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¿Cuál tu plano detalle favorito de la historia del cine?


La huelga. Imagen: Goskino.

¿Qué es un plano detalle? Visualmente es un plano muy cerrado, centrado en una sola cosa. Normalmente la enunciación de un plano detalle se refiere a objetos y no a personas. Así, cuando el plano es tan cercano a un rostro que solo se ven sus ojos (como los míticos planos de Sergio Leone), se suele denominar primerísimo primer plano. Sin embargo, los planos detalle suelen ser de cosas, de todo tipo de cosas. 

Los planos detalle han pasado en la historia del cine más desapercibidos que otros tipos de planos o movimientos de cámara. Algunos cineastas los denostan y otros simplemente los ignoran, pero en el estudio del plano detalle hay también un estudio sobre el cine.

Algunos de los que se oponen a los planos detalle los rechazan porque los consideran la manera fácil de dar una información. Y es que uno de los usos habituales de esta forma cinematográfica es dar una información directamente. ¿Que es necesario saber la hora? Un reloj en el que claramente se ven las 23:59. ¿Que es necesario saber en qué país estamos? Un cartel con Bienvenido a España. Es innegable que a veces esta es la manera más fácil de dar una información, pero ¿que sea la más fácil la hace peor que otras más complejas? Algunos cineastas, por ponerse las cosas complicadas, crean tramas de difícil comprensión porque el espectador carece de información que quizás hubiera sido muy fácil dársela con un plano detalle. Pero también hay que reconocer que algunos de estos planos detalle, los más pedagógicos, parecen considerar al espectador incapaz de deducir por sí mismos esa información, que por otra parte muchas veces además de evidente es innecesaria.

Pero además de los planos detalle informativos, hay muchos planos detalle cuya función principal no es dar un dato exacto, aunque todos los planos, incluso los primerísimos primeros planos de Sergio Leone, tienen una función informativa. Podríamos diferenciar esos planos, cuyo objetivo principal es dar una información concreta al espectador, de los que tienen un objetivo más atmosférico, metafórico o de hacer avanzar la acción. O simplemente, de «entretenimiento visual». 

Algunos planos detalle sirven para narrar sucesos verdaderamente importantes en una historia, que podrían mostrarse simplemente filmando la acción, pero que deciden representar mediante un plano detalle simbólico. A lo largo de la historia del cine, muchos cineastas, si no todos, han utilizado los planos detalle dándoles con su uso distintos significados. 

¿Cuál de estos es tu favorito? Si el tuyo ha quedado fuera de la lista, por favor, indícanoslo en los comentarios.

(La caja de voto se encuentra al final del artículo)


Uno de los ejemplos más lejanos en el tiempo es el del derramamiento de sangre durante La huelga, de Sergei Eisenstein, en el que se muestra como los cosacos arrasaron con los trabajadores amotinados. ¿Qué hace Eisenstein para simbolizar todo ese derramamiento de sangre? Derramar la oscura tinta sobre un mapa, simbolizando toda la sangre de los proletarios vertida en las calles de la ciudad.

La huelga, de Sergei Eisenstein, 1925.

¿Cómo representar la pérdida de la virginidad sin ser explícito? Benito Perojo utiliza los recursos del folclore español y el simbolismo de la religión católica para contarnos que el personaje de Conchita Piquer va a perderla en está película también muda, española y rodada en París. 

La bodega, de Benito Perojo, 1930.

No es casualidad que dos ejemplos de plano detalle simbólico sean de películas mudas. La ausencia de sonido obligaba a los cineastas a ser muy expresivos con las imágenes. Ahora, con más medios para contar, gracias a que hace ya prácticamente cien años que existe el cine sonoro, no es tan necesario encontrar una forma visual de narrar lo que ocurre. Sin embargo, estas dos soluciones encontradas por Perojo y por Eisenstein evitaban una cartela, que siempre cortaba el ritmo de la narración y cuentan la acción de manera metafórica y resolutiva. 

