Fútbol

Historia de dos Manchester: City-United, una rivalidad en cambio constante – ESPN – ESPN Deportes


Pese a las diferencias actuales, ambos equipos se originan de un mismo hilo conductor y, naturalmente, de la misma gente.


MANCHESTER, Inglaterra – Las nubes grises se ciernen sobre la mañana otoñal del noroccidente de Inglaterra. Me encuentro a las afueras del ajetreado centro de Manchester; con una zona de casas municipales a un extremo y una cadena de tiendas al otro lado de la calle. Luego me dirijo a la calle Bank, ubicada junto a Ashton New Road, a pocos pasos de las instalaciones del Manchester City y cerca del Centro Nacional de Ciclismo.

“Este solía ser el terreno del Manchester City antes de la construcción de Old Trafford”, expresó el historiador del fútbol de Manchester Gary James, quien se prestó a ser mi guía de este tour a pie. James señala una placa puesta en una casa, que indica la ubicación original del Bank Street Ground, casa natal del Manchester United, que se llamó Newton Heath F.C. entre 1893 y 1910.

“Este territorio, por decirlo así, era toda del Manchester United (probablemente cerca de la II Guerra Mundial) y luego se hizo más del City…. Ahora, es totalmente azul”.

La historia nunca se escapa. Está impresa en todo, y a pesar de las diferencias actuales entre estos dos clubes, es importante recordar que ambos bandos se originan de un mismo hilo conductor y, naturalmente, de la misma gente.

“Tradicionalmente, ambos clubes son similares, de clase obrera”, indica James mientras seguimos caminando por la zona, conocida históricamente como el epicentro de la revolución industrial, previamente rodeada de plantas químicas, fundiciones de hierro y acero, y millas textiles donde el capitalismo tradicional y la trata de esclavos de África Occidental impulsaron el crecimiento y la mano de obra de la ciudad. Inmigrantes de todas partes vivían y se desplazaban a diario a estas zonas y, con el tiempo, llegaron sus dos clubes de fútbol.

“Ambos equipos [nacieron] en Manchester Occidental. Una zona con fuerte presencia de clase obrera. Como vimos, Newton Heath estaba cerca del actual estadio del City. La cancha original del City y su fundación [Ardwick A.F.C.] estaban a una milla al sur del Etihad”, añade James.

James nos explica cómo el United eventualmente se mudó al oeste en 1910 tras la construcción de Old Trafford y, en consecuencia, se hizo con más seguidores en la zona occidental de Manchester, tradicionalmente considerada un área más pudiente de la ciudad. Por su parte, el City se fue de Hyde Road para llegar en 1923 a Maine Road y Moss Side, cancha compartida por ambos clubes entre 1941 y 1948 luego que la II Guerra Mundial causara daños a Old Trafford.

Las similitudes no terminan en el aspecto geográfico, sino también en los altibajos de sus ciclos de dominio. De hecho, el Manchester City era el club con mejores recursos de toda la liga hasta el inicio de la I Guerra Mundial, mientras que el United estuvo cerca de quebrar en la década de 1930. Sin embargo, eso cambió con la llegada de Sir Matt Busby (exjugador del City) como entrenador en 1945, iniciando así su trayectoria para forjar un legado con la plantilla conocida como los “Busby Babes”. Los recuerdos del desastre aéreo de Múnich de 1958 se honran a un lado de Old Trafford, notablemente junto a la huella legendaria de Sir Bobby Charlton, uno de los sobrevivientes del trágico accidente aéreo y uno de los nombres más grandes de la historia del United y todo el fútbol inglés, fallecido el pasado sábado.

Este martes, el club rindió un hermoso y conmovedor homenaje a su figura. La multitud guardó un silencio tan sepulcral que sólo se podía escuchar el sonido de la brisa cuando el técnico del United Erik ten Hag portaba una corona de flores y los sonidos de un gaitero solitario llevaban el peso de las emociones de todos. Al final de la velada, una dramática victoria en jornada de Champions League que conmemoraba a un ícono nos recordó el sonido de este estadio en las noches especiales de Europa.

