Final de Rugby: Sudáfrica gana por un punto, Nueva Zelanda … – FRANCE 24 Español
Sudáfrica venció a los All Blacks 12-11 y ganó su cuarto título de la Copa Mundial de Rugby el sábado en el Stade de France en Saint-Denis, al norte de París. Nueva Zelanda luchó duro pero no pudo superar la tarjeta roja del capitán Sam Cane, que redujo a los All Blacks a 14 hombres durante los últimos 48 minutos del partido.
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Los sudafricanos celebrarán hasta bien entrada la noche, ya que su equipo permanece invicto en finales de la Copa del Mundo y se ha convertido en el primero en levantar el Trofeo Webb Ellis en cuatro ocasiones.
Para los neozelandeses, la Copa del Mundo de Rugby 2023 terminó tal como empezó: perdiendo en el Stade de France . Aunque los All Blacks lucharon duro, no pudieron superar la pérdida de su capitán Sam Cane en el minuto 32 del partido por una tarjeta roja.
Una suave lluvia en el Stade de France marcó la pauta de un partido con pocos goles y caracterizado por una defensa contundente. Beauden Barrett de Nueva Zelanda fue el único anotador de try y los 12 puntos de Sudáfrica fueron anotados por el pie de Handré Pollard.
Los viejos rivales y los pesos pesados históricos del rugby llegaron al partido con carreras mundiales similares. Nueva Zelanda perdió el primer partido de la competición ante Francia y Sudáfrica fue superada por Irlanda antes de que ambos equipos lucharan intensamente en cuartos de final para lograr el pase.
La fiebre por el rugby en Nueva Zelanda, convertida en duelo
Dos semanas antes de la competición, los All Blacks y los Springboks se enfrentaron en Twickenham, Londres, el 25 de agosto. Los Springboks propinaron a los All Blacks la derrota más abultada de su historia, venciéndolos cómodamente por 35-7. También en ese partido un All Black fue expulsado con tarjeta roja: Scott Barrett en el minuto 39.
Pero muchas cosas pueden cambiar en dos meses. En una atmósfera de severas críticas tanto al entrenador Ian Foster como al capitán Sam Cain, Nueva Zelanda encontró su forma cuando era necesario. Afinaron su estrategia defensiva y aprovecharon cada actuación, despachando a Argentina con facilidad en la semifinal.
El progreso del equipo reavivó la fiebre del rugby en el país que ha dominado este deporte durante el último medio siglo. Los vuelos de Nueva Zelanda a Francia aumentaron a 3.400 euros debido a la demanda y las escuelas dijeron a los estudiantes que podían no llevar sus uniformes y vestirse de negro.
Los All Blacks resistieron cuanto pudieron
De cara al partido, podría decirse que fue Sudáfrica cuya derrota en semifinales ante Inglaterra, demasiado igualada para su comodidad, pareció revelar grietas en su armadura y las limitaciones de su plan de juego. Pero con jugadores como Pieter-Steph du Toit, siempre hubo una gran oportunidad.
Desde el principio, los All Blacks demostraron que querían mover el balón, pero una tarjeta amarilla en el minuto 3 a Shannon Frizell por juego sucio, que lesionó a Bongi Mbonambi, le dio a los Springboks tres puntos fáciles y una plataforma con la que dominar el primer periodo.
Los All Blacks lograron sobrevivir los primeros diez minutos con 14 hombres en el campo sin conceder un try, pero los penales de ambos equipos mantuvieron el marcador en marcha. Después de 20 minutos, Sudáfrica lideraba 9-3.
Nuevamente, en el minuto 32, la indisciplina se impuso a los All Blacks, esta vez por parte de Cane quien por cometer una entrada alta recibió una tarjeta amarilla que luego fue trasladada a roja, dejando a los All Blacks sin su capitán por el resto del partido.
A pesar de tener un hombre menos, los All Blacks no se rindieron antes del descanso. Se fueron a la pausa perdiendo 12-6 tras un penalti cada uno.
Los Springboks regresaron del descanso con mucha intensidad, casi aterrizando dos veces en la banda derecha antes de que el capitán Siya Kolisi recibiera una tarjeta amarilla por un choque en la cabeza sobre el neozelandés Ardie Savea.
Nuevamente el péndulo volvió a inclinarse a favor de Nueva Zelanda. Una Nueva Zelanda magnífica pero rechazada no logró matar el espíritu de los All Black. Beauden Barrett aterrizó en la esquina cinco minutos después para el único try del partido, llevando el marcador a 12-11.
Los minutos restantes estuvieron llenos de implacable ataque neozelandés y de una excepcional defensa sudafricana.
Después de que Cheslin Kolbe recibiera la tercera tarjeta amarilla del partido, Jordie Barrett tuvo la oportunidad de adelantar a los All Blacks en el minuto 73, pero no pudo convertir un penalti.
Los Springboks aguantaron y ganaron su tercer partido consecutivo por un solo punto, demostrando su habilidad para superar encuentros cerrados.
El guerrero veterano Sam Whitelock, que levantó la Copa Webb Ellis en 2011 y 2015, no se convirtió en el primer jugador en tener tres Copas Mundiales en su proverbial repisa.
A diferencia de Whitelock, el capitán sudafricano Kilisi consiguió su final de cuento de hadas. Se rumoreaba que se retiraría después de esta final, pero jugó un partido sobresaliente y se retiró de la Copa del Mundo de rugby con clase.
