María Torres García tras traerse a casa una medalla de oro y de … – Women’s Health

Volver de un Mundial con una medalla es una gesta a que muy pocos consiguen, pero volver con dos es aún más complicado. Sin embargo María Torres García lo ha hecho. El pasado mes de octubre, del 24 al 29, tuvo lugar el Mundial de kárate en Budapest y la malagueña volvió a casa con la maleta llena de emoción, sueños cumplidos y dos medallas: una de oro por equipos y una de plata en individual.

No es para menos, porque a sus 26 años ya cuenta con un palmarés bastante extenso, con medallas tanto en Mundiales como en Europeos o campeonatos de España. Todo esto, nos explica, mientras compagina el kárate con su trabajo. Y es que graduada en CCAFYD, además de todas las horas que dedica a sus entrenamientos diarios, María Torres también trabaja tanto como profesora de kárate y multideporte, como profesora en un grado medio.

La karateka viene de una muy buena racha en los mundiales, tras haberse coronado en 2021 como campeona del mundo en individual. Ahora, días después de esta nube en la que ha vivido después de la competición, hemos hablado con ella para ver cómo ha sido la experiencia, cómo se mantiene motivada y cómo ha vivido todo este momento.

María Torres, campeona del mundo por equipos y subcampeona en individual

Cómo ha sido el volver con dos medallas de un Mundial

Hay muchísimo esfuerzo detrás y muchos campeonatos en los que no salen las cosas, así que el que hayan salido en un Mundial en ambas categorías, tanto individual como por equipos, y ser la única española que ha conseguido hacer dos finales, es algo que no me puede poner más contenta.

La gente que no sabe mucho de kárate ni de deporte se cree que es fácil meterse en la final, porque en el último campeonato quedé campeona del Mundo, ahora subcampeona… La gente dirá que es súper fácil lo de los Mundiales, pero nada que ver. Estoy muy contenta y muy orgullosa, que aún siendo tan difícil lo haya logrado dos veces consecutivamente…

Cómo ha sido la preparación para el Mundial y cuándo empezasteis

A partir de junio que terminé los Juegos Europeos me tomé como una semana de vacaciones y a partir de ahí, finales de junio-principios de julio, ya empezamos la pretemporada con el objetivo puesto ya para el Mundial. Llevamos como tres o cuatro meses a tope con esta competición.

¿Es muy diferente competir en individual que por equipos? ¿Cómo son las sensaciones?

Es totalmente distinto porque al final en individual si tú cometes un fallo o quieres arriesgar, arriesgas tú sola, por lo que al final las consecuencias las asumes tú sola. Por equipos sí que tienes que salir a pelear de una manera totalmente distinta. Por ejemplo si tú pierdes no pasa nada, porque hay dos personas más del equipo que tienen que salir a pelear, no tienes que estar obcecada en ganar, sino que igual al equipo el perder por uno o empatar le viene bien, en vez de hacerlo por más puntuación.

Son dos sensaciones completamente distintas en el mismo campeonato y al final es muy exigente físicamente, yo por ejemplo en el Mundial terminé haciendo 10 combates y acabé muerta. Aunque como el hacer muchos combates es significado de que ha ido muy bien no me puedo quejar.

Cómo fue el subirte al podio con tus compañeras, ¿sensaciones muy distintas?

No es la primera vez que hago podio en equipo porque con estas compañeras ya quedamos terceras de Europa hace un año, pero al final no es lo mismo que quedar campeonas del Mundo. Somos un grupo joven y llevamos ya varios años peleando, pero siempre parecía que nos quedábamos a las puertas. Así que el subirnos al podio siendo campeonas del Mundo ha sido increíble.

Cómo ha sido la vuelta a casa, que te hemos visto hasta en La Rosaleda.

La verdad que genial. Me he tirado dos días seguidos con mis amigos, que me hicieron un fiesta sorpresa, y súper bien celebrándolo también con mi familia. Al final ellos también se tiran mucho tiempo sin verme porque sacrifico mucho por el deporte, así que he aprovechado estos días posteriores al Mundial para darles su tiempo.

Una medalla que recuerdes con especial ilusión

Yo creo que todas las medallas son especiales y tienen su trabajo detrás, pero sin duda para mí es cuando quedé campeona del Mundo hace dos años, fue un año increíble. En junio ese año perdí el preolímpico en primera vuelta y me llevé un palo súper gordo, fue el momento más duro de mi carrera.

Empecé haciendo la pretemporada sin ganas ninguna, ni de seguir compitiendo ni de nada, pero llegó el campeonato del Mundo y fue brutal. Fue mi primer campeonato del Mundo en individual e iba con las expectativas normales, con ganas de ganarlo pero sabiendo que es era muy complicado, y llegó la medalla justo a tiempo para devolverme la ilusión por la competición. Para mí fue la más importante.

Cómo es el reponerte de una derrota o encontrar de nuevo la motivación cuando no la tienes

La motivación la tuve que sacar, fue difícil, pero me ayudó mucho mi padre, que es mi entrenador, y mi psicóloga, que es un pilar fundamental para seguir compitiendo. Al final la constancia y la disciplina te hace seguir. Una vez leí una entrevista de Ilia Topuria que decía “hay más días que no tengo ganas que días que tengo ganas de entrenar, pero al final la disciplina y la constancia te hacen seguir”.

Cómo fueron tus inicios en el kárate y cómo es el entrenar con tu padre

Yo empecé a los tres años a hacer karate, porque mi padre es mi entrenador, pero hasta los 12 años no competí. Hice más deportes, porque me encanta el deporte en general, pero el kárate fue el que siempre me gustó más. Que mi padre sea mi entrenador es súper especial, porque al final vivimos cosas que otras personas no pueden vivir. También tenemos nuestros días malos en los que yo no quiero entrenar y él se enfada, o me manda ejercicios que no me gustan y me enfado yo… Pero en general nos llevamos muy muy bien, tenemos una muy buena relación y es algo súper especial que ojalá todo el mundo pudiera vivirlo.

Un mensaje para la María que empezó a soñar con competir en kárate

Le diría que no se rindiera nunca, que siguiera trabajando con esa motivación y esa felicidad que tanto tenía y que aunque la gente le dijera que no iba a lograr nada, al final las cosas se pueden lograr con disciplina, esfuerzo y alegría, disfrutando del proceso.