Pero la incorporación del sonido en el cine no hace desaparecer los planos detalle elocuentes. Los buenos cineastas de la etapa sonora también los incorporan en sus películas. 

Para contar que las horas pasan de manera distinta cuando estás con alguien que hipnotiza, Lubitsch recurre a los relojes, a muchos relojes. Todos elegantes, cada uno con su plano específico, con su posición de cámara, con la luz y la hora concreta, en un largo encadenado. Así nos cuenta lo que está pasando, sin mostrarlo. Puro estilo Lubitsch.

Un ladrón en la alcoba, de Ernst Lubitsch, 1932. 

El ejemplo de Lubitsch ya es uno en el que el plano detalle no está aislado de los personajes: sus voces, sus sombras interactúan con él. Pero uno de los ejemplos más llamativos de la interacción de los personajes con los objetos filmados con el plano detalle son los de René Clement, en concreto en Au plen soléil.  

La película está llena de planos detalle que no se sienten aislados por dos razones: muchos de ellos se convierten en planos detalle por movimientos de cámara, pero, sobre todo, porque en todos el personaje está interactuando con el objeto, ya sea subrayando, cambiando de letras en un cartel de estación o firmando. Nunca se ve el objeto solo, así que llena de vida el plano.

A pleno sol, de René Clement, 1960.

Pasemos ahora a los planos detalle más secos. En la película testamentaria del sensei, Kurosawa hace referencia a un libro y, ni corto ni perezoso, lo muestra claramente con un plano detalle. Aunque esta forma parece contrastar con el preciso montaje del director, en realidad no lo hace tanto. El montaje de Kurosawa es muchas veces atrevido, pero siempre recapacitado. Si es importante y necesita un plano, Kurosawa se lo da. Su planificación nunca es vaga y en esta película lo demuestra con planos, todos perfectamente compuestos, de hasta treinta personas (o más). Así que si hace un plano detalle de este tipo, será por algo. 

Madadayo, de Akira Kurosawa, 1993. 

También a sopetón, pero más famosos, seguramente lo más famosos del cine, son los planos detalle de Hitchcock. Se caracterizan por «saber más» que los personajes. Hitchcock defendía la anticipación como la gran fórmula del interés. En una famosa entrevista dijo que «si dos personajes están hablando, y solo al final descubrimos que debajo de la mesa hay una bomba, será un susto, si lo sabemos durante toda la conversación, será una anticipación que dará a esa mundana charla sobre cualquier cosa un nivel superior». Esta visión del cine se traslada a planos detalle como este de Encadenados. Si no supiéramos que tiene la llave en la mano, lo que ocurre no tendría el mayor interés. 

Encadenados, de Alfred Hitchcock, 1946. 

Apunte: Sí, lo sé. Este no es el que seguramente sea el plano detalle más famoso del cine, del ojo al desagüe de Psicosis. Aunque ese hubiera sido un ejemplo fantástico, Hitchcock es mucho más que Psicosis. En El cine según Hitchcock, de Truffaut, el cineasta francés lo llamaba un inventor de formas y este ejemplo de Encadenados lo demuestra. 

Muy probablemente, influenciados por Hitchcock, pero también, con su visión propia del cine, violenta y seca a la vez que divertida, los hermanos Coen hacen una divertida secuencia voyeur (muy del gusto del director inglés) en el que la amenaza aparece de repente y con la resolución directa. 

El plano detalle está montado de tal manera que nosotros, los espectadores, sabemos qué es lo que ha cogido de la mesita de noche a la vez que el personaje. Y la resolución no se hace esperar. 

Quemar después de leer, de los hermanos Coen, 2008. 

A pesar de que muchos dicen que los planos detalle son un apéndice de la historia, que te desvían de ella para hacerte centrarte en algo muy concreto (y eso lo consideran malo), algunos planos detalle tienen justamente el fundamento contrario. Como los de Lubitsch en Un ladrón en la alcoba, Sofia Coppola utiliza los planos detalle de esta famosa secuencia para contarnos cómo es la vida en la corte del Rey Sol. 

