La supresión de las jaulas encarecerá la carne en el super – Diario Palentino

Las organizaciones profesionales agrarias (opas) denuncian que la modificación de la normativa europea reguladora del modelo de producción de carne que plantean enBruselas «provocará un incremento de precios en el supermercado en los sectores más afectados por esta medida, porcino, avícola y cunícola». De ratificarse esta medida, explican que las jaulas actuales tendrán que desaparecer de las naves y descenderá la ratio de animales por superficie, entre otras cuestiones. Todo ello provocará, bajo su punto de vista, que los ganaderos tengan que afrontar nuevas inversiones en sus explotaciones o reducir la producción.

Actualmente, según los datos facilitados por la delegación territorial de la Junta de Castilla y León, se encuentran activas 185 granjas porcinas, 515 de aves de corral (donde se incluyen las gallinas, los pavos, las pintadas, los patos, las ocas, las codornices, las palomas, los faisanes, las perdices y las ratites) y 78 cunícolas, que engloban a conejos y liebres.

Desde las opas explican que no son cifras muy elevadas en comparación con otros animales, pero lamentan que, estas decisiones comunitarias, puedan contribuir a que el número en el futuro sea menor.

En cambio, en las ganaderías de ovino y de vacuno de la provincia, en líneas generales, no se registrarían problemas importantes por este motivo, según detallan los responsables de las organizaciones agrarias.

El presidente provincial de COAG, David Tejerina, ataca duramente el planteamiento europeo y opina que se producirá una caída en la producción. «Estamos totalmente en contra de este tipo de medidas. Serían la puntilla para estos sectores», asevera. «La gente de Bruselas no sé que pensará que vamos a comer o quizá piensen en traerlo todo de otros países», critica. Además, lamenta que a la hora de críar animales impongan normas que no exigen a los productores de terceros países que luego tienen el mercado europeo abierto. De hecho, pone el ejemplo de que un empresario, hace tres años, por la aplicación de una norma anterior, tuvo que cambiar unas jaulas «que aún está pagando porque cuestan un montón de dinero». Ante esta situación, vendió las anteriores y pasaron a utilizarse en Marruecos. «Y luego esos productos vienen a España, como pasa con el tomate y con todo. Aquí no hay claúsulas espejo. Se nos exige una serie de cosas y a los de fuera no», añade.

Por ello, el dirigente de COAG tiene la esperanza de que el resultado de las próximas elecciones europeas, que se celebrarán en junio  de 2024, provoque un cambio en la configuración del Parlamento europeo y que acabe por no aprobar esta normativa. «Esperemos que entre nueva gente que ponga los pies en el suelo y piense en lo que queremos: o depender de fuera o seguir produciendo alimentos con unos estándares de calidad que no cumplen los que vienen de fuera», insiste.

Sus primeras estimaciones son especialmente negativas cuando habla de las granjas de conejos.«Tendrían que cerrar todas o vender el animal a 10 euros/kilo. No sé si el cliente está dispuesto a pagar eso. O un precio similar por los pollos, porque ahora, al tener que estar sueltos, pasarían a ser como pollos de corral al no poder seguir engordándose en jaulas», asegura.

En líneas similares se expresa el presidente de Asaja Palencia, José Luis Marcos, quien asegura que esta medida, de llevarse a cabo,«sería una normativa más en contra de la agricultura y de la ganadería que están llegando desde Europa». «Es algo inviable que una persona que haya montado hace poco tiempo una granja de pollos o de gallinas con jaulas tenga que transformar todo», explica el responsable de la opa mayoritaria en la provincia. Según expone, implica que caiga la producción de animales y que «las inversiones que aún no han amortizado no valgan para nada».

«Es una ruina para el sector», vaticina Marcos, quien comprende que se hable de subidas en el precio de la carne por haber menos animales. Eso sí, pese a esa subida, declara que «seguirán sin salirle las cuentas al productor, como siempre». El responsable de Asaja explica que «había gente con ilusión por montar granjas de pavos y pollos, pero se ha quedado todo paralizado por este plan».

