por lo tanto sería sancionado con una multa económica. ¡Increíble!
Frank Abel quedó inhabilitado, por un nuevo disparate de la dirección del Equipo Cuba, cada día menos profesional.
¿Quiénes son los culpables de este desatino?
Otro abismo se hizo visible para el deporte cubano. El Equipo Cuba de béisbol volvió a dejar mucho que desear en un evento extrafronteras, pero lo sucedido con el lanzador de Pinar del Río toca los límites de lo permisible.
