PSOE y Junts han cerrado el acuerdo en virtud del cual, por los votos que le faltan a Pedro Sánchez para ser investido nuevamente como presidente del gobierno, éste entrega a los separatistas catalanes todo: amnistía, Cataluña nación y minoría nacional, preparación de un referéndum de autodeterminación, mediador, condonación deuda, cercanías Renfe, inversiones, retirada del Ejército, Policía Nacional y Guardia Civil, traspaso de las propiedades del Estado español, y cuanto diga la letra pequeña de prolijos documentos. Salvo la independencia directa, todo, todo, todo.
La pieza principal de este acuerdo increíble es la amnistía. Supondría que no existieron los delitos por los que fueron procesados y juzgados los golpistas de 2017 y los demás separatistas catalanes hasta ahora.
Si alcanza a realizarse, este acuerdo cambiará la hechura de la democracia española. Vaya, sería el fin de la democracia y de la integridad de España. Es un cambio sustancial, ¿verdad? Lo sería sin reforma constitucional, sólo por designio de un gobierno, mejor, por las exigencias de una persona. Lo sería sin mayoría parlamentaria reforzada, sin acuerdo ni consenso ni unanimidad, y eliminando la división de poderes. Vaya, simplemente, es un acuerdo entre delincuentes y a la medida de sus delitos, pasados y futuros.
Las consecuencias para la democracia española de este acuerdo serán muy graves. En primer lugar, este acuerdo es de muy hondo alcance porque cambia la legalidad: no serán delito ni el golpe de Estado separatista de una administración pública como la Generalitat ni las violencias de los separatistas. Entonces, naturalmente, ¡lo volverán a hacer!
En segundo lugar, este acuerdo es grave porque está promovido por el PSOE, partido clave en la instauración y desarrollo de la democracia española, que en todo el mundo es ejemplo de instauración democrática. Habida cuenta de los votantes y de la fuerza electoral que aún mantiene, sin el PSOE la democracia española será muy débil.
Empezará ahora la resistencia contra la implementación de este acuerdo. Veremos cual es la resistencia de las instituciones españolas, de las Cortes, de los jueces, y de los ciudadanos españoles.
Precio de este acuerdo
De nuevo, el caso español va a ser ejemplar. En este caso modelo de lo malo, de lo peor, de lo evitable, de lo nefasto, de lo surrealista. España puede ser ejemplo, de cómo caen las democracias o de un Estado fallido o del efecto contagio a otros países o de una élite extractiva.
Se trata, sin ambages del fin de la democracia española y de la integridad de España
A partir de la manifestación catalana del 8 de octubre de 2023 un tsunami democrático se ha extendido en toda España, en estos tiempos de geopolítica agravada, en los que varios dictadores del mundo se frotan las manos con lo que sucede en España.
En ningún caso debería perderse de vista la relación entre la vigencia del Estado de derecho e integridad de España
Como españoles, ya sólo nos queda esperar que los diputados al Congreso voten en conciencia