Mientras terminamos nuestro paseo por esta parte de la ciudad, James me lleva por un hermosamente complejo viaje por la historia del Manchester City y Manchester United. Gracias a su conocimiento enciclopédico, entiendo mejor la importancia de ambos clubes y cómo su historia también me cuenta la historia del mancuniano de clase obrera. La revolución industrial nació aquí junto con el fútbol, entrelazándose.

Los gigantes de los años 90 y Sir Alex Ferguson en el banquillo globalizaron al Manchester United, mientras que el panorama actual le pertenece al súper poderoso plantel de Pep Guardiola. Pero al comienzo, todo partió con dos clubes de la zona oriental de la ciudad.

Quiero conocer mejor al Manchester de hoy. Quiero explorar la ciudad y ser testigo en primera fila de cómo sigue cambiando y evolucionando. Quiero conocer a su gente, a través de los ojos de sus habitantes y los seguidores del Manchester City y del United.

¿Cómo Manchester sigue creciendo y reconcilia su pasado con su presente? ¿De qué manera esta ciudad es una metáfora de ambos clubes y su estado actual? Mientras los hinchas de toda la vida del Manchester United se aferran a los recuerdos nostálgicos del pasado, se ven alienados por unos propietarios a quienes no parece importarles ni ven al club como algo más que un negocio, mientras que el City (al igual que el bullicioso centro de la ciudad) adopta la energía y el continuo y rápido crecimiento de su reino.

UNA MAÑANA NUBLADA Y HÚMEDA EN EL ESTE DE MANCHESTER y paseo por los suburbios de Clayton, ubicado a cinco kilómetros del centro de la ciudad y a tres minutos a pie del imperio Etihad del Manchester City. Lo llamo “imperio”, porque eso es, con toda exactitud.

A lo lejos se ve el estadio Etihad y un puente (el Sir Howard Bernstein Way) que conecta el principal estadio del club con el estadio Joie, sede del Man City femenino y su cantera. Giramos la cabeza hacia la derecha y una gigantesca estructura de granito negro capta nuestra atención: se trata de un estadio cubierto con capacidad para 23.500 espectadores y presupuesto de £365 millones, que tiene su inauguración prevista para abril próximo. Es una sociedad entre el City Football Group y el Oak View Group (este último con sede en Los Ángeles). Uno de sus inversionistas es la estrella del pop Harry Styles.

El City sigue creciendo mientras las obras rodean al Etihad, que tiene planes de ampliar su tribuna norte (el objetivo es un aforo de 60.000 localidades), al igual que una “Fan zone City Square” con locales de comida y bebida, una nueva tienda oficial del club, un museo, espacios de trabajo y un hotel con 400 camas. Es un testimonio de las ambiciones del Jeque Mansour, la contratación de Pep Guardiola y su visión, junto con la mentalidad de la plantilla que los llevó a alzar un triplete y todo lo que ello conlleva. Eso incluye las presuntas infracciones e irregularidades económicas. Y a pesar de todo, esta zona sigue creciendo, magnificando un Manchester City prácticamente omnipotente.

“Cuando llegaron los dueños [actuales] en 2008, con la contratación del personal apropiado, se inició una búsqueda para ser los mejores dentro y fuera de la cancha”, afirma mi compañero de ESPN Nedum Onuoha, criado en Manchester tras emigrar de Nigeria cuando era niño. Onuoha fichó por el City en 1996, cuando tenía 10 años, y sumó más de 100 apariciones con el club. Actualmente es embajador del City ante la comunidad.

“En última instancia, querían contratar a la mejor gente para ponerla en los mejores puestos, para intentar entender cómo lograrlo y construirlo. Tenían la visión, por lo que viajaron por todo el mundo y vieron a todos los mejores equipos y clubes de distintas disciplinas deportivas, para entender cómo lo hacían”, indica Onuoha.

