Una semana en el Atlantis, un bergantín de 1905, escuchando y hablando de flamenco. Así se lo ha pasado una veintena de pasajeros que se embarcaron el miércoles en un barco faro en el puerto de Cartagena (Murcia) y que terminarán la travesía en Motril (Granada) una semana después.
Han asistido a bordo al espectáculo y a las conferencias ilustradas sobre el flamenco ofrecidas por el guitarrista y cantaor Ricardo Fernández del Moral, de la localidad ciudadrealeña de Daimiel, y la bailaora y coreógrafa gaditana Ofelia Márquez, quien ha impartido una clase maestra de sevillanas. «En estos seis días han aprendido a bailar perfectamente», asegura Ricardo.
Al pasaje le han explicado también cómo distinguir los palos -cada uno de los estilos de cante-, cómo diferenciar los ritmos o cómo se construye una guitarra, además de contarles anécdotas. Por ejemplo, desde cómo surgió el Festival Internacional del Cante de las Minas (Murcia) a cómo se creó el famoso ‘tirititrán’, una manera de empezar el cante por alegrías: «Chano Lobato contaba que una noche un cantaor tenía que cantar a una bailaora y no estaba en condiciones porque estaba ebrio. Como no le venía la letra, empezó cantando tirititrán y se ha quedado institucionalizado en el flamenco. Desde entonces, los cantaores flamencos empezamos todas las alegría por tirititrán».
Ricardo Fernández, que ha dado este martes la última charla, recuerda la anécdota mientras habla por teléfono con ABC desde su camarote en el barco. El bergantín, que viaja a una velocidad muy lenta en dirección a Motril, operaba en Hamburgo (Alemania), en 1985 fue retirado y acabó en 2005 en las manos de sus dueños actuales, que «lo han dejado de lujo». Su capacidad es de 140 pasajeros en navegación diurna y 36 pasajeros en pernocta, distribuidos en 18 camarotes dobles con baño y aire acondicionado.
El pasaje ha conocido hoy los duros comienzos de Ricardo Fernández, quien a través de las peñas flamencas fue cogiendo afición. «Al final, el flamenco me está devolviendo con creces los sufrimientos que me ocasionó aprender a tocar la guitarra en los primeros años de mi vida», se sincera.
En principio, la travesía iba a ser desde Cartagena a Cádiz, pasando por Almería y Málaga. Pero finalmente las millas náuticas han tenido que ser menos de las previstas debido las inclemencias meteorológicas, por lo que el recorrido ha sido modificado. Por ejemplo, los primeros días tuvieron que estar amarrados en el puerto de Cartagena, aunque sin perder la esencia del flamenco.
Ricardo y Ofelia también han participado en actuaciones en los puertos donde han arribado y a las que se han sumado otros artistas. Como sucederá esta noche en Motril, donde finaliza este viaje con mucho duende.
Oceanosophia, especializada en aventuras temáticas en el mar, es la empresa a la que se le ocurrió la idea, para la que ha contado con la productora musical Sol-A-Na, responsable del tablao Flamenco Real, en el Teatro Real de Madrid.
Del cantaor de Daimiel podrán disfrutar también en Estados Unidos en unos días. El 16 de noviembre, actuará en la Universidad Estatal de Nueva York en Old Westbury con motivo del Día Mundial del Flamenco, y al día siguiente lo hará en el barrio de Queens, en Terraza 7. Seguramente, Ricardo Fernández pondrá una pica en su primera visita a la ‘Gran Manzana’.
