Los Celtics montan un quinteto total para el anillo con Holiday… pero se debilitan a la vez – MUNDO DEPORTIVO
Ironías del destino o no, los Boston Celtics han encontrado lo más parecido a Marcus Smart en Jrue Holiday, el otro base multiusos idolatrado en su franquicia -en este caso los Bucks-, que sufrió esa inmisericorde ley de mercado no escrita por la que la NBA se lleva todo por delante, también bonitas memorias y profundos sentimientos mutuos.
El conjunto de Massachusetts ha estado rápido y ávido para cazar esa oportunidad de mercado como efecto lateral del fenómeno Damian Lillard, llenando el vacío que quedó con la llegada de Kristaps Porzingis, pagando a Portland con Malcolm Brogdon, Robert Williams III y un ‘pick’ de draft de primera ronda de 2029.
Holiday traerá de vuelta el carácter peleón de Smart
A sus 33 años, dos veces All Star y cinco en un primero o segundo Mejor Quinteto Defensivo, Holiday, sin sitio en unos Blazers en reconstrucción, debe aportar todo lo de Smart en ambos lados de la cancha -19 puntos, 5 rebotes y 7,4 asistencias el año pasado con un 38% en triples-, incluido ese juego al margen del balón tan esencial en el coral sistema de los Celtics. Ese esquema en el que hasta las estrellas, los dos ‘Jays’, Tatum y Brown, saben vivir sin participar activamente en la jugada.
Pese a que Tatum ha trabajado sus habilidades de manejador para jugar más minutos como base, pese a la rotundidad de Joe Mazzulla sobre que Derrick White sería el base titular -ya estuvo en el quinteto el pasado año de hecho junto a Smart-, sabían en el fondo los Celtics que necesitaban un base de calibre All-Star al lado del infravalorado White.
A los Celtics les queda un quinteto titular de lujo, imponente, de anillo, con Jrue Holiday, Jayson Tatum, Jaylen Brown, Kristaps Porzingis y todo apuntando que White seguirá en la alineación inicial con Al Horford como grande sacrificado en favor del ex del Betis. El letón, en principio recuperado de la fascitis plantar que le hizo perderse el Mundial, enriquece el juego interior de Boston, que pese a su abundante versatilidad en plantilla añoraba un perfil de pívot polifacético como Porzingis.
El ex de Knicks, Dallas y Wizards va a dotar a los Celtics de juego de media distancia, en el poste, tiro exterior, penetración desde el perímetro y creación en el juego desde situaciones como el roll corto en una de las incorporaciones más inteligentes del verano. Un despliegue que no podían ofrecer pese a su inmensa capacidad defensiva ni Williams III -la mayoría de sus puntos tras rebotes o en balones doblados-, ni Al Horford, tirador de élite pese a su mala puntería en las Finales de Conferencia contra los Heat.
El de Porzingis es uno de los movimientos más inteligentes del verano
Si algo puso precisamente de manifiesto la trepidante eliminatoria contra Miami -4-3 con Boston empatando un 3-0-, es que los Celtics echaban en falta un perfil de interior más polivalente en situaciones como el pick and roll para hacer frente a defensas como la zona, con la que los Heat causaron estragos. Lejos en Washington de la presión de sus primeros años en los Knicks tras su pick 3 del draft en 2015, de la falta de feeling con Luka Doncic en pista en Dallas, Kristaps Porzingis floreció y firmó su mejor temporada con 23 puntos, 8,4 rebotes, 2,7 asistencias y un 38,5% en triples ,con una ostensible progresión defensiva incluida también a raíz de su mejoría física.
Sin embargo, y pese al aire fresco que aporta en el juego ofensivo, el coste de la incorporación de Porzingis desató un efecto dominó que ha debilitado la segunda unidad de los Celtics, que probablemente tenían la plantilla más profunda de la NBA el año pasado. Para compensar el vacío de Smart, Boston ha tenido que traer a Holiday, por el que ha tenido que pagar a los Blazers con el Mejor Sexto Hombre del Año, Malcolm Brogdon, y un completo y sólido defensor como Robert Williams III.
Los Celtics pierden muchos puntos de banquillo con la salida de Brogdon
Por el bien de ambas partes, Brogdon tenía que salir para prevenir una relación tóxica, enrarecido el ambiente desde que los Clippers, a donde iba a ir a parar el base-escolta, se cayeran de la operación a tres bandas por Porzingis, entrando finalmente Memphis como tercera parte.
Preocupada Boston por su lesión, las Finales de Conferencia ya dejaron entrever la brecha entre Brogdon y los Celtics, siendo el único en la impotencia del 3-0 de la eliminatoria que criticó indirectamente a Joe Mazzulla asegurando que el equipo no tenía una identidad de juego. Sin embargo, y en el representativo dato que apunta el insider de los Celtics, Bobby Maning, Brogdon anotó la mitad de los puntos de los de Massachusetts el pasado curso.
Pero la profundidad de pintura se resiente también pese a la mayor riqueza en el juego ofensivo que otorga Porzingis. Y es que, más allá de perder a Williams III en sí, con la marcha del pívot los Celtics pierden la posibilidad de juntar dos grandes en pista como Al Horford y Time Lord, combinación que tan bien le fue para resolver la serie de Semifinales de Conferencia contra los Sixers el pasado año. Y, pese a su mejora defensiva, Porzingis no tiene la misma capacidad intimidatoria que Williams III para hacer frente sobre todo a pívots con tamaño.
Los Celtics no renovaron a Griffin
A las salidas de Brogdon y el ‘center’ estadounidense se suman también las de Grant Williams y Blake Griffin con la profundidad y fiabilidad que daban al ‘4’. Williams, ahora en los Mavericks con Doncic e Irving, siempre hacía lo suyo en ambos lados de la pista, mientras que Griffin, ahora agente libre, cumplía pese a su residual papel en los playoffs.
Aunque los Celtics ya se han encargado de ocupar esas plazas, los que se han ido han dejado el listón muy alto. Lamar Stevens y Oshae Brisett son opciones para el ‘4’, y Luke Kornet y otros recién llegado como Neemias Queta, otra alternativa para el ‘5’, para el que Boston acaba de sumar a Wenyen Gabriel para examinarlo en pretemporada según adelantó Adrian Wojnarowski, que apunta también que los Celtics estarían interesados en renovar a Holiday, que acaba contrato en junio.
Los Blazers se hacen de oro con Lillard
Mientras tanto, los Blazers se siguen frotando las manos con lo que pueden seguir sacando por el eco de la operación Damian Lillard tras lo mucho conseguido ya con Deandre Ayton y Robert Williams III -a los que Portland se querría quedar según Wojnarowski-, y cuantioso capital de draft.
Aunque podría empezar la temporada, los Blazers querrían mover también a Malcolm Brogdon como hicieron con Holiday por la misma razón: con tres primeras espadas jóvenes como Scoot Henderson, Anfernee Simons y Shaedon Sharpe, no hay sitio para un exterior veterano (30 años).
Portland ha obtenido en el juego interior dos pívots de categoría como Ayton y Williams III que encajan en el perfil de jugador joven que busca -25 años ambos-, para empezar esta nueva vida sin Lillard mientras que los Celtics quieren acelerar hacia el anillo, con mucho lujo en su quinteto pero sin tanta seguridad.
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