El Manchester City ha anunciado unas cuentas boyantes del año fiscal 2022-23. El club inglés, propiedad de pertenece de un jeque de Emiratos Árabes, tuvo unos ingresos récord de 817 millones de euros, 110 más que en el ejercicio anterior. Nunca antes en la historia de la entidad había llegado a estas cifras.
La temporada 2022-23 fue un gran éxito para el City, que ganó el triplete de la Premier League, la Liga de Campeones y la Copa FA, lo que impulsó sus finanzas a través de ingresos comerciales, merchandising y de televisión. El club casi ha doblado sus beneficios netos, de los 47 millones limpios obtenidos en 2022 a los 92,2 millones de euros.
El club se vio impulsado al ganar 57 millones obtenidos por televisión, además de los 138 que logró sacar en ventas de futbolistas (Gabriel Jesus, Zinchenko y Sterling, en particular). A todo ello hay que sumar los premios otorgados por UEFA como campeón de la Champions. En los últimos cinco años, el City ha ingresado en traspasos unos 379 millones.
Hubo 31 partidos en el Etihad Stadium la temporada pasada para ver al equipo de Pep Guardiola, un aumento de cuatro, lo que ayudó a que los ingresos anuales por jornada aumentaran, ayudados además por un ligero aumento en la media de asistencia.
Euforia de Ferran Soriano
“Podemos decir con seguridad que la temporada 2022-23 fue la mejor de la historia del Manchester City”, afirmó el director general, Ferran Soriano, citando el triplete, ingresos y beneficios récord, y ser nombrada la marca de clubes de fútbol más valiosa del mundo en un Informe Brand Finance Football 50 publicado en junio.
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El presidente del City, Khaldoon al-Mubarak, dijo: “Nuestra salud financiera y nuestro éxito en el campo significan que todos los que están conectados con el Manchester City pueden mirar el futuro con entusiasmo. Nuestros logros colectivos me dan una gran confianza en que juntos podemos lograr aún más en los años venideros”.
En la parte negativa, el City se enfrenta a más de 100 cargos de la Premier League por presuntas infracciones de las normas financieras, que el club niega. La entidad de Manchester está acusada de no ofrecer “una visión fiel y justa de la situación financiera del club”, de no “incluir todos los detalles” de la remuneración de jugadores y entrenadores, de no cumplir las normas relativas al juego limpio financiero y no cooperar en una investigación de la Premier League que concluyó después de más de cuatro años de trabajos. Los cargos se enumeran en las cuentas en la sección “riesgos e incertidumbres”.
