El conflicto no es neutral en cuanto al género
El trabajo de CARE en todo el mundo ha demostrado repetidamente que el conflicto no es neutral en cuanto al género. Los conflictos prolongados como el de Gaza a menudo crean un panorama de vulnerabilidades multidimensionales e interseccionales para diversos grupos, que se agravan con el tiempo, específicamente en torno al acceso a los alimentos, la movilidad, la pobreza, la educación, la protección y el empleo.
Las investigaciones de CARE han demostrado una y otra vez que estas vulnerabilidades afectan de manera desproporcionada a mujeres y niñas.
Gaza no es diferente.
“La situación de los niños es para mí, como mujer y como ser humano, la peor. Me rompe el corazón”, dijo Hiba al diario noruego. Aftenposten.
En los albergues temporales, el hacinamiento y la falta de privacidad se presentan importantes riesgos de seguridad y protección para mujeres y niñas, y las terribles condiciones aumentan los riesgos de violencia de género.
Las mujeres no acompañadas, las personas mayores, las personas con discapacidad y los niños tienen necesidades y vulnerabilidades únicas y urgentes, tanto en relación con el conflicto actual como debido a la discriminación estructural de género, incluidas las leyes que colocan a las mujeres bajo la protección y tutela de los hombres.
Estas estructuras y normas sociales hacen que las mujeres y las niñas tengan más probabilidades que los hombres de vivir en refugios temporales deficientes cuando son desplazadas y aumentan los riesgos de violencia de género (VG), explotación sexual y abuso.
Las condiciones de apagón eléctrico y la ausencia de particiones públicas y privadas dentro de los refugios también aumentan los niveles ya amplificados de miedo e inseguridad.
Cesáreas de emergencia y vinagre como desinfectante
Sin combustible, la única central eléctrica de Gaza cerró el 11 de octubre, lo que dejó a los servicios sanitarios y de agua esenciales para los más vulnerables y críticos depender de generadores que funcionan con combustible limitado, lo que agravó la situación. condiciones de vida ya frágiles en Gaza
“Algunos de los médicos con los que estamos en contacto utilizan vinagre para desinfectar, pero no pueden cumplir con los requisitos mínimos de anestesia”, dijo Hiba. “Están atendiendo a la gente en el suelo, fuera del hospital. Ellos estan muy cansados. Pero aun así continúan con su trabajo con un coraje extraordinario”.
Hasta el viernes, el 30 por ciento de todos los hospitales y casi dos tercios de las clínicas habían cerrado por falta de electricidad o daños estructurales.
Durante el fin de semana, CARE recibió informes del personal médico con el que trabaja en Gaza que las mujeres embarazadas se ven obligadas a someterse a cesáreas de emergencia sin anestesia, y que las mujeres son dadas de alta tan solo tres horas después de dar a luz.
Se espera que una media de 160 mujeres embarazadas den a luz cada día durante el próximo mes en Gaza. El último Análisis Rápido de Género de CARE advierte que las terribles condiciones están exacerbando el riesgo de mortalidad materna y neonatal, que ya es desproporcionadamente alta en Gaza.
“Mi mayor temor”, dijo Hiba. The New York Times, “es que el bombardeo de Gaza no será la mayor amenaza, pero las enfermedades y la deshidratación serán la mayor amenaza”.
