Hace unos años, cuando los jugadores lo veían entrar por primera vez en el vestuario no podían evitar preguntarse “¿Quién es este tipo bajito y delgado?”. Mike McDaniel (6/3/1983, Aurora, Colorado, EE.UU.) es mucho más que un tipo de 1’75 m. con unas gafas con montura negra y una actitud de surfista ‘geek’. Es cierto que su aspecto no cuadra con el estereotipo de exjugador de fútbol americano pero pronto entendieron los fornidos jugadores porque estaba en el staff técnico ofensivo.
Cursó en Yale una licenciatura de Historia y entró a jugar para el equipo de fútbol americano como receptor. Nunca atrapó un pase, pero lideró al equipo en compromiso y motivación durante la temporada lo que le valió una distinción especial de la universidad. Algo ya había de madera de entrenador en su interior.
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Tuteando a Chiefs y Eagles
La apuesta de los propietarios de los Miami Dolphins en febrero de 2022 sorprendió a propios y extraños: McDaniel, de 39 años, no tenía el caché de otros veteranos para hacer renacer al equipo de Florida. Pero sabían lo que se hacían. Los vigentes campeones de la NFL, los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes tienen motivos suficientes para ver en los Dolphins un serio rival en la Conferencia Americana en pos de buscar la final de la Super Bowl. Aunque el pasado domingo se enfrentaron y el resultado quedó en un 21-14 a favor de Kansas, hay otros números en las estadísticas que indican un potencial ofensivo: vencieron en yardas ganadas por aire y por tierra, en el total de jugadas y en tiempo de posesión.
En la presente temporada y disputados 9 partidos llevan 6 victorias por 3 derrotas mientras los intratables Eagles (8-1), Ravens (7-2) y Kansas (7-2) les van por delante. Pero donde siguen destacando los Dolphins es en ataque: suman 285 puntos a favor mientras los Eagles están con 252 y Kansas 208. Solo a modo de ejemplo: en la 3ª jornada los Dolphins endosaron un 70-20 a los Broncos con un récord que no se rompía desde 1951.
Fichaje sorpresa. Los propietarios no se equivocaron con McDaniel
Una carrera de aprendizaje
McDaniel empezó en su Colorado natal su andadura de aprendizaje recogiendo los balones en los entrenamientos de los Broncos en 2005, con 22 años y recién terminada la universidad. Se hizo amigo del hijo del entrenador que hacía de ayudante y, cuando al año siguiente fichó por los Texans de Houston, se lo llevó como asistente ofensivo. Allí empezó una carrera aprendiendo de los mejores entrenadores: unas temporadas (2011-13) en los Washington Redskins (ahora Washington Commanders), otra en los Cleveland Browns (2014), siguiendo por Atlanta Falcons (2015-16) y San Francisco 49ers (2017-2021) ocupando el puesto de entrenador de receptores primero, asistente ofensivo después, hasta llegar al segundo cargo más importante, el de Coordinador Ofensivo en los 49ers. Con este bagaje estaba más que preparado.
Estilo propio y un tipo chistoso
Cuando fue presentado en Miami, se describió a sí mismo con un trastorno obsesivo-compulsivo (no necesariamente malo para un entrenador) con una personalidad diferente a la de otros técnicos, cercano a los jugadores (por sus movimientos detectó que un receptor necesitaba lentes), aprovecha las fortalezas de sus jugadores y no exige atención cuando entra en una sala. Además hace chistes: los reporteros que seguían a los 49ers. solían llamar a sus conferencias de prensa semanales la ‘Hora de la Comedia de Mike McDaniel’.
A nivel deportivo modela un equipo construido alrededor de la línea ofensiva interior y sabe cómo quiere que se entrene a sus defensas. Explican sus jugadores que tiene “una habilidad especial para crear la jugada más limpia y sucia que puedas imaginar” y que “potencia el juego terrestre mucho más que el aéreo a base de tácticas”. Es audaz, como cuando probó el ‘tackle’ ofensivo en San Francisco.
Tua Tagovailoa, quaterback de los Dolphins, conversa con Mike McDaniel antes de un partido contra Las Vegas Raiders
Rehabilitado
Si se recorren los pasos de su vida, se encontrarán botellas de vodka vacías. Hace años le siguió el demonio de la dependencia del alcohol hasta que, en 2016, pasó tres semanas en un centro de rehabilitación de la que salió limpio. Una profunda depresión estaba alimentando su alcoholismo.
Uno de sus mantras es: “La adversidad es oportunidad”. Seguiremos su temporada a ver cuantas adversidades supera para llegar el 11 de febrero de 2024 a la final de la Super Bowl.