Onuoha menciona otro aspecto importante que debemos recordar cuando vemos al estadio, complejos de entrenamiento y múltiples éxitos del City. “Ocurrió cerca de la creación de los Commonwealth Games en 2002”, que fue un evento importante para Manchester. Luego del atentado del IRA de 1996, la ciudad tuvo que reconstruirse y reinventarse gracias a su resistencia y determinación. El estadio se utilizó para los Commonwealth Games y quedó vinculado al City, pero sólo debido al hecho de que el City acababa de ascender a la segunda categoría del fútbol inglés (entonces conocida como Division One) en 1999. Irónicamente, el mismo año en el cual sus rivales alzaron un triplete histórico.

“Si eso no hubiese ocurrido, quizás el Manchester City no se hubiera quedado con este estadio y esta zona, y probablemente lo habrían derrumbado. Es una encrucijada muy importante en la historia”, indica Onuoha.

UNA CIUDAD FUERTE, ORGULLOSA Y DIVERSA

En constante adaptación y que busca convertirse en la alternativa a Londres. Mi último viaje a Manchester fue en 2006. En aquel entonces, yo era actor y formé parte de la compañía que hizo una gira escenificando Moby Dick en el Library Theater. Ahora, 17 años después, mientras estoy en Spinningfields, una zona del centro de la ciudad popular entre los jóvenes, me parece irreconocible. “La ciudad cambia todos los meses”, me dice el joven barista que me prepara el café de esa mañana. “Va más rápido que Marcus Rashford”.

Hay tiendas por todos lados, y quizás hay más sitios para comer en una cuadra que en Nueva York. Predomina la diversidad de su gastronomía. Desde platos de Punjabi hasta el Caribe, Argentina y Cataluña, incluido el restaurante Tast Catala, que tiene a Pep Guardiola como inversionista. Los estudiantes y jóvenes profesionales frecuentan el barrio de Ancoats, distrito textil de antaño convertido en desierto en los años 90. Ahora, es una zona vibrante y llena de carácter. Los antiguos molinos del Siglo XIX ahora son apartamentos y los pubs locales adornan el canal.

Las obras de construcción y nuevos complejos de apartamentos (cortesía de los miles de millones de dólares procedentes de inversionistas extranjeros en los últimos años) se asientan en las zonas más antiguas de la ciudad. Hasta Albert Square, corazón de la ciudad y uno de los edificios más significativos del centro del país, está en proceso de remodelación.

Es una transformación increíble en la cual (como ocurre en cualquier gran ciudad) muchos prosperan y otros sufren a consecuencia de los cambios, especialmente en medio de la actual crisis del costo de la vida en el Reino Unido. La población del centro de la ciudad se ha duplicado hasta superar las 60.000 personas desde 2014 y se espera que llegue a las 100.000 para 2025. Existe una comunidad joven y vibrante, principalmente debido a la presencia en la ciudad de cinco universidades, lo que la convierte en una de las poblaciones estudiantiles más diversas de Europa. Pero la mayoría de los residentes del centro de la ciudad tienen edades comprendidas entre 35 y 49 años, son profesionales tanto locales como foráneos, en plena búsqueda del mercado de apartamentos, donde los alquileres siguen en franco ascenso sobrepasando el promedio nacional de aumento de arriendos del 14%, alcanzando cerca del 20%. Pero con esta subida también llega más gente de fuera, que busca formar parte del boom que se vive en Manchester.

“Existe una narrativa real de una construcción masiva en el centro de la ciudad, gente que viene de todo el país a trabajar en Manchester, porque no pueden costearse trabajar en Londres”, indica Tim Desmond, director ejecutivo del Museo Nacional del Fútbol, con sede en esta ciudad.

