Abelardo Fernández (Gijón, Asturias, 19/04/1970) se confiesa en Relevo tras sus experiencias en los banquillos de Sporting de Gijón, donde cumplió su sueño de entrenador al ascenderle -“aunque me equivoqué al seguir”-, Alavés y Espanyol. Nos recibe en Madrid, donde acude para cumplir con sus compromisos como comentarista deportivo, con ganas de volver a entrenar, pero sin ansias de recibir cualquier llamada.
Ha estado bajo las ordenes de casi los mejores del mundo, y se sigue quedando con Cruyff, a pesar de no haber podido disfrutado con aquel 3-4-3 tan ofensivo: “Siendo defensa, sufría un montón. Cuando veía aquellos espacios a mis espaldas…”. Íntimo de Luis Enrique, le preguntamos por las características de uno y otro para conformar al entrenador ideal.
¿En qué punto te encontramos?
Estoy tranquilo, no soy de los que ansíen entrenar. Me gusta, claro, pero cuando no estoy trabajando no estoy nervioso en casa esperando la llamada.
¿No estás mirando la parte de abajo a ver qué entrenador cae y puedan llamarte?
No por si me llaman, sino porque me gusta mucho ver fútbol. No lo hago pensando a ver si me dan la oportunidad. Ojalá que venga algún equipo que me ilusione.
¿Has llegado a perder las ganas de estar en un banquillo?
La primera vez que estuve en el Sporting y me fui, perdí las ganas de entrenar. Me equivoqué porque estuvimos dos años sin poder fichar, subimos a Primera batiendo el récord de partidos sin perder, con muchos jugadores del filial. A final acabé muy saturado, se ve en las imágenes lo delgado que estaba. Decidí seguir y no tendría que haber sido así, fue mi culpa porque tenía que estar al 200% y no llegaba al 50.
Acabas de hacer un gran ejercicio de honestidad.
Es bueno equivocarse y saber reconocerlo, en la vida tienes que aprender de los errores. Y en aquella fase, en la 16/17, no tendría que haber seguido. A nivel táctico tampoco lo hice bien. Pero luego cogí al Alavés y fueron dos años extraordinarios. He disfrutado especialmente entrenando a las categorías inferiores del Sporting, además de al Candás y al Tuilla, de Tercera división. Fueron dos años espectaculares, entrenado por la noche a jugadores que venían de trabajar en la mina o de descargar camiones. Y lo hacían con la misma ilusión que la de un profesional.
¿El futbolista profesional de hoy la ha perdido demasiado?
Hay jugadores que no tienen la misma pasión que teníamos nosotros. Los hay que no les gusta el fútbol, antes pensábamos todo el día en fútbol, vivíamos con el balón en la calle. Ahora tienen Instagram, Tik Tok, la Play… Tienen más información, pero les hace estar más despistados. Tienes que explicarle más las cosas. Se lo puedes repetir muchas veces y se les olvida.
¿Cuentas con psicólogo en tu staff técnico?
Sí, Joseba del Carmen, al que conocí en el Alavés. Me ha ayudado y lo sigue haciendo. Me hizo cambiar muchas cosas, porque yo era una persona que se exaltaba mucho, y ese carácter quizás me perdía. Ahora soy más pausado y creo que mejor entrenador que hace seis años gracias a eso.
¿Sienten desconfianza los jugadores a la hora de acudir al psicólogo? Por si este te lo revela a ti y pueda repercutir en tus decisiones.
Que hablen con él es un tema opcional. Algunos piensan que si vas es porque estás loco. Lo que hablen, te puedo asegurar que el psicólogo no me lo comenta. Me puede ayudar a nivel global de cómo preparar una charla o cómo dirigirme a los jugadores. Creo que soy bastante cercano al jugador, mi despacho siempre está para hablar y ha habido futbolistas con problemas que han venido. A veces he tenido que mentir a la prensa porque ese chico no estaba para jugar. Pero para que el jugador dé ese paso y se lo diga al entrenador, es difícil. A veces se lo dice primero al director deportivo. Tienen que trabajar delante de 40.000 personas, tienen mas responsabilidad y les afecta.
En tu época de jugador, ¿podías tener esa confianza con tu entrenador?
Ahora los futbolistas nos tienen menos respeto y más acercamiento, no es que nos traten mal, sino que la sociedad cambió. A la gente mayor y a los entrenadores les teníamos un respeto máximo, no me atrevía a decirle según qué cosas, en todo caso se lo comentaba al segundo entrenador. A mí no se me ocurría pedirle al entrenador que nos diera libre porque hubiésemos ganado, por ejemplo. Nunca me iría de copas con mis jugadores, y nunca me fui con ningún entrenador de los que tuve.
¿Qué compañeros recuerdas que preguntaban muchas cuestiones que trascendían a su rol de futbolista?
Pep Guardiola era una persona que se interesaba mucho, se veía que iba a ser entrenador. En aquel Barça preguntábamos mucho, Luis Enrique, Pellegrino…
¿Con qué entrenador te quedas?
No me quedaría con ninguno porque me gustan todas las formas de jugar, desde Guardiola, al Cholo, pasando por Klopp, Luis Enrique, me maravilla Ancelotti… En el fútbol todo es válido.
¿Qué piensas cuando hablamos de que hay estilos de juego, como el de Simeone, que no favorecen a los jugadores? Como el caso de Joao Félix en el Atlético.
