Basket y estