Por qué nunca deberías saltarte los entrenamientos de tren inferior (por mucho que los odies) – GQ Spain

Hay días de la semana que todos odiamos y, en el caso de los hombres, eso suele incluir los días de entrenamiento de tren inferior. No es de extrañar: suelen ser las sesiones más duras, en las que levantamos más peso y en las que más nos desafiamos a nosotros mismos.

Por mucho que intentemos evitarlas, es innegable lo importante que resultan los entrenamientos de tren inferior para nuestro físico y nuestra salud. Con ellos, ganamos fuerza, impulsamos la construcción de músculo, quemamos una cantidad significativa de calorías y, así, logramos de forma más rápida nuestros objetivos físicos. Además, está claro que nadie quiere (o debería querer) un tren superior hiper musculado sobre un tren inferior sin apenas músculo.

Entender el por qué entrenar piernas y glúteos es tan importante para nuestros objetivos a largo plazo es vital a la hora de motivarnos para realizar estas sesiones tan duras y desafiantes. Lo primero que debemos saber es que se convirtió en una parte vital del entrenamiento de gimnasio cuando los bodybuilders se dieron cuenta de que dividir sus sesiones según las partes del cuerpo era muy efectivo para ganar músculo rápidamente.

Los músculos más grandes de nuestro cuerpo se encuentran en el tren inferior: los cuádriceps, los glúteos y los isquiotibiales. Como dicen los expertos, cuanto más trabajemos un músculo, más músculo ganaremos. La ciencia ha comprobado que trabajar estos músculos grandes con pesos pesados es una de las mejores formas de aumentar la producción de testosterona y la hormona del crecimiento. Algo vital para maximizar nuestras ganancias musculares.

Además, la mayoría de ejercicios de tren inferior son movimientos compuestos que necesitan de mucha fuerza y energía, lo que nos permite quemar más calorías y, así, quemar más grasa. Nuestro cuerpo emplea energía no solo en reparar las micro-roturas de los músculos al entrenar, sino al intentar adaptarse al estrés que nos suponen nuestras sesiones, haciéndose más fuerte para la próxima sesión.

Por supuesto, no podemos olvidar que entrenar piernas también mejora nuestro rendimiento en el resto de entrenamientos y deportes que practiquemos, incluso en los que se enfocan en el tren superior. Esto se debe a que estaremos mejorando nuestra estabilidad y equilibrio y, cuanto más lo hagamos, mejores resultados obtendremos entrenando. Asimismo, también reducimos los riesgos de lesión.

¿Cómo debemos incluir el entrenamiento de tren inferior en nuestra rutina?

Da igual el músculo del que hablemos. Sea el pecho, los brazos, el core o las piernas, para optimizar la ganancia de músculo y de fuerza en un grupo muscular específico, debemos trabajarlo al menos dos veces a la semana. Algo que debemos tener en cuenta al planificar nuestras sesiones semanales.

Sin embargo, no es necesario que trabajemos las piernas dos veces a la semana de forma aislada, sino que podemos agrupar ejercicios específicos de tren inferior con otros de otro grupo muscular, o en entrenamientos de cuerpo completo. Por ejemplo, agrupar las piernas con los hombros o dividirlos según las categorías de push and pull (también llamadas empuje y tirón).

Por lo general, los entrenamientos de tren inferior se convertirán en la base de nuestro fitness y nuestra movilidad, pero también habrá ocasiones en las que tendremos que tomar la decisión de saltárnoslos. Como siempre, debemos ser flexible y escuchar a nuestro cuerpo en todo momento, especialmente cuando estamos muy cansados, enfermos o tenemos alguna lesión importante.

Si sentimos que no podemos realizar un entrenamiento duro con grandes cargas de peso, es mejor dejarlo para otro día y centrarnos en un buen descanso y recuperación. Solo así lograremos los resultados a largo plazo que tanto deseamos la mayoría.