“Por eso, muchas empresas tecnológicas y medios de comunicación han llegado a Manchester. Es una gran afluencia de talento de todo el país y, de hecho, proviene de todas partes del mundo. El lado negativo es que los [grupos] económicos menos favorecidos no encuentran un sitio en la ciudad. Creo que abandonaron la ciudad hace tiempo. Se mantienen en el área de Manchester, pero dejaron el centro de la ciudad. Nuestra labor es asegurarnos que se sientan parte de esta ciudad, en lo que respecta al acceso. Ya se han visto desplazados por la gentrificación del centro de la ciudad y se parece un poco al caso de Manhattan. Mentiría si digo que aquí no existen. Creo que la opinión del ayuntamiento es que, mientras más inversión encontremos para Manchester, más tendremos para [invertir en] el compromiso social”.

Desde el punto de vista de la Premier League y cómo su presencia repercutió en el turismo en Manchester, en la década de 1990 y principios de los 2000, el United dominaba la popularidad que el balompié inglés tenía más allá de su país. Actualmente, es el todopoderoso Guardiola y su Manchester City quienes atraen a muchos visitantes al museo. El fútbol femenino, especialmente las leonesas de la selección, han estimulado el auge del museo. Como resultado, el concejo local encargado de financiar el museo ha invertido en diversas iniciativas que ayudarán en el crecimiento de la cultura y el sector futbolístico.

“El punto de encuentro entre la cultura y el fútbol es fantástico”, afirma Desmond. “La cantidad de visitantes internacionales ha aumentado del 20% al 50% en la temporada veraniega, y eso demuestra que Manchester se está convirtiendo en una ciudad sumamente importante a nivel internacional debido a la entidad mundial del fútbol”.

La preocupación para Manchester, como lo indica Desmond, es asegurarse de que también sea accesible para los mancunianos de a pie.

“Supongo que tiene los mismos males ciudades que cualquier ciudad. Es estupendo ver que la gente tiene más oportunidades aquí y siempre es sano que vengan a tu ciudad”, indica Nooruddean Choudry, escritor y periodista, autor de un fantástico libro llamado “Inshallah United: A Story of Faith and Football” (“Inshallah United: una historia de fe y fútbol”) sobre su crianza en el Manchester de los años 80 y 90 como mancuniano de fe musulmana e hincha incondicional del Manchester United.

“Cosas tales como la llegada de la BBC aquí, eso es genial. Sin embargo, aumenta el precio de la vivienda, los lugares se hacen más costosos y surge la preocupación por la gentrificación. Ejemplo de ello es el Manchester City. Es innegable (a pesar de lo que yo pueda pensar sobre los dueños del City, o incluso de los éxitos futbolísticos del City), hasta cierto punto eso ha ayudado a la economía, y tenemos otro club grande en Manchester. Sin embargo, esa idea de que el Man City ha ayudado a la gente de la zona. Es verdad hasta cierto punto, generando empleos que no existían allí. Pero también adquirió un lote de terreno, y la gente que solía vivir allí ya no está. Se mudaron”, añadió Choudry.

Sin embargo, es innegable que Choudry respeta los éxitos de los rivales de patio de su club y en muchos aspectos, es la nostalgia que a veces limita a los aficionados del United (al igual que a la propia Manchester). Mirar hacia el futuro puede ser difícil pero también esencial. Eso nunca ha sido más evidente que este fin de semana, cuando ambos equipos choquen en el derbi de la ciudad.

“Los seguidores del City y de otros equipos empezarán a decir que el United ahora vive en el pasado”, afirma. “Siempre hacemos referencia a glorias del pasado. Literalmente, nos sentamos a mirar un afiche de Ole Gunnar Solskjaer en la final de la Champions. Ese es un buen ejemplo. Creo que, a veces, Manchester corre peligro de hacerlo, porque seguimos refiriéndonos a los Stone Roses, Oasis o [la sala de conciertos The] Hacienda… Creo que esa es una trampa en la que no debe caer la ciudad. La ciudad muestra su mejor cara cuando se reinventa”.

