Oblak: No había tenido apenas trabajo, pero un desvío de Morata hacia su portería en un córner le obligó a sacar una mano de puros reflejos. Paradón para evitar el 1-1 que podía complicar el partido. El resto del encuentro fue mero espectador de la goleada de su equipo. Importante portería a cero.
Nahuel Molina: No fue el más afinado, aunque no dudó en sumarse al ataque con constancia. Esta temporada no ha encontrado el vuelo del final del curso pasado, menos determinante pese a que siempre deja un enorme despliegue físico. Está menos fino con balón. Sustituido en los minutos finales por Azpilicueta.
Witsel: Es la veteranía y seguridad personalizada. Siempre bien colocado, en el lugar que pide la jugada para cortar, encimar o adelantarse. El belga está en un gran momento y es un valor extra en la salida de pelota. Tanto es así que Simeone prefirió sacar a Savic del once para dar entrada a Giménez. No copa los focos, pero dejó una muy buena actuación.
Giménez: Cuando está sano tiene que jugar, es la sangre de la defensa. Se situó en el centro de la línea de centrales, desplazando a Witsel al perfil derecho. Y la retaguardia estuvo mucho más segura. Fantástica asistencia de cabeza para el gol de Morata, una dejada de muchísimos quilates aprovechando el envío de Griezmann. Conseguida su asistencia, buscó el gol con un testarazo que se estrelló en el larguero. Ojalá le respeten las lesiones, es un central que marca diferencias.
Hermoso: Maeda comenzó buscándole las cosquillas al igual que en Glasgow, pero el japonés se propasó con un fuerte plantillazo al madrileño que le costó la roja. Sin la presencia constante de un extremo a su espalda, vivió mucho más cómodo. Sumándose al medio para iniciar el juego y también saltando líneas a la hora de marcar a los jugadores escoceses entre líneas.
Riquelme: Se ha ganado su sitio en el carril izquierdo durante la lesión de Lino, hay una bonita competencia con el regreso del brasileño. Finísimo en ataque, un martillo por la izquierda. De su centro con la zurda surgió el gol de Griezmann. Vertical, rápido, con una conducción sobresaliente… cuando sale con metros es peligroso y, además, bonito. La expulsión de Maeda tan temprana le libró de un problema a su espalda y le liberó para atacar constantemente. No paró de percutir por el costado. Gran crecimiento, notable partido. No sería extraño que Simeone tenga que modificar sus esquemas para dar cabida a los dos, Riquelme y Lino juntos.
Koke: Acercarle a Griezmann es facilitarle el trabajo. Siempre busca el francés entre líneas, sabe que es el mejor jugador de la plantilla y hay que potenciarle. El nuevo sistema le exigía una mayor atención a la espalda en defensa, con muchos futbolistas ofensivos en el Atleti que podían descuidar sus tareas en defensa. Griezmann demostró pronto que él no iba a ser y la roja a Maeda fue una bendición. El capitán se adueñó del medio, los ataques pasaban por él y siempre bien colocado para recoger los balones divididos. De nuevo, actuación valiosísima.
Barrios: La tercera generación de la cantera en el once, la última camada para sumarse a Koke y Riquelme. Examen exigente a la hora de abarcar mucho campo que fue resolviendo sin excesivas complicaciones. Buscaba ofrecerse a Koke en la salida de pelota y potenciar a Nahuel Molina en la banda derecha, aunque los ataques colchoneros de la primera mitad se centraban por el otro costado. Sustituido al descanso por Llorente, bien solventada su primera mitad.
Griezmann: Futbolista descomunal. Si no le valoran en los premios individuales, el francés hace que el balón pase a ser de oro cuando circula por sus botas. Su posición era la principal novedad en el esquema de Simeone. En el perfil izquierdo del tridente del medio, escoltado por Koke y Barrios y permitiendo la presencia de Correa en la delantera junto a Morata. Y la primera que tuvo fue para adentro. Recogió un despeje en la frontal y golpeo cruzado, golazo. Es el mejor en ataque… y en defensa. Encomiable labor en las ayudas. Puso un centro brillante en el segundo gol y consiguió el tercero con una tijera maravillosa. Sustituido a la hora de partido con el trabajo hecho, sus partidos son una oda al fútbol.
Correa: La presencia de Griezmann en el medio le abría las puertas de la titularidad. No paró de moverse, ofrecerse, girar y aparecer en zonas donde podía hacer daño a la defensa del Celtic. El palo le arrebató el gol, pero fue un dolor de cabeza constante para la zaga escocesa y demuestra una vez más que siempre que juega suma y que mezcla de perlas con Griezmann y Morata. Un experimento a utilizar en más ocasiones.
Morata: Nunca en su carrera había visto la portería tan grande. Suma y sigue, doblete de nueve puro, meter las que tienes. Ya son cinco en Champions, siete en Liga y cuatro más con España. Está en el momento de mayor madurez de su carrera. Y eso que el fuera de juego había aparecido previamente para quitarle un gol, pero se desmarcó en el momento justo para aprovechar la dejada de Giménez y anotar el segundo del partido. El cuarto fue extraordinario, controlando con la derecha, poniéndosela en la izquierda y rematando con violencia y colocación. Golazo. No necesita excesivo protagonismo, las que le llegan van para adentro.
Lino no quiere perder protagonismo
Llorente: La modificación en el descanso para poner músculo en el medio en el lugar de Barrios. Y tienen cualidades muy diferentes. Si Barrios es pausa y balón, Llorente es vértigo constante, acciones al espacio en velocidad que hicieron daño a la zaga del Celtic. Participó en varios de los goles y dejó una gran jugada en el palo de Correa. Los suplentes sumaron.
Lino: De vuelta tras la lesión, entró con la energía que le pedía el partido. Ha visto la evolución de Riquelme y no quiere perder su peso en el equipo y anotó un golazo espectacular por la escuadra. Dejada con el pecho para el doblete de Morata, remate que le cayó a Saúl para el sexto y nuevo intento de marcar con la rosca. Poco más se le puede pedir a un suplente. Participó en tres goles.
Saúl: Suma un nuevo tanto en Champions, competición que le sonríe. Siempre importante para el ilicitano sumar en ese apartado. Entró por Griezmann para dar descanso al francés y ocupar ese perfil izquierdo en el medio. El Celtic ya estaba hundido y siguió haciendo daño al equipo escocés.
Azpilicueta: Entró por Nahuel Molina en el carril derecho. Solventó sin problemas las pocas intentonas visitantes y se sumó con alegría al ataque.
Söyüncü: Últimos minutos en la retaguardia para dar descanso a Giménez. Vio una amarilla por frenar una contra. Se le está viendo poco, pero es importante que esté preparado para aportar.
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