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Festejan primer aniversario de CIENCIÑEZ: La lucha por … – Semanario Conciencia Pública


Por Mario Ávila //

Desde su origen una década atrás, se sabía que el influyentismo y la corrupción serían los principales enemigos a vencer para el Operativo de Alcoholimetría Salvando Vidas. Por ello el ex gobernador de Jalisco Jorge Aristóteles Sandoval advirtió a todos los funcionarios públicos “el que cae, cae”; en tanto que, para blindar el programa del cáncer de la corrupción, se creó un equipo especial de agentes viales mujeres, comprometidas a actuar con honradez absoluta.

Diez años después, ahora en el gobierno de mandatario estatal Enrique Alfaro Ramírez, aquel programa que se convirtió en un ejemplo para Iberoamérica, parece estar bañado en corrupción, toda vez que se investiga en la Fiscalía Anticorrupción, hechos en los que están involucrados 175 agentes viales, que no solo aceptan dinero en efectivo, sino que pactan depósitos y transferencias a cuenta STP, una fintech financiera que funciona como una banca en una plataforma externa a un banco.

Este tema lo ha abordado recientemente Rubí Bobadilla, reportera del periódico El Informador, quien ventiló el caso del pasado 27 de octubre, cuando Eduardo y su amiga Carolina salieron a divertirse, tomaron algunas copas, pero consideraron que ella había tomado menos que él, decidiendo que ella condujera de regreso. En el camino cayeron a un retén del Torito. Carolina solo había tomado un par de tequilas, y aun así dio positivo en la primera prueba; entonces vino la corrupción.

La oficial le dijo a la joven y a Eduardo que, si pasaban a la segunda prueba para medir la cantidad de alcohol en sangre, y superaban los niveles permitidos, les aplicarían una multa de 14 mil pesos, pero que “podían arreglarse para que no tuvieran que llegar a eso”. Si les daban tres mil pesos les dejarían ir con todo y vehículo.

Ellos dijeron que no, que era mucho dinero, que pasarían a la segunda prueba. Ahí vino la segunda inconsistencia: la oficial que había aplicado la primera prueba preguntó que “a quién le harían el segundo test”, cuando ella sabía bien que quién conducía era Carolina. Eduardo pidió que se lo hicieran a él para evitar poner en riesgo a Carolina y así garantizar que ella no pasara la noche en el Centro Urbano de Retención Vial por Alcoholimetría (CURVA) en caso de que no pasara.

Las oficiales sabían que de esta forma no obtendrían dinero alguno, pues además si le hacían la prueba a Carolina, quien conducía al momento de la primera prueba, probablemente ni siquiera alcanzaría una multa. Las agentes insistieron en el dinero, e incluso les dijeron que recibían transferencia. Ellos contestaron que solo tenían mil pesos en su tarjeta, pero para ellas era “muy poco”. Tras negociar, Eduardo y Carolina cedieron a la corrupción cuando las oficiales aceptaron que les transfirieran los mil pesos a una cuenta STP, una fintech financiera que funciona como una banca en una plataforma externa a un banco. Hoy Eduardo está reuniendo la información para presentar su denuncia.

Para llegar a esto, sucedieron algunas situaciones como el hecho de que la Policía Vial abandonó el mando que tenía en la extinta Secretaría de Vialidad y Transporte y se mudó a la Secretaría de Seguridad Pública, con el argumento de que finalmente se trataba también de agentes de seguridad.

Ello en opinión de Alma Chávez Guth, fundadora de la asociación Víctimas de Violencia Vial, A.C. y presidenta de la Federación Iberoamericana de Víctimas Contra la Violencia Vial (FICVI), quien lamenta a la vez que a consecuencia de este cambio, la sociedad civil fue marginada de la participación en los operativos de alcoholimetría y por lo tanto se flexibilizó la vigilancia también de la CEDHJ y de la misma Fiscalía General del Estado que participaba desde su área de derechos humanos.

En entrevista justamente con Alma Chávez Guth, compartió algunos conceptos a los lectores del semanario Conciencia Pública:

EL BLINDAJE CONTRA LA CORRUPCIÓN

P.- A 10 años de su nacimiento El Torito da graves muestras de corrupción…

R.- Así es, la corrupción llegó a este programa el cual había sido blindado desde sus inicios precisamente contra ciudadanos y funcionarios corruptos, porque recordemos que la corrupción es de doble vía.

Se cuidó por muchísimos años, sobre todo desde el gobierno anterior que fue cuando vio la luz, con un acompañamiento de la sociedad civil, Derechos Humanos y la Fiscalía de derechos humanos en donde todos estuvimos presentes y vigilando para que no hubiera actos de corrupción y que todo se diera con absoluta transparencia. Con ello se logró que desde su inicio y año tras año se reflejó en una estadística positiva de vidas salvadas, de lesiones y de discapacidades que se logran evitar.

P.- ¿Se cumplía con el objetivo?

R.- Por supuesto. Bajaron en forma gradual las muertes y lesiones, que fueron el objetivo del operativo, principalmente en beneficio de los habitantes de Guadalajara, Zapopan y Tlaquepaque. Este operativo fue aceptado hasta en un 80% de la población, gracias a la participación directa en calidad de observadores de la sociedad civil, que acudía a cada uno de los puntos en donde se efectuaba. Se entendió que no se trataba de que no fueran a la fiesta o que no tomaran, sino que no tomaran esa mala decisión de beber y manejar para regresar vivo a casa.

P.- ¿Había castigo con cárcel, sin importar de quién se tratara?