Narrar esto mismo podría haber supuesto muchas secuencias, pero Coppola sintetiza el ambiente disoluto, devoto a los placeres y al entretenimiento de una corte completamente ajena a la realidad del pueblo, con esta secuencia compuesta de muchos planos detalle. 

(Sí, probablemente te hayas dado cuenta, esta secuencia es famosa por una anaconda temporal, pero eso ya es cuestión de otro análisis).

Maria Antonieta, de Sofía Coppola, 2006. 

No pueden faltar en esta encuesta algunos de los planos detalle más bonitos de la historia del cine, que son los filmados para describir procesos o profesiones. Es en la captación de la realización material de cosas en las que algunos cineastas han dado su mejor versión. Por ejemplo, lo hace David Fincher en su reciente Mindhunter para capturar la grabación de los testimonios. 

Mindhunter, de David Fincher (entre otros), 2017.

También Almodóvar lo hace para captar uno de sus temas recurrentes, que es la medicina o el entorno hospitalario. 

Todo sobre mi madre, de Pedro Almodóvar, 1999.

O Tarantino para dotar de toda la fuerza del cine a un proceso que está desapareciendo, el de la colocación de la película en el proyector (no es la única peli en la que lo hace). 

Érase una vez en… Hollywood, de Quentin Tarantino, 2019.

En el cine, como en todas las artes, siempre  hay quienes buscan formas nuevas. En el caso de los planos detalle, hay que mencionar a Truffaut. El director y guionista francés no quería mostrar la lectura de una carta a la antigua usanza, con un personaje leyéndola en voz alta. Al plano detalle de la carta le añade la persona que la escribió, contándola. 

Este plano detalle no corresponde a nada real, sino a una proyección. Quien escribió la carta la escribiría y no la contaría. Pertenece más al campo de la imaginación del personaje, aunque él tampoco ha visto nunca a la persona que la escribió ni le puede poner cara. Es una proyección imposible. Para algunos será un hallazgo y para otros no tanto, pero está claro que Truffaut pretendía crear una nueva forma de contar una carta fundiendo el plano detalle de la misma (esta es la parte clásica), con el personaje contándola (lo nuevo).

La sirena del Mississippi, de François Truffaut, 1969. 

Además, en esta misma secuencia, al principio, Truffaut encadena varios planos detalle de la tabacalera y luego, el de la carta.

Brian de Palma, en Vestida para matar, no se aleja demasiado de las consideraciones de Truffaut porque utiliza su emblemática pantalla dividida para mostrar a la vez al personaje y aquello que recuerda. En este caso, a Angie Dickinson acordándose de haberse dejado la alianza. Esto sí que pertenece a una realidad de la ficción, pero que está en la mente del personaje y que muestra a la vez que su reacción. Esa es la nueva forma.

Vestida para matar, de Brian de Palma, 1980.

Y por último, los planos detalle que son una pieza de joyería en sí. Cómo no, aquí podemos incluir muchas de las secuencias de todas las películas de Wes Anderson, sin excepción. Son, de hecho, parte de su seña de identidad. Delicados, minuciosos, estos planos detalle da gloria verlos. Muchas veces cenitales, corresponden en la mayoría de las ocasiones al punto de vista de uno de los personajes. Así, a pesar de ser tan minuciosos, están siempre llenos de vida porque siempre interactúan con el personaje. Es difícil quedarse con uno, pero hay que hacerlo. 

Esta secuencia de planos detalle de Isla de perros, película de animación del director texano, tiene todos los referentes de estilo del director y es una masterclass de planos detalle: precisos, vivos y que cuentan algo. 

Isla de perros, de Wes Anderson, 2018.




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Antea Morbioli

Hola soy Antea Morbioli Periodista con 2 años de experiencia en diferentes medios. Ha cubierto noticias de entretenimiento, películas, programas de televisión, celebridades, deportes, así como todo tipo de eventos culturales para MarcaHora.xyz desde 2023.

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