Por último, el secretario provincial de UPA, Blas Donis, explica que esta normativa, que, a su juicio, «no está muy conectada con la realidad» en varios de sus preceptos (que van más allá de la eliminación de jaulas y la reducción de la densidad de animales), provocará que los ganaderos tengan que volver a hacer una inversión económica. «Será un coste añadido que probablemente repercuta en la cesta de la compra», comenta. Por ello, reclama un proceso de adaptación de las granjas «que no sea a costa del productor» para que muchos «no se encuentren ante el dilema de invertir dinero o de cerrar la explotación».

Además, Donis recuerda que este tipo de granjas ya han sufrido en los últimos años «por los altos costes de producción». Entre los gastos que tienen que afrontar, cita expecificamente la energía. «Son granjas que, en determinados casos, tienen un sistema de calefacción añadido para que los animales tengan un cierto confort, por lo que no es el momento más boyante para estos ganaderos», concluye el responsable de UPA.

900 cerdos menos

Clemente Prieto, ganadero de porcino de Baltanás, sería uno de los afectados, ya que tendría que reducir su producción, lo que conllevaría unas perdidas anuales de unos 12.000 euros

Palencia, como reconocen los dirigentes de las opas, no es una provincia donde abunden las granjas avícolas, cunícolas y porcinas, pero, aún así, hay ganaderos a los que afectaría la entrada en vigor de esta normativa. Uno de ellos es Clemente Prieto, responsable de una explotación en Baltanás de 2.308 cerdos. Según los primeros cálculos, podría perder, por falta de espacio, 900 cerdos, lo que provocaría que dejara de ingresar anualmente unos 12.000 euros. 

Bajo su punto de vista, esta medida vendría a sumarse a otras que ya están aplicándose y que «han empeorado el bienestar animal». Entre ellas cita la prohibición de cortar los colmillos a los animales. «Tuve que comprar juguetes antiestrés para que los cerdos los muerdan. Al principio sí que los hacían caso, pero al cabo de cuatro meses ya no», comenta el empresario cerrateño.

Después de escuchar estos planteamientos, Prieto no es muy optimista respecto al futuro de la ganadería. «Este sector en general tiende a desaparecer», lamenta. Y eso que defiende que la carne de España «es de muy buena calidad». Para defender su postura, explica que pasan numerosos controles mientras que en terceros países no es así. «¿Cuándo se carguen la ganadería de Europa de dónde la van a traer?¿De un país que no tenga ningún tipo de control?», se pregunta el ganadero.En este punto tiene una opinión similar al presidente provincial de Coag, David Tejerina, quien explica que los alimentos producidos fuera de la UniónEuropea «no cumplen con los estándares de calidad» que se exigen dentro del territorio comunitario.

CONEJOS. Por su parte, el ganadero cunícola Pedro Núñez, de Castrillo de Don Juan, comenta que la modificación que plantean en la UniónEuropea  «no ofrece ninguna ventaja a nivel productivo». Además, duda de que beneficie completamente a los animales.«Con la eliminación de las jaulas, los animales tienen más espacio, pero también hay inconvenientes, puesto que se multiplicarían las peleas entre conejos de diferentes camadas y no se toleran mucho. Habrá problemas en ese aspecto», apunta antes de explicar que «es inviable» que se críen en el suelo.«Al estar en contacto con las heces también lo estarían con los parásitos», añade.

Núñez, que actualmente dispone de una explotación de 1.000 madres, comenta que, de recibir luz verde este planteamiento, tendría que hacer una importante inversión. «Y creo que esto llevaría a que muchos ganaderos no continuasen con la explotación. El coste, aunque les ayuden, será inmenso», lamenta. Y, por último, opina que la viabilidad se complicará mucho si algún productor apuesta por reducir el número.