Y Choudry no puede negar que eso es precisamente lo que hace actualmente el Manchester City. Cerca de Old Trafford, justo donde converso con el autor, hay una zona obviamente diferente a la del Etihad. El estadio del United (adornado con las glorias del pasado, tal como indica con toda razón) requiere mucho trabajo. Choudry no tendría reservas en admitir que eso se debe al desinterés mostrado por la familia Glazer, actual propietaria del club, por encima de todo. A pesar del intento fallido de Sir Jim Ratcliffe, que propuso invertir £1.500 millones ($1.820 millones) a cambio de controlar las operaciones deportivas de los Red Devils, hay una verdad ineludible: todos los hinchas del United quieren que se vayan los Glazer.

“Te costará encontrar algún aficionado del United que no esté de acuerdo”, afirma Choudry.

“A ellos no les importa en absoluto lo que queremos”, afirma Ali Mohammed, sobrino de Choudry. Tiene 18 años y se une a su tío mientras conversamos en las banquetas ubicadas a las afueras del estadio. “Solo hay marcas comerciales y grandes fichajes que no son tan buenos. Es desalentador ver cómo destruyen a este club esta temporada. Si tenemos malos lideres, infectan todo lo que hay abajo. Solo quiero un buen líder que llegue al United y tener algo que nos dé esperanzas”.

“La esquina interior del estadio, que es la sección TRA [The Red Army], la sección cantante, la sección bulliciosa… como quieras llamarla, cuando empieza el partido, cantan: ‘Ponte de pie si detestas a los Glazer’. Veo a mi alrededor y todos se ponen de pie”, expresa Peter Bolton, aficionado de toda la vida del Manchester United y actual residente de Altrincham, al sur de Manchester, aunque se crio en el centro de la ciudad. Bolton, taxista retirado que nunca ha vivido a más de 16 km de distancia de Old Trafford, ha asistido a todos los partidos de local del United y derbis de Manchester desde 1974.

“Ahora estoy retirado, pero cada partido me sigue emocionando. Nunca me alejaré de mi equipo, pero en este momento siento que mi club se aleja de mí. Llegas a casa y te preguntas: ‘¿por qué hago esto?’ Mi amor por el United, porque ellos (los dueños) nos odian tanto. No quieren allí a los hinchas de toda la vida”.

Mientras observo Old Trafford, no puedo evitar apreciar el aura de grandiosidad histórica, sobre todo porque rinde homenaje a las leyendas de antaño, incluyendo (por supuesto) a su padrino legendario, el recientemente fallecido Sir Bobby Charlton. Mientras charlo con Bolton, puedo ver el estacionamiento ubicado justo a las afueras del estadio que da la bienvenida a los autobuses repletos de turistas extranjeros, provenientes de China, Singapur y Filipinas. El United es el club con más seguidores en el continente asiático. Más de 325 millones de asiáticos declaran su adhesión a los Red Devils, lo que demuestra el poderío del club a nivel global.

MI ÚLTIMO DÍA EN MANCHESTER me lleva nuevamente al centro de la ciudad, en un día soleado y brillante de octubre. Toda una rareza. Me impresiona el crecimiento de la ciudad y tengo presente las palabras de Desmond, que destacan la necesidad de servir a todos los mancunianos.

Me encuentro con Alex Kirkley, anunciador interno del estadio del City, en la azotea de un novedoso edificio de oficinas. Kirkley me muestra el paisaje de su ciudad. Siempre quiso convertirse en comentarista, pero no tardó en darse cuenta de que eso exigía amplios conocimientos estadísticos, por lo que entendió que eso no era lo suyo. Por eso, se convirtió en la característica voz del Etihad dentro del estadio.

