Leonardo Lomelí, nuevo rector de la UNAM, de estilo discreto y negociador: experto

El primer año de Leonardo Lomelí Vanegas como rector y lo que haga al frente de la UNAM en materia de designación de su staff, la atención a temas como la violencia de género, la precariedad de la situación laboral de los maestros de asignatura, la infraestructura y seguridad en las escuelas universitarias, principalmente las que están fuera de Ciudad Universitaria, entre otros temas, marcará su gestión.

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Así lo considera el investigador del Programa Universitario de Estudios de Educación Superior, Roberto Rodríguez, en entrevista con La Silla Rota. Explica que si bien el Plan de Trabajo que el ex secretario General de la UNAM presentó ante la Junta de Gobierno es una primera aproximación de lo que podría hacer, dicho plan se debe transformar en el Programa Institucional de la Universidad para los próximos cuatro años.

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“Eso ya se hace en consulta con el equipo directivo de la universidad y las escuelas para que lo enriquezcan. Ahí tendremos una idea más precisa sobre lo que se piensa hacer y lo que quiere lograr. Hay dos aspectos que son críticos, uno es la integración de su equipo de trabajo porque requiere para que lo acompañen de funcionarios con una alta capacidad de organización, de gestión, de coordinación, como para poder desde el principio implementar diseños de cambio como los que se está proponiendo”, continúa.

LOS RETOS

Rodríguez retoma las palabras que Lomelí dijo el 9 de noviembre en su primer mensaje a la comunidad, ya como rector designado, de que buscará un equilibrio entre continuidad y cambio. Para el investigador lo relevante van a ser los cambios que se impulsen como soluciones a los problemas que son ya muy muy notorios en la UNAM.

“Está el tema de la problemática de violencia de género en la universidad, los problemas de seguridad, sobre todo en las instalaciones fuera del Campus de Ciudad Universitaria, hay temas de desgaste de las infraestructuras tanto de investigación como en facultades, escuelas, preparatorias y los CCH. Está el de los profesores de asignatura, que la propuesta que se está haciendo de buscarles estabilidad y una carrera académica quizá no sea suficiente porque lo que se requiere son incrementos salariales y es un asunto bastante complicado”, añade.

“Espero que lo enfrente porque si no, ahí sí puede haber un foco de presiones y de conflicto potencial”, alerta.

SE REQUIEREN RECURSOS

Pero además de que se requiere un equipo con capacidades suficientes, también se necesitan recursos adicionales para lograr medidas de crecimiento de la matrícula de licenciatura, los campus descentralizados. Rodríguez observa que no hay ninguna propuesta de ampliación del bachillerato porque el egreso de este nivel ejerce una gran presión sobre el nivel de licenciatura.

Otro tema importante es mantener y ampliar el programa de jubilación y retiro de académicos para permitirles el reconocimiento de las plantas de profesores y de investigadores.

“Pero eso requiere recursos, también hacer nuevos planteles lo requiere no solo de infraestructura, sino sobre todo para la creación de nuevas plazas académicas, lo que depende en buena medida de las disposiciones del Poder Ejecutivo a través de la Secretaría de Hacienda y del Presupuesto de Egresos de la Federación, de brindar recursos suficientes para emprender dinámicas de cambio”, observa.

NEGOCIADOR Y DISCRETO

Sobre el estilo que se puede esperar de Lomelí, basado en su desempeño como secretario general, el investigador del PUEES considera que será el de un funcionario discreto, nunca estridente, que buscó resolver los problemas siempre a través de las negociaciones, que no en todos los casos fueron evidentes y visibles.

“Yo creo que mantendrá este tipo de perfil. Es muy difícil encontrar a un rector que esté siempre en confrontación para la defensa de la autonomía, siempre en confrontación con los sindicatos o con los cuerpos colegiados de la Universidad. Él es más bien este perfil de negociador, de escuchar”.

Respecto a que si en los primeros días de su gestión hará designaciones y cambios en lo que fue el equipo del ex rector Enrique Graue, Rodríguez prevé que es seguro que las hará.

“No nada más es una prerrogativa, es una obligación del nuevo rector que tiene con estas designaciones, no son tantas las que dependen directamente de él. Es digamos el llamado staff de Rectoría que son la Secretaría General, que ya anunció el cambio -con Patricia Dávila- la Secretaría Administrativa que es de la mayor importancia porque por ahí pasa todo el presupuesto universitario, su distribución y la relación con Hacienda.

“La Secretaría de Desarrollo Institucional de dónde proviene la doctora Dávila, que tiene que ver con el desarrollo de nuevos proyectos. También tiene la facultad de designar a los coordinadores de Investigación, Científica y Humanidades y la del divulgación. Son los cambios de inmediato, se van a producir pero de ellos se deriva en cascada una cantidad muy importante de nuevos nombramientos al nivel de Directores Generales, subdirectores, coordinadores.

“No es facultad el rector del nombramiento de directores en facultades, escuelas, institutos, es de la Junta de Gobierno y otros nombramientos como los correspondientes a centros, a programas que pasan a través de las coordinaciones, entonces sí va a haber una cantidad muy importante de nuevos nombramientos, pero que dependan directamente del rector, no son muchos, son unos cuantos”, detalla.

Sobre cómo se integre el equipo de trabajo de la Rectoría es parte de las señales de por dónde va a empezar la gestión universitaria, si a través de la propuesta inmediata de medidas o más bien de una especie de primero organizar, planear y acomodar las cosas y posteriormente promover las innovaciones, remarca.

PRIMER RECTOR ECONOMISTA

Rodríguez recuerda que Lomelí es el primer economista que llega a la rectoría, desde que la Junta de Gobierno designa al rector.

“Hemos tenido tres ingenieros, dos químicos, un biólogo y un sociólogo, aparte de los abogados y de los médicos y es la primera vez que una persona cuyo primer título académico de economista ocupa este cargo, aunque hay que decir que Lomelí además de los estudios de la licenciatura en Economía hizo maestría y doctorado en Historia, es alguien que está familiarizado con el campo de las Ciencias Sociales y de Humanidades.

“Ha tenido una obra académica amplia en cuanto a publicaciones de libros, artículos, tiene un trabajo docente, prácticamente toda su vida. Es un académico pero que ha ocupado cargos en la administración universitaria importantes, desde luego la Secretaría General que es el inmediato antecedente, pero antes fue director de la Facultad de Economía por cinco años o cuatro años”, concluye.