Los Mavs de Doncic no paran: alargan el invicto y líderes del Oeste – AS

Luka Doncic es humano, pero los Mavericks demuestran que puede ganar sin su mejor jugador al mejor nivel. Lo hicieron ante los Bulls, encadenando así su cuarta victoria en cuatro partidos y, aprovechando así la derrota de los Nuggets, ascendiendo al liderato de la Conferencia Oeste de la NBA. Es un 4-0 para el equipo de Jason Kidd, único equipo invicto de la NBA junto a Boston Celtics (líderes del Este) y uno de los que mejor forma física está mostrando en este inicio frenético, en el que había muchas dudas en torno a un proyecto que, de momento, ha empezado con buen pie. Pistons, Spurs, Nets y ahora Timberwolves son las cuatro víctimas que de momento han tenido los texanos en este inicio de regular season, que contrasta mucho con el final de la anterior. El próximo partido lo tendrán precisamente ante los Nuggets (la noche del viernes al sábado, a las 03:00 en el League Pass) y en Colorado: ahí veremos si estamos hablando de una simple casualidad o si, sin embargo, hay motivos para creer en los Mavs.

Y eso que Doncic demostró que, efectivamente, es un ser terrenal. Tras exhibiciones absolutamente increíbles y promedios locos que le permitían promediar hasta 39 puntos por noche en este inicio de curso, el esloveno vio frenada su racha… y el equipo ganó. Una buena noticia si tenemos en cuenta la enorme dependencia que tiene el sistema de los Mavs de su jugador franquicia, uno que se resiente mucho si no está en pista y a su mejor nivel. El base se quedó esta vez en 18 puntos, 7 rebotes y 10 asistencias, sin cebarse, intentando 18 lanzamientos (con 6 aciertos), 6 en el último cuarto (para 6 puntos), y sabiendo encontrar a sus compañeros cuando era necesario. Y perdió 6 balones, pero consiguió un +11 con él en pista. Evidentemente, no es una buena actuación por su parte, pero es muy positivo para el equipo sumar sin el mejor nivel de su principal referencia y no depender de sus números estratosféricos de forma constante.

Los Mavs, sí, ganaron: lo hicieron con 25 puntos de Grant Williams, que lo metió casi todo (7 de 9 en triples), con 17 tantos y un mate espectacular al final del tercer cuarto de Derrick Jones y con 24 de Tim Hardaway desde el banquillo. Fue precisamente un 3+1 del escolta en el último periodo el que dio aire a los locales cuando iban perdiendo (90-92) y a pase de Deeck Lively, que atrapó previamente el rebote ofensivo y cuajó otra fantástica actuación a pesar de tener tan sólo 5 intentos de tiro: 6 puntos, 13 rebotes, 6 asistencias, 2 robos y 1 tapón para él. Josh Green estuvo gris, pero convirtió un triple desde la esquina a pase de Doncic que puso un 109-100 en la recta final que se volvió definitivo. Y nada pudieron hacer los Bulls, cada vez más desapercibidos y abocados a una reconstrucción eternamente postergada que nadie quiere iniciar pero que se va a tener que poner en marcha, por mucho que le pese a según quién.

Nikola Vucevic se fue a 21 tantos y 20 rebotes y continúa siendo una máquina de crear estadística y tener imanes en las manos para los rechaces, todo ello insulso, por su imposibilidad para trasladar la estadística al juego del equipo y la del equipo de adaptarse a él. Zach LaVine con 22 puntos (7 de 17 en tiros), sigue con la cabeza puesta en cosas que no tienen que ver con esta temporada y ya veremos sin con este equipo, Coby White se quedó en 10 tantos y Alex Caruso, desde el banquillo, en 6+4+1, sin poder ejercer del espectacular defensor y capitán de las intangibles que gustaba a todo el mundo hace muy poco. Jevon Carter, con 12 puntos en 15 minutos, representó una de las mejores noticias para los suyos, al igual que los 8 en poco más de 10 de Ayo Dosunmu. Pero el récord de 2-3 deja en la parte baja de la tabla a una plantilla que pasa cada vez más desapercibida, cuyo entrenador está sentenciado (Billy Donovan), y cuya desintegración podría llegar más pronto que tarde. El resto de la NBA espera expectante: Daryl Morey, ojo, incluido.

Entre tanto, los Mavs siguen sumando. Disputaron las finales de Conferencia hace dos primaveras, las primeras de la franquicia desde 2011, pero el camino de rosas que se preveía para ellos se frenó sin que nadie pudiera remediarlo el curso pasado, cuando lograron un récord nefasto (38-44) y se quedaron fuera de los playoffs y del play in, esto último auspiciado por ellos mismos al querer entrar en la lotería del draft y renunciar a los últimos partidos, sentando a sus principales estrellas, Luka Doncic y Kyrie incluidos. Irvin precisamente no ha jugado hoy y su presencia está siendo intermitente por sus problemas en el pie, aunque ha disputado dos de los cuatro partidos posibles con aceptables números (19,5 tantos), pero pésimos tiros de campo. Si su nivel aumenta y los Mavs siguen sumando victorias, podríamos estar hablando de una de las revelaciones de la temporada en este inicio. Eso sí, de momento queda mucho para ello y hay que guardar un contenido optimismo: por un lado, es precipitado sacar conclusiones a estas alturas de la temporada. Por el otro, claro, con Luka Doncic todo es posible.

MINNESOTA TIMBERWOLVES 110 – 89 DENVER NUGGETS

Es una de las noticias de la noche y afecta directamente a los Mavs, que veremos realmente cómo están cuando jueguen en la altitud que da la Mile High de Denver, en las Montañas Rocosas. La visita de los Nuggets a Minnesota fue algo diferente y acabó con su invicto: Jamal Murray acabó con 14 puntos y Nikola Jokic se fue a 25+10, pero el 6 de 33 en triples fue una losa demasiado pesada que los Wolves aprovecharon perfectamente, especialmente en un último cuarto en el que los vigentes campeones acumularon un 1 de 14, haciendo así imposible la remontada. Los Wolves, necesitados de victorias, tuvieron a un Anthony Edwards más contenido (empezó muy desquiciado los primeros encuentros), que se fue a 24 puntos. Y contó con 21 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias de Karl-Anthony Towns. Rudy Gobert se quedó sin anotar en juego (0 de 7 en tiros y 4 de 4 en tiros libres) y aportó 12 rebotes. Un resultado que no cambia en nada el favoritismo de los Nuggets y que podría dar algo de aire a unos Wolves que lo necesitan. Sin duda.

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