Siguen pasando los días y no cesan los problemas en unas WTA Finals 2023 que empezaron mal y han terminado todavía peor. No son pocos los fallos que se han cometido a nivel organizativo en un torneo que debería haber sido la fiesta final del tenis femenino y que ha destapado las vergüenzas de un circuito que merece mucho más que lo que se ha visto esta semana en Cancún.
Si algo pudo haber salido mal en este torneo, no solo salió mal, sino que fue a peor. La lista de despropósitos empieza con el nombramiento de la sede a apenas un mes y medio del inicio. Falta total de organización ante un evento de este calibre. Imposibilidad de hacer campaña de publicidad y retraso en la venta de entradas. Este era el tercer año consecutivo que sucedía algo así, pero lo de este año no ha tenido parangón.
Todo explota cuando todos llegan a Cancún. Ahí descubren que la pista principal del evento (solo una) no está construida. Las obras avanzan lo más rápido posible ante unas jugadoras que apenas tienen dos pistas para entrenar. Las quejas empiezan a aumentar cuando el estadio sigue sin terminarse y no pueden entrenar en la pista donde se van a disputar el último gran título del año. Alguna, como Rybakina, ni siquiera tiene la opción de probarla por más de 20 minutos antes de debutar.
Las tenistas aprovecharon sus ruedas de prensa en el Media Day para quejarse y alzar la voz ante lo que consideraban una falta total de organización por parte de la WTA, con Steve Simon en el centro de la diana. A tal punto llegó el hartazgo de las tenistas que se hizo público a mitad de semana que el mes pasado le mandaron una carta donde pedían cambios y responsabilidades ante lo que consideraban un mal liderazgo y organización del circuito femenino. La cosa empezaba a calentarse.
En este punto, la situación estaba más que tensa, pero todo iba a ponerse mucho peor cuando llegó la lluvia y el viento. En un sitio como Cancún, en pleno noviembre, es normal tener días de lluvia ya que es la época para ello. Al no tener techo, la cosa se complicó. Llegó el agua y el viento, y la arena empezó a colarse por los bajos del estadio y llegó a la pista, que también acumuló agua al no tener vías de salida de este elemento. En pocos días, los operarios, demasiado pudieron hacer.
A esto se suma una pista con bote irregular. Todos hemos visto el bote de la pelota en algunos partidos donde apenas salía escupida del suelo. Las tenistas ni se lo podían creer. Se hizo viral la imagen de alguna jugadora señalando a cámara con el dedo pulgar hacia arriba, sonriendo de manera irónica ante una cancha más propia de un vecindario que de un torneo de esta categoría.
El final de fiesta, aguado
Llegó el fin de semana, y con él, las lluvias torrenciales. El sábado solo se pudo terminar la primera semifinal, viéndose obligados a suspender el encuentro entre Sabalenka y Swiatek para pasar la final al lunes. Esto quiere decir que Pegula tendrá un día más de descanso que la otra finalista. Pero, por si fuera poco, el martes inicia la BJKC en Sevilla. Otro torneo en otro continente. Si las tenistas hubieran tenido que jugar en la capital andaluza, nadie sabe lo que habría sucedido puesto que no existe tiempo para volar desde México a Sevilla de un día para otro para salir a jugar. Un ridículo mayúsculo que pone en el disparadero a Steve Simon.
Esta es la lista de cosas que no se han hecho bien en las WTA Finals 2023, en lo que debía ser la fiesta final del tenis femenino:
-Sede decidida hace mes y medio
-Estadio principal finalizado a solo un día del inicio
-Solo dos pistas de entrenamiento
-Las jugadoras debutaron… pic.twitter.com/YkL8WDR6S7— José Morón (@jmgmoron) November 5, 2023
El mandamás de la WTA ha permanecido en silencio durante toda la semana y nadie de esta entidad ha salido ante los medios para dar explicaciones y asumir responsabilidades. A solo un día del final, nadie sabe si desde la WTA van a dar la cara ante lo que ha sucedido esta semana en Cancún. Un silencio que esconde una sonrojante manera de proceder ante lo que todo el mundo está viendo, que la WTA está liderada por gente que parece no saber muy bien cómo conducir un coche que tiene para alcanzar velocidades mucho mayores de lo que lo está haciendo.
Parece claro que el final del mandato de Simon se encuentra cerca. La situación se ha vuelto totalmente insostenible y son varias las voces que piden un cambio de liderazgo y que una mujer se encargue de tratar este producto de la manera que se merece. Mientras tanto, todos siguen presenciando cómo se desarrollan estas Finals de la vergüenza en la semana en la que todo el mundo fue testigo de cómo no se debe organizar una institución con tanta historia como esta ante un cambio futuro que parece inevitable y necesario.
