La instalación de césped artificial se tuvieron que detener en marzo por un error en el proyecto y ahora el nuevo contrato tiene un valor de cerca de 500.000 euros
La remodelación del campo de rugby de l’Anella Mediterrània está, ahora sí, más cerca. El Ayuntamiento de Tarragona ha adjudicado las obras de adecuación a la empresa Fieldturf Poligras S.A., por una cantidad de 498.086,36 euros. El plazo de ejecución de los trabajos es de tres meses y se espera que a principios del próximo año el césped artifical ya esté instalado.
Actualmente, se hacen trabajos de mantenimiento del césped natural en épocas de primavera y otoño, pero, sin embargo, el estado de la cobertura vegetal no es óptimo para la práctica del rugby. Ahora, se quiere llevar a cabo un cambio de césped natural a artificial, porque el actual pavimento no cumple las características técnicas para la práctica deportiva y la sustitución dotará la instalación de una superficie más polivalente y no habrá necesidad de limitar las horas de uso.
Les obras se realizarán para conseguir la homologación por parte de la Federación Española de Rugby y para cumplir la normativa World Rugby y la específica para pavimentos deportivos de césped artificial exteriores. El objetivo del Ayuntamiento es poder acoger en la ciudad competiciones de ámbito nacional e internacional.
Sin embargo, esta no es la primera licitación del proyecto. La empresa ya consiguió la adjudicación de la anterior licitación, del febrero pasado, pero los trabajos se tuvieron que detener. Les obras se iniciaron en marzo, pero hubo un error en la redacción del proyecto, ya que se descubrió que la profundidad que tenían que excavar las máquinas era muy superior a la esperada y la duración de las obras era más larga de la prevista. Aquella licitación tenía el mismo objetivo que la nueva, pero con un presupuesto considerablemente inferior, de 392.170,75 euros con el IVA incluido, más de 100.000 euros menos. De aquí el motivo del aumento del coste del nuevo contrato.
Después de los problemas, se agilizó el nuevo proceso para poder ir lo más rápido posible en la resolución de la subvención que el consistorio pidió al Consejo Superior de Deportes, en el marco de los fondos Next Generation, para la construcción de vestuarios y graderías.
El Club Rugby Tarragona hace años que espera poder trasladar su actividad al espacio de forma definitiva. Desde el 2018, después de los Juegos del Mediterráneo, el consistorio previó que el club utilizara el campo. Sin embargo, el espacio no ha cumplido los requisitos necesarios para la práctica del deporte y los buitres han seguido jugando en el Complex Educatiu. Un eterno traslado que puede acabar de hacerse realidad a partir del próximo año.
