IMPERATIVO, MÁS CONFIANZA EN LA CIENCIA PARA TENDER … – sectei-cdmx

• En el marco del Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo que se conmemora este 10 de noviembre, la doctora Ana María Cetto resaltó el trabajo de la Red ECOS para acercar la ciencia a la sociedad

• “La actividad científica es imprescindible, pero no suficiente, lo que se requiere es contenido científico en la educación”, Ana María Cetto

La ciencia ampliamente entendida se constituye en un puente entre las sociedades, las culturas y las naciones; ese es el valor de la ciencia y esperamos que así se entienda, expresó la doctora Ana María Cetto Kramis, investigadora del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el marco del Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, que se conmemora desde hace 21 años el 10 de noviembre.
La Red ECOS de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación, de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) de la Ciudad de México es un órgano colegiado que desarrolla un trabajo colaborativo interinstitucional en la Ciudad de México, en el que la doctora Cetto encabeza el grupo de trabajo “Diplomacia y Patrimonio de la Ciencia”.
Esta agrupación hace una gran labor en este sentido y es un ejemplo de que con esta forma de cooperación se pueden establecer puentes entre la ciencia y la sociedad para atender problemas, especificó.
La actividad científica es imprescindible, pero no suficiente, porque los científicos hacen esfuerzos en busca de soluciones en distintos campos; sin embargo, esa determinación no conduce a decisiones políticas, en las que entran otros actores en juego.

Como directora general adjunta del Organismo Internacional de Energía Atómica, la doctora Cetto fue galardonada junto con un amplio grupo de funcionarios con el Premio Nobel de la Paz en 2005 y como miembro del Consejo Ejecutivo de las Conferencias Pugwash, con el mismo lauro, en 1995.
“Lo que nosotros como científicos podemos aportar es una mejor comprensión de los fenómenos”, sostuvo. “Esta conmemoración permite promover que los ciudadanos estén informados sobre los avances en este ámbito y así crear sociedades más desarrolladas”, añadió.
Lo que se requiere es contenido científico en la educación, desde la básica, pues ayuda a razonar, a analizar los problemas, independientemente de si la persona decide dedicarse o no a la investigación.
“Y no me refiero únicamente a la biología o a las matemáticas, sino también a las ciencias sociales; si a los pequeños se les acostumbra a pensar críticamente, a buscar soluciones, lo aplicarán después en cualquier lugar donde se desempeñen; es una contribución de la ciencia”.
La doctora Cetto recordó que durante la pandemia la competencia comercial se convirtió en un freno porque se avanzó en la generación de vacunas, aunque no se hizo en forma rápida porque no estuvieron disponibles para todos los países.
Este año, el lema del Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo es “crear confianza en la ciencia”, un planteamiento que la doctora Cetto ejemplificó también con la contingencia, pues en algunas sociedades hubo una aceptación mayoritaria de la vacuna, pero en otras no. Es favorable que se aproveche este día para persuadir a la población al respecto.
La mejor forma de lograr que las personas tengan confianza, es acercarles la ciencia a través del sistema educativo como parte de nuestra cultura y formación; lo que ocurre es que no ha habido una aproximación adecuada desde los primeros años escolares, apuntó.

En un contexto mundial con conflictos armados en curso, migraciones y fenómenos relacionados con el cambio climático, la investigadora de la UNAM planteó la labor, difícil labor de la ciencia, para alcanzar la paz y el desarrollo.
“He estado involucrada en movimientos de la ciencia para la paz por muchos años, por momentos hemos sentido estar atados de manos, con cierta impotencia, entonces ¿qué pueden hacer los y las científicas?”
Recuerdo, por ejemplo, las sesiones en las que participé en el proyecto SESAME en Medio Oriente (una fuente de radiación sincrotrón en Jordania) y lo que vi fue a científicos de Palestina, Israel, Irán, Turquía, Egipto, sentados a la misma mesa, poniéndose de acuerdo y superando fronteras, indicó.
Sin la cooperación entre científicos y países para resolver problemáticas complejas estará muy lejano que la sociedad alcance los niveles de desarrollo deseados y mucho menos la paz. Por ello, argumentó, deben continuar los esfuerzos en este sentido.
“La paz no sólo si no se invade o destruye, significa crear las condiciones para una vida pacífica”.
Como integrante del Comité Directivo Mundial de Ciencia Abierta de la Unesco, donde representa a los países de América Latina y el Caribe, externó que esta entidad contribuye a la promoción de los objetivos del Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo.
“Se trata de una cultura diferente en el medio científico, en el educativo, para que la población sienta que la ciencia es algo que le compete y concierne. Tender puentes para alcanzar la paz con un desarrollo sostenible”, finalizó.