R.- En esos momentos el que la hacía, la pagaba, prácticamente todos los que caían en el filtro y traían ciertos grados de alcohol, o pagaban una multa alta o se iban de 12 a 36 horas al arresto administrativo inconmutable. Y así fue durante mucho tiempo hasta que con el cambio de mando en la Policía Vial y el cambio de dependencia de la Policía Vial, que pasó de la Secretaría de Vialidad y Transporte a la Secretaría de Seguridad Pública, pero que en realidad al parecer no fue un tema de interés de la misma secretaría, ni del mismo Gobierno del Estado de mantener esta limpieza en el Operativo Salvando Vidas y por ello ahora genera muchos problemas de corrupción.

P.- ¿Y hoy se pagan las consecuencias?

R.- Sobre todo las víctimas y los familiares de las víctimas. Nos construyó mucho trabajo construir y que por un simple hecho de corrupción descarada y más ahora que ya se puede hacer mediante una transferencia a tarjetas que ni siquiera están ligadas a bancos, es muy fácil decirle al usuario, “ah no trae… pues me deposita” y eso es muy lamentable porque dejar ir a un conductor en estado de ebriedad implica muchas cosas: que se mate a él mismo, que se mate o lesione a los que van con él, o que mate a inocentes en la vía pública. Y eso pues, las muertes son de todos, al gobierno le cuesta muchísimo dinero y a la sociedad a parte del empobrecimiento que puede haber en las familias, también el dolor es inconmensurable.

P.- ¿Qué se puede hacer para resarcir o revertir lo que hoy ocurre?

R.- La solución no la veo fácil. Lo que sí podemos hacer, es ahora que ya se avecina el cambio de gobierno, podríamos pedir a los nuevos candidatos de todos los partidos que vuelva a ser el Operativo Salvando Vidas lo que fue, que no sea un foco de corrupción más en el estado.

Lo veo difícil en esta administración, dado que la actual directora de la Policía Vial, no me gusta hablar mal de las mujeres, pero es una mujer que emanó de la Policía Municipal, no emanó de la Policía Vial y la pusieron por decisión del gobernador y es inamovible también por decisión del gobernador Enrique Alfaro Ramírez».

No sé qué compromisos tenga con esta mujer, sin embargo, deja mucho que desear porque prefiere favorecer y proteger a una persona, que proteger a cientos o miles de personas que nos movemos por las noches o a cualquier hora del día en donde estamos expuestos a que un conductor en estado de ebriedad nos mate, nos lesione o nos deje con una discapacidad a nosotros mismos o a un ser querido.

P.- Y pensar que fue un programa ejemplar a nivel mundial, ¿verdad?

R.- Es un programa modelo a nivel Iberoamérica, que incluso ha salido en los reportes de la Organización Mundial de la Salud como un programa excelente, por la rapidez con la que empezaron a darse resultados positivos en la reducción de muertes y lesiones por accidentes por la conducción con alcohol.

Entonces la corrupción de unos pocos no puede acabar con una política pública tan buena, con mucho la mejor a nivel mundial, que es lo único que detiene a un conductor para que no se dañe y dañe a los demás.

P.- ¿Se mejoró incluso lo que se hacía en la CDMX?

R.- Es correcto, nosotros siempre pedimos un conduce sin alcohol como el de la Ciudad de México, porque resultó un programa maravilloso, detener al conductor en estado de ebriedad y ellos fueron los primeros y reconocemos ese gran logro; pero nosotros propusimos varias cosas para el caso de Jalisco, el índice de alcohol en sangre que en la CDMX era de 80 miligramos de alcohol por cada 100 mililitros de sangre y en Jalisco propusimos que fuera de 50 miligramos de alcohol por cada 100 mililitros de sangre. Fue el primer estado que tenía el estándar permitido y avalado por la OMS que ni Estados Unidos los tenía para conducir en estado de ebriedad.

P.- Nos recuerda cómo nació este programa.

R.- Nos pusimos de acuerdo en la sociedad civil y con diputados de todos los partidos estuvieron de acuerdo con nosotros y nos dieron la razón porque logramos convencerlos y finalmente se aprobaron esas iniciativas que se llamaron Ley Salvavidas que se votaron por unanimidad y ya en el 2013 emitimos el arresto administrativo inconmutable como ley, la primera Ley de Movilidad en el país, que fue la de Jalisco, en donde se hizo realidad lo de Los Toritos o la CURVA, que para nosotros siempre fue mejor llamarlo como Operativo de Alcoholimetría Salvando Vidas. Con ello ya se logró implementar este operativo con módulos en diversas partes de la ciudad, haciendo filtros aleatorios en donde te detenían, te hacían la prueba y si salías con cierto grado de alcohol en la sangre, eras remitido al Torito para un arresto de entre 12 y 26 horas de arresto administrativo inconmutable o eras acreedor a una multa.

P.- Y con vigilancia ciudadana todo el tiempo…

R.- Exacto. Las visorías ciudadanas y las policías viales mujeres, hicieron la gran diferencia y me da mucha tristeza que hoy las policías viales mujeres estén cayendo en actos de corrupción, cuando en el mundo siempre se ha habido mucha evidencia que las mujeres somos menos proclives a la corrupción, pero mal hacemos todos.



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Marc Valldeperez

Soy el administrador de marcahora.xyz y también un redactor deportivo. Apasionado por el deporte y su historia. Fanático de todas las disciplinas, especialmente el fútbol, el boxeo y las MMA. Encargado de escribir previas de muchos deportes, como boxeo, fútbol, NBA, deportes de motor y otros.

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