Los Wizner, rumbo a Los Ángeles – La Voz de Galicia

Jaime Wizner (Vigo, 2003) y su hermano Martín (Vigo, 2001) fueron la sensación del Campeonato de Europa de vela, en la clase 49er, celebrado en aguas lusas de Vilamoura. Ganaron el certamen en categoría juvenil, se codearon con los mejores de la categoría Open, estuvieron en el podio absoluto un par de días y terminaron undécimos del continente. Y lo más importante, como miembros del programa olímpico de la Federación para el 2028, confirmaron que están en la carrera por una plaza en los Juegos de los Ángeles a cinco años vista.

Los hermanos vigueses afrontaron la última gran cita del año con cautela y con una expectativa concreta. «El objetivo era intentar hacer podio juvenil», comenta Jaime, de 20 años de edad, el más joven de los dos. En su liga, no fallaron un solo día. «Siempre estuvimos primeros a varios puntos del segundo, aunque el maltés nos lo puso bastante complicado, porque no fallaba ni una manga, pero pudimos ser regulares y mantenernos ahí».

Ese dominio incontestable entre los jóvenes del torneo les llevó a codearse con los grandes. «Hubo días que estuvimos en el podio absoluto». En ese momento, Jaime no esconde que pensaron en un premio mayor, pero también eran muy realistas: «Sabíamos que estaba muy complicado. No era nuestro objetivo ni estábamos preparados para ello, pero siempre tuvimos esa pequeña ilusión». Aun así, estuvieron en el top-10 hasta el penúltimo día y se quedaron a un solo punto de la pareja Botín y Trittel, la gran baza española de la categoría.

Pero, más allá de resultados, lo más importante es que Martín y Jaime Wizner, demostraron su potencial en el agua. «Fue un campeonato largo, de seis días, en el que hubo poco viento por lo que no pudimos terminar todo el programa de la regata. Hicimos once pruebas». En Vilamoura, los regatistas vigueses hicieron valer su perfil antropométrico y su buen hacer ante las condiciones reinantes: «Nos sentíamos muy cómodos con el viento que había y conseguimos hacer buenas mangas. Como pareja, fue nuestra mejor regata», dice Jaime sin pestañear.

Para ellos, este es el mayor éxito a nivel colectivo después de haber logrado incluso campeonatos mundiales por separado, como es el caso de Martín, que en compañía de Pedro Ameneiro se proclamó campeón del Mundo de 420 en el mismo escenario. En los tres años que compitió en esta clase, ganó seis medallas internacionales.

Hijos de una leyenda del mar como Laureano Wizner (tercero en el Mundial de Snipe del año 1983 y doble campeón de Europa en esa misma época, además de formar parte del Desafío Español en la Copa América), los dos miran ya al lejano, pero gran objetivo, que se traen entre manos: ser olímpicos. «El resultado de Vilamoura nos motiva aún más para seguir hacia el 2028, pero es cierto que queda mucho que entrenar y que mejorar como regatistas en todos los ámbitos. El gran objetivo es estar en Los Ángeles». Los dos forman parte del programa olímpico de la Federación Española y se erigieron en la gran revelación entre todos los aspirantes.

Con el oro juvenil al cuello, y después de enseñar los dientes a los grandes, toca descansar antes de comenzar la preparar la primera gran cita del año 2024, el Campeonato del Mundo de la clase 49er en Lanzarote. En el archipiélago canario será el momento de demostrar que lo de Vilamoura no fue unas sorpresa, sino el punto de partida.