Lo increble despus del esperpento despachado por el Atltico es que Morata an estuviera a punto de rescatar las tablas en el arren final, despus de firmar un gol y topar con el poste en el empeo por el segundo. En todo caso Las Palmas ha ganado cuatro de los cinco ltimos partidos de Liga que ha jugado y es el segundo equipo menos goleado del campeonato. As que poca broma con Pimienta y sus muchachos. Entre el uno y los otros consiguieron que el rival viviera una de terror el viernes. El sueo de acostarse lder deriv en pesadilla tras una derrota que, ms all de los puntos que vuelan y de recuperar aquellas sensaciones de Mestalla que parecan olvidadas, deja decisiones del Cholo absolutamente cuestionables.
Porque si el personal hubiera tenido que apostar por los futbolistas que abandonaran el rectngulo para incluir en el litigio a Llorente y Correa, preparados ya en la banda, prcticamente nadie hubiera mencionado a Koke y Griezmann. Pues el 6 y el 7 fueron precisamente los elegidos por Simeone con desventaja mnima en el marcador, en una decisin sorprendente salvo que medie percance fsico desconocido mientras se escriben estas lneas, cuestin que con el Atltico por medio tampoco conviene descartar.
Pero es que a ese doble cambio sucedi otro doble cambio que tambin result desconcertante: Gimnez y Sal dentro, Witsel y De Paul fuera. El Cholo prescinda de los jugadores que se manejan con jerarqua, puede entenderse que por aadir energa a un equipo absolutamente superado en ese sentido. Pero la consecuencia fue una prdida de personalidad que no consigui mejorar lo que ya se vena perpetrando, ms all de que la vergenza torera de Riquelme, Barrios y Morata an procurara un susto para Las Palmas que, en todo caso, no tena que preocuparse por los ocho minutos de prolongacin. Ya perdan Savic o Gimnez, enredados en trifulcas, todo el tiempo que haba que perder.
Es Griezmann el que tir un taconazo en su propio campo para que Mika Mrmol interceptara, Cardona rescatara la pelota sobre la lnea de banda, Moleiro diera continuidad a la jugada, Javi Muoz dejara pasar entre sus piernas y Kirian sacara un zapatazo desde la frontal que no encontr respuesta en un Oblak al que definitivamente se le han conocido tiempos mejores. Mientras todo eso suceda, parte de la tropa rojiblanca andaba reclamando que la accin era ilegal por haber salido el esfrico. Como la tecnologa no lo demostr, el Gran Canaria pudo darse a la fiesta. La segunda parte viva todava su amanecer, pero aquello rompa el partido. Luego llegaron los cambios… y el segundo amarillo a mayor gloria de Benito, otra vez con Oblak a por uvas.
Al Atltico le toc masticar piedras en Gran Canaria. Nunca se le not cmodo en ese afn que se trae ahora por sacar jugadas todas y cada una de las pelotas, porque los futbolistas de Las Palmas encimaban al que la llevaba pero tambin al que poda recibirla. Pimienta condiment un partido que se atragantaba en clave rojiblanca y apenas uno de esos pases que Griezmann imagina y luego traduce a la realidad sirvi para romper una vez el sistema defensivo local antes del descanso. O no del todo, porque la presencia cercana de Surez contribuy a entorpecer lo que pareca un mano a mano de Riquelme con Valles del que en cualquier caso sali triunfador el segundo.
Ms all de eso, apenas disparos de Barrios o De Paul a las manos del meta amarillo. A vueltas con los citados, el mediocampo visitante no acababa de hacerse con el timn, sorprendido quizs por el despliegue de Javi Muoz o por la capacidad colectiva para tocar sin descomponerse. Las Palmas andaba firmando un partido notable al que le faltaba el rea para ser sobresaliente. Por ah es por donde surgan los problemas de Pimienta: por la falta de gol. Algn remate que fue poca cosa o alguna maniobra de Munir, poco para lo que mereca la capacidad de romper por la derecha que luca Marvin. En ese sentido Riquelme sufra en defensa ms incluso de lo que haca sufrir en ataque.
Tan acadmico resultaba aquello que Melero no entendi conveniente aadir un segundo de ms a los 45 minutos del primer acto. En tiempos de prolongaciones eternas, la del colegiado andaluz result otra decisin curiosa, ms all de que la viniera anunciando con su afn por que se siguiera jugando ya hubiera hasta tres tipos tirados sobre el pasto. Que el csped fuera campo de minas para el Atltico no se traduca en agresividad mal entendida, ms bien todo lo contrario. Se apretaba a base de bien, sin concesiones, pero se respetaba el reglamento. Y en el refrigerio aquello estaba como al principio. Sin nada que llevarse a la boca. Luego todo cambi, incluso en lo que al aadido respecta. Uno por aqu, otro por all y no hay Morata que valga. Las Palmas, para el que las merece.
