Desde la vuelta del Mundial, la actividad NBA ha ido despertando poco a poco del parón veraniego. Y de todos los rumores y movimientos a resolver, el de Damian Lillard sigue siendo el principal. Los Blazers han reactivado las conversaciones para encontrarle destino al base, jugador que pidió salir el pasado 1 de julio, pero por ahora, no han negociado con Miami Heat, según ha contado Adrian Wojnarowski. Aunque eso no signifique, para nada, que el destino final de Lillard no vayan a ser los Heat. Y es que para cerrar un traspaso tan grande, con jugadores con un salario tan alto involucrados, suele ser necesario un tercer o incluso cuarto equipo que ayude a recibir contratos. Y encontrarlos suele ser el mayor reto.
En la mayoría de traspasos de estrellas hay un tercer equipo involucrado que facilita la transacción, siempre al precio justo, y Portland y Miami están en la búsqueda actual. En la mesa, dos nombres que podrían estar involucrados en el traspaso del verano pero que podrían no intercambiar equipos: Jusuf Nurkic, pivot de los Portland Trail Blazers, y sobre todo, Tyler Herro, escolta de Miami. Nurkic no encaja en unos Heat que cuentan con Bam Adebayo como presencia interior, un jugador mejor, más joven y con mejor encaje alrededor de Jimmy Butler. Los Blazers han decidido apostar todo su futuro en la pareja Scoot Henderson y Shaedon Sharpe, dos guards. Herro solo robaría minutos a los proyectos de Portland, en una posición en la que ya tienen a Anfernee Simons.
Y por ahora han sonado varios rumores. El de mayor importancia, el interés de Portland por hacerse con el pívot bahameño Deandre Ayton, cuyo salario duplica el de Nurkic. Para los Suns no sería una mejora en la pista cambiar jugador por jugador, pero económicamente, convertir a Ayton en dos nombres podría ser interesante, especialmente un equipo que tiene tres superestrellas, Ayton y el resto son contratos mínimos. Frank Vogel dejó claro que considera a su pívot una referencia y que tiene “talento all star”, pero es una evidencia que los Suns han intentado moverle en varias ocasiones sin conseguir cerrar un movimiento beneficioso para el equipo de Kevin Durant y Devin Booker.
Otro candidato que ha salido ha sido Toronto. En las últimas horas incluso se ha dicho que los Raptors podrían ser los favoritos para robar a Damian Lillard en caso de que haya un traspaso cuyo destino final no sean los Heat. Masai Ujiri lleva demasiado tiempo en la sombra y en la actualidad, la gerencia y dirección de los Raptors es demasiado confusa respecto a la hoja de ruta de la franquicia. Poner a O.G. Anunoby sobre la mesa para conseguir a Lillard, o para llevarse a un anotador como Herro más piezas extra podría redondear un equipo que todavía cuenta con Pascal Siakam, Scottie Barnes y que mantuvo en la agencia libre a Gary Trent Jr y Jakob Poeltl.
Los últimos son los Chicago Bulls. Si bien los rumores no traen tanta fuerza como Toronto o Phoenix, la opción de mover a Zach LaVine. Como los Raptors, podrían soñar con llevarse a Lillard, pero aparecen más como candidato a ser un tercer equipo en el traspaso entre Miami y Portland que envíe a Lillard a Florida. Con menos opciones están Charlotte Hornets o Brooklyn Nets, equipos que se han mostrado interesados en Tyler Herro, la gran pieza en busca de un destino. Y todo depende de lo que busquen los Blazers. Por ahora, lo que se ha filtrado es que quieren recibir un paquete similar al que los Suns enviaron por Kevin Durant, un traspaso donde también estuvieron involucrados Milwaukee e Indiana Pacers.
Los ejemplos de mega traspasos que han necesitado un tercer equipo en la última década son ilimitados. James Harden llegó a Brooklyn desde Houston en un movimiento que implicó a Indiana y Cleveland, el aterrizaje de Anthony Davis en los Lakers fue con los Wizards involucrados. En el movimiento de Kevin Love a Cleveland, los Sixers se llevaron una primera ronda por comerse salarios y si vamos más atrás en el tiempo podemos hablar de la llegada de Carmelo Anthony a New York, Dwight Howard a los Lakers en su primera etapa o incluso este año con Kristaps Porzingis. Lo complicado es conseguir ese tercer equipo que acepte ganar a futuro, pero candidatos hay de sobras.