¿Y Griezmann? ¿Godín? ¿Koke? Hay jugadores que por lo que sea, con un entrenador no sale bien, pero a Griezmann no le he visto nunca al nivel de ahora con Simeone. En la Real y en el Atlético ha rendido mejor que en el Barça. Y Godín quizás llegó a ser el mejor central del mundo con Simeone. Ves a Guardiola con Rodri y creo que lo ha mejorado de forma espectacular, es el mejor del mundo en su posición. Y con Bellingham, Ancelotti le ha dado esa pincelada con el 4-4-2, y meterlo por detrás de los dos delanteros para que tenga más llegada. Hacen mejorar a los jugadores.
Lo que hace Simeone, lo de mantener ese nivel de exigencia y ese mensaje durante tantos años, seguir dando ese rendimiento y resultados, me parece muy muy difícil y él lo consigue. Que los jugadores estén tan enchufados durante varios años… Se le nota que vive por y para el fútbol, supongo que desconectará, pero poco, como Pep. También gusta mucho Marcelino, Valverde, Lopetegui, Iraola… Y Míchel, que lleva varios ascensos y tiene al Girona con una filosofía buenísima.
Los hay también en los que no concuerda su discurso con el juego que hacen sus equipos.
No es que yo entienda mucho, pero luego no se refleja en el campo lo que algunos venden. Pero entiendo que quieran vender su producto… Por lo menos los clubes los contratan.
¿Hemos sido injustos con Luis Enrique?
Entiendo que genera amor-odio con la prensa, pero es un grandísimo entrenador. ¿El Mundial? Se puede hablar de fracaso que te elimine Marruecos, pero no tuvimos suerte tampoco. Le conozco desde los 7-8 años y es casi familia. Se muestra sincero y a veces en las ruedas de prensa si lo eres, puedes caer mal. Es una persona muy simpática y te ríes mucho con él, es muy cercano.
“Conozco a Luis Enrique desde los 7-8 años, es una persona muy simpática y te ríes con él, es muy cercano”
Entrenador
Entrenadores ascensos y descensos. ¿Dónde te sientes más cómodo? ¿Cuándo tienes que salvar a un equipo o luchas por ascender?
A todos nos gusta coger a un equipo desde el principio. Si le coges con la temporada ya en marcha, empiezas un miércoles y el sábado ya te exigen ganar. Cogí al Alavés, formamos un grupo espectacular, y pudimos salvarles. Cuando estás en el paro lo normal es que te llame un equipo con problemas. Hay que ser sinceros, he tenido que decir a equipos: “no lo veo”.
¿Tienes alguna frase de cabecera de esas que te dijera alguno de tus entrenadores?
De Cruyff, sobre todo. Lo difícil es jugar fácil. Saber escoger la solución más sencilla en ese momento.
¿Qué jugador consigue eso?
Rodri. Antes, Xavi, Busquets… Llega el balón y ya saben lo que tienen que hacer. Xavi no era rápido, pero sí en ejecución. No sé cuántos balones le robaron, seguramente muy pocos. Tenía todo en la cabeza y solucionaba rápido.
¿Disfrutabas jugando en el Barça de Cruyff?
Yo no disfruté nunca con él, porque siendo defensa era terrible. En el primer año que jugué ese 3-4-3, cuando pasaban nuestro campo y veía esos espacios a mis espaldas… Yo que venía de jugar replegadito en el Sporting… Sufría mucho.
¿Con qué defensa te sentiste más seguro teniéndole al lado?
Me dio mucha seguridad Ronald Koeman. Además, tenía el bonito gesto de quedarse siempre conmigo después de los entrenamientos a golpear el balón en largo, porque yo tenía problemas. He jugado con diez o doce centrales increíbles: Couto, Blanc… Y en la Selección, con Hierro, Alkorta, Nadal… Aunque viniésemos de Madrid o Barça, manteníamos una amistad, y aún hoy. Ahora Militao y a Araújo me parecen los mejores de la liga. Manejan los aspectos defensivos a la perfección.
“Araujo y Militao son los mejores centrales de LaLiga, manejan los aspectos defensivos a la perfección”
Entrenador
¿Ves a Ramos regresando la Selección?
Hay muy buenos centrales, así que no lo tiene fácil. Entre los seis o sete que hay, es difícil escoger. Pero podría ir perfectamente, claro que sí.
¿Qué le pasa a uno por la cabeza cuando gana unos Juegos Olímpicos?
Se me pasó todo por la cabeza, seguramente fue la mayor alegría de mi vida. Encima tuve la suerte de meter un gol en la final. Es que el grupo que teníamos era espectacular, lo pasamos muy bien aquel mes. Tampoco esperábamos ganar el oro, y hasta entonces sólo se había conseguido la Eurocopa del 64.
¿Cuál es la primera imagen que te viene de aquellos JJ.OO?
El gol de Kiko. Aquello fue una romería, saca el córner ‘Chapi’, que no le pegó bien al balón en su vida, como yo. De rebote le queda a Kiko, le da con el interior y le sale una parábola.
¿El fútbol era mejor entonces?
Ahora veo partidos míos y veo que nos faltaba ritmo, pero era más vertical. No dábamos cinco o seis pases seguidos, aunque ningún equipo lo hacía. Viví la época en que todavía podías dársela para atrás al portero y que la cogiera con la mano. El Barça de Van Gaal era muy bueno y moderno, y ahora mismo sería muy bonito de ver: con laterales profundos, extremos super abiertos, interiores con llegada…
¿Cuál es tu sueño como entrenador?
Dentro de 10 años no me veo entrenando, ya con 60… La verdad es que cumplí el sueño de ascender al Sporting.
