Haliburton, Anthony Edwards, Brandon Ingram, Jalen Brunson y un elenco de estrellas NBA son batibles. Lo ha confirmado Lituania (104-110), un grupo de depredadores adictos a ganar que han heredado de decenas de generaciones el don de competir cada partido hasta el último segundo, con un roster de androides o un núcleo sólido de europeos con algún apoyo de la liga norteamericana. Fue en un partido milagro, con un acierto exterior de concurso y un inicio perfecto. Y lo de perfecto no es un decir.
Ya se intuía que esta generación no tenía a LeBron James, Stephen Curry o Kevin Durant, pero sí doce jugadores NBA, escogidos con dedicación por Kerr, que mezclan roles estelares con especialistas al otro lado del charco. Juventud, piernas, tiro exterior, defensa… Una lista para ganar el Mundial, aunque este año eso de ganar a Estados Unidos ya no fuera la utopía de antaño. ¿Y ahora qué?
Lituania, de momento, ha dado claves para castigar el talento estadounidense. Movimiento de balón, leer defensas y buscar el tiro abierto constante a través de la rotación del ataque. Y aunque parezca baladí: coger ventaja pronto. El físico del Team USA es inabarcable y su talento individual aparecerá, sea en un momento o en otro. Aun con el partido perdido, en la recta final se resignaron a bajar los brazos, con Brunson tirando del carro buscando una remontada heroica. No la lograron y el liderato del grupo se quedó para una valiente Lituania.
Lo suyo es similar a lo que ocurre como España. Da igual el equipo que tengan: nunca hay que darles por muertos. Lituania avanza como primera de grupo y se enfrentará en los cuartos de final a Serbia. Estados Unidos cae al otro lado del cuadro, en la primera derrota en lo que va de campeonato, y se verá las caras con Italia. Era el día que podían perder, pero no deja de ser revelador. No son invencibles.
Cuando ni siquiera tu estrella…
Kazys Maksvytis lanzó de inicio un órdago: ahoga el ataque estadounidense y castigar con piernas frescas desde el perímetro. Fue insólito: Lituania anotó 31 puntos en el primer cuarto, dejó a Estados Unidos en 12 y no falló ni un solo triple. ¡Llegaron a estar en 9/9 en el tiro exterior! El plan salió a la perfección. 19 arriba es más de lo que jamás podrían soñar, si bien eran conscientes de que no sería suficiente.
Pies firmes y a abordar un segundo cuarto en el que, de forma inevitable, Estados Unidos querría ponerse por delante antes de recortar la diferencia. Es una práctica habitual en este deporte, aunque con la bandera norteamericana en el pecho suele funcionar mejor. Lituania, que no rebajó su espectáculo en el lanzamiento de tres aguantó el tipo.
Ya en la segunda mitad, llegó el inevitable arreón que hizo temer al Manila Mall of Asia Arena que el milagro no llegaría. Lituania llegó seis arriba a un último cuarto para la historia de los Mundiales: ¡39-39! Un marcador más propio de toda una parte permitió a los lituanos mandar un mensaje al mundo. “Hoy por ti, mañana por mí”.
Anthony Edwards, autor de 35 puntos, no fue suficiente. Tampoco el empuje final de Brunson. Apunten: Bendzius, Brazdeikis, Dimsa, Kariniauskas, Kuzminskas, Sedekerskis y Valanciunas. Todos ellos estuvieron por encima de diez en su casillero. En su día, Michael Jordan pronunció la siguiente frase: “El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos“. Las palabras del GOAT, en aquel entonces, fueron terreno de inspiración para todo el planeta. Años después, su lema sigue vigente. Lituania, un señor equipo, ha tumbado a Estados Unidos. Puede quedar en testimonial, sí, pero la realidad es la que es. Este Mundial está más abierto que nunca.
