El conflicto «internacional» de la filtración de agua en la Variante volverá a Europa si el Gobierno no actúa – leonoticias.com
León ha perdido 77.000 millones de litros de agua en los últimos siete años. En pleno cambio climático y con una acuciante sequía como evidencian los años hídricos, la obra de ingeniería de la variante de Pajares deriva 350 litros de agua por segundo de la vertiente leonesa a la asturiana. En términos de población, los 11.000 millones de litros servirían para cumplir con el consumo anual de una ciudad como Oviedo.
La inversión de 4.000 millones de euros en el túnel de la Cordillera Cantábrica que permitirá conectar de forma directa por tren a León y Asturias -sin tener que rodear por Pajares- ha dejado una gran grieta ecológica en la provincia.
La solución se encuentra ahora en los cajones del consejo de ministros. El Ministerio para la Transición Ecológica ha exigido que se repare el daño de filtraciones a través de los túneles que han secado acuíferos de León. Sin embargo, el Ministerio de Transportes se ha opuesto a esta medida, por lo que será el consejo de ministros, como órgano superior, quien decida a quién da la razón.
Un problema «internacional»
Desde la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores, Carlos Antón ha mostrado su defensa de lo resuelto por la cartera de Teresa Ribera. «Hay una Declaración de Impacto Ambiental y pediremos que se ejecuten esas medidas. No vamos a renunciar al bombeo de agua que se nos está yendo para Asturias».
El consejo de ministros deberá resolver esta disyuntiva. Si no da la razón a Transición Ecológica, la federación recurrirá a la vía judicial y presentará escrito ante el Tribunal Supremo. «Se han ido decenas de hectómetros cúbicos al Cantábrico y eso se pierde en una cuenca internacional como la del Duero-Douro». Y es que, tal como apuntan, la cuestión de las filtraciones de la variante es un problema «internacional», al verse afectado también Portugal. «Son litros que podrían ir a parar a Portugal, en cumplimiento del Convenio de Albufeira, sin que se perjudique, por ejemplo, al Páramo Leonés». Y es que esta situación no perjudica solo a los ganaderos de Villamanín, que han visto cómo campos de regadío se han convertido al secano, sino que también lo hace a una ciudad como León que se nutre del caudal ecológico del Bernesga, regado desde el embalse de Casares donde se almacenaría ese agua.
Insistiendo en que «el agua que va a Asturias no sale por Oporto, se recuerda que hasta ahora la Comisión Europea no ha intervenido porque el Gobierno de España está trabajando en esta resolución. «Si al final el Gobierno dijera que no hace nada, abriríamos una queja comunitaria», explica el abogado. «Los leoneses no tenemos la obligación de soportarlo».
La alternativa
El planteamiento que hace la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores pasaría por una solución «de superficie» -tras descartarse el bombeo a través de los túneles- que permita llevar el agua al embalse de Casares de Arbás. Esta alternativa tendría un coste de entre 30 y 40 millones de obra, más tres o cuatro anuales de coste de mantenimiento. «En una obra de más de 4.000 millones no se puede renunciar a la seguridad hídrica. Es algo absolutamente exigible y obligatorio para el Estado», señala Antón.
La entidad emitirá un escrito para exigir que se empiece a hacer el análisis y los estudios de bombeo y exigir el cumplimiento de la Declaración de Impacto Ambiental que pide reparar el daño.
Carlos Antón pide, además, la unidad de las administraciones, como Junta, Diputación o Confederación Hidrográfica del Duero, para reclamar todos los millones de litros que se van. «La federación siente soledad en la defensa de los intereses de León». Por ello exigen a las instituciones «que actúen» y que hagan ver al presidente del Gobierno que «no nos oponemos a que el tren circule, pero hay que invertir lo que León merece y gastar esos 40 millones». Todo ello para evitar que una obra de ingeniería «modélica» sea una «chapuza» en pleno corazón de la Cordillera Cantábrica, de la Red Natura 2000 y una zona Reserva de la Biosfera a la que se deja sin agua.
