Radicales de Córdoba rompen la neutralidad y avanzan los contactos con Javier Milei – Letra P

Según admiten voces de una y otra fuerza, un importante número de correligionarios quieren tener una participación activa, que nutra las chances de triunfo de Milei en el ballotage que se celebrará el 19 de noviembre. Otras, como el exministro de Defensa de Cambiemos, Oscar Aguad, reprochó en duros términos la neutralidad de su partido y remarcó que estará de la vereda contraria al kirchnerismo. El diputado electo, Luis Picat, es otro de los que abrió la puerta al minarquista, también por una posición irreconciliable con el oficialismo nacional.

Buena parte de ese apoyo radical a Milei proviene de quienes formaron parte del armado “halcón” en Córdoba. Algunos organizaban la Junta Promotora Radical Patricia Bullrich Presidente. Otros, aún sin sentarse a esa mesa, siguieron esa huella aún antes de las internas que consagraron a la exministra como candidata a presidente por Juntos por el Cambio. Hay excepciones, como Soledad Carrizo, que este martes ratificó la neutralidad y pidió que no se utilice al partido para expresar posiciones individuales.

Con JxC a punto de la implosión, tras la decisión de Mauricio Macri y Patricia Bullrich de jugar abiertamente con “el león”, intendentes y dirigentes de roce nacional dejan de lado la formalidad y toman su propio atajo producto de encuestas auspiciosas, en la provincia, para Milei. En el camino, repasan, ya han sufrido una sucesión de dolorosas derrotas ante peronismos de diverso calibre, ya en la provincia a manos del mutante cordobesismo, ya en la Nación ante la evolución del insatisfactorio Frente de Todos.

“Muchos radicales van a votar a Milei. Sobre todo en Córdoba, que el límite es Massa, el kirchnerismo. Gran parte de la estructura radical se va a poner a disposición para fiscalizar. Más que proclamar a Milei, muchos están cansados de la tibieza. El 80% de los que votaron a Patricia quieren votar a Milei”, calculó a Letra P un funcionario que se proyecta nacionalmente.

“La posición de Gerardo Morales es minoritaria. En general, el acompañamiento es contra el kirchnerismo”, expresa otra voz de dilatada trayectoria, que fuera parte de aquella mesa mediterránea.

Bienvenidos

Sabido, ningún nombre garantiza acarrear consigo los 520 mil votos obtenidos por Patricia Bullrich, en tanto candidata de JxC, en las elecciones de octubre. Por el momento, además, se trata de adhesiones informales, sin exposición pública. Pero podrían aportar dos valiosos activos: fiscalización con experiencia en la tarea y despliegue territorial a lo largo y ancho de la provincia.

Si bien los referentes de LLA que trabajaron en las campañas previas subrayan que ganaron rotundamente, tanto en las PASO como en las primarias, y que han logrado coordinar una adecuada fiscalización, no desconocen la valía del aporte de los socios que llegan desde JxC.

Hasta el momento, tal reconocimiento apuntaba al macrismo puro, expresado en el PRO, previsible socio, al que trataron con particular cuidado en los últimos meses. Aunque por el momento se presente como una alianza sin exigencias amarillas, saben que el ingeniero es quien puede garantizarles números y nombres para lograr la gobernabilidad que una representación dividida en tercios no asegura.

Más sorpresiva resulta la aproximación de los boinablanca, tan fustigados por las diatribas del minarquista. Para entenderla resulta imperioso ajustar el foco sobre una provincia donde el antikirchnerismo ha marcado el ritmo de la última década. En cada elección se sirve otra vuelta del cálculo que remonta a la bebida típica: un 70% del electorado cordobés rechaza irrestrictamente todo lo que huela o parezca K. Sello discursivo del cordobesismo, al que adhieren hasta sus opositores.

Las mismas fuentes libertarias esperan que esa porción mayoritaria del electorado se incline por Milei en tres semanas. Poca importancia asignan a la interpretación sobre posibles dobleces en el discurso “anti casta” que hasta aquí sostenían férreamente.

Tampoco se inmutan por las disputas discursivas, muchas cargadas de descalificaciones, con sus nuevos socios. “En política vos te peleas sobre todo con quienes disputás el mismo electorado. Ahora eso queda atrás porque necesitamos construir algo juntos, con un claro adversario: el kirchnerismo”, expresa una fuente consultada con discurso ya ajustado.

Más aún, los libertarios creen que la fusión del espacio con el PRO permitirá una reconfiguración del mapa político en el país: de un lado quienes profesan ideas liberales, del otro lados quienes defienden el estatismo.

En Buenos Aires

Por el momento, enfatizan radicales y mileistas, las charlas apuntan a tareas específicas, no a reparto de cargos. “Todo lo demás se decide en Buenos Aires”, ratifica un vocero radical.

Largamente criticado por un sector libertario en Córdoba, el “porteñocentrismo” no es tema de discusión por estas horas. Por el contrario, las mismas voces críticas admiten la existencia de contactos con referencias mediterráneas de JxC aún antes que Milei reuniera por primera vez al grueso de su tropa nacional.

Precisamente por los caminos hacia CABA transitan ya reconocidos gestores que hasta ayer nomás militaban para “Pato”. Allí los esperan pares que serían parte de un eventual gobierno libertario y se han mantenido incólumes pese a las diversas mutaciones del espacio. Entre ellas, voces con reconocida tonada.

Por estas latitudes ya confirmó su adhesión Orlando Arduh, quien renunciara a la UCR tras pasar a filas de Hacemos Unidos por Córdoba. El expresidente del bloque de Juntos por el Cambio en la Unicameral dijo que “Argentina necesita una opción de cambio y este es el momento preciso para realizar y apostar por un futuro mejor para todos, con protagonistas nuevos que vengan a aportar ideas, carácter, innovación. Milei encarna la idea de fondo por la que siempre trabajamos con el expresidente Macri y lamentablemente no pudimos concretar con Patricia”.

Con pasajes que lo emparentan a la postura asumida por Luis Juez, archirrival en la interna de JxC, el futuro integrante del gabinete de Martín Llaryora también envía un mensaje a los correligionarios, especialmente a los de tierra adentro, los que más conoce.

“Hay radicales quieren ser parte de este cambio y no neutrales y para ello -no tengo dudas- debemos apoyar y acompañar a Javier Milei. Las especulaciones son funcionales a Sergio Massa. El futuro de Argentina está en juego: o continuidad o cambio”, sentencia.