“Creo que la evolución del Manchester City se ha producido al mismo ritmo y a la vez que la ciudad ha evolucionado también”, indica. “Fui un niño de los 80 y el City pasó por muchos altibajos. Hubo altos razonables y bajos increíbles, los mejores momentos eran ganarle al Manchester United en el derbi de la ciudad… el centro de la ciudad era un sitio de trabajo y vida nocturna”.

“Luego, a finales de los 80 y principios de los 90, llegó una gran escena musical como Acid House y la música dance. En los 90, cuando el City volvió a la Premier League y tuvo éxitos razonables hasta que caímos en picada a finales de los 90, a la vez que los hermanos Gallagher llegaron al punto máximo de su carrera musical y la gráfica de los éxitos del City fue en sentido contrario. Así que no era especialmente genial alentar al Manchester City, aunque Oasis ayudó. Me iba de vacaciones, decía que era de Manchester. La respuesta siempre era: ‘Oh, ¡Manchester United! El City nunca salía a relucir en la conversación”.

Ahora, como dijo Kirkley, las cosas han cambiado. Al mismo tiempo que la ciudad se ha transformado.

“Pienso en el atentado del IRA en 1996”, afirma Kirkley, que vive en Salford (región del Manchester United) en el Gran Manchester. “Fue casi un reinicio para el desarrollo de la ciudad. Desde entonces, cuando ya estaba a punto de dejar la adolescencia, la ciudad cambió para mejor. Hay más diversidad cultural, mucho más movimiento y buen ambiente. Se ha convertido en un eje de entretenimiento, estilo de vida y restaurantes por todas partes”.

“Tenemos gente de todo el mundo. Manchester es una gran ciudad para vivir. Podríamos tener mejor transporte público, pero trabajamos en ello. Estamos en plena crisis de costo de la vida en el Reino Unido. Vivir en el centro de la ciudad es muy costoso… pero, a fin de cuentas, muchos mancunianos no sentirían nostalgia cuando alguien les hable de Londres”, indica Kirkley.

El viaje se acerca a su inevitable final, y mientras me despido de Manchester, veo otro dibujo mural de una abeja. Están por todas partes. En las paredes de las calles, las ventanas de los restaurantes, en las esquinas de las paradas de autobús y faroles. Un pasatiempo habitual para los turistas es ver cuántas abejas pueden encontrar.

Es el símbolo de la abeja obrera, metáfora de la fortaleza colectiva de la ciudad. Una idea surgida en la era victoriana y el surgimiento de la revolución industrial, que quiere afirmar que la ciudad fue construida por su gente y no por las influencias reales o el poder.

Mientras me encuentro con otra abeja por el Gay Village, de camino a la estación de tren de Piccadilly, recuerdo las últimas palabras de Desmond, el ejecutivo del Museo Nacional del Fútbol.

Manchester es ser práctico. No es una ciudad pretenciosa. Cambiará, pero creo que cambiará al estilo mancuniano”, indica. “Es una ciudad que acepta y un crisol de culturas. Solo veo que se hará más diversa y creativa con el paso del tiempo con sus valores socialistas, y si vemos al fútbol como ejemplo de ello, lo hará con pasión y compromiso”.

En la previa del derbi de este domingo, los aficionados del Manchester United y Manchester City (a pesar de todas sus diferencias, de cómo perciben la situación actual de sus clubes y cómo conviven con sus respectivas comunidades) pueden recordar el eterno significado de este deporte y cómo al final, el fútbol (al igual que Manchester) existe gracias a su gente laboriosa, apasionada, de mente abierta. De estas comunidades depende que prospere.

**Nuestro agradecimiento a Rob Dawson, Mark Ogden y Carl Anka por su colaboración con la presente nota.





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Marc Valldeperez

Soy el administrador de marcahora.xyz y también un redactor deportivo. Apasionado por el deporte y su historia. Fanático de todas las disciplinas, especialmente el fútbol, el boxeo y las MMA. Encargado de escribir previas de muchos deportes, como boxeo, fútbol, NBA, deportes de motor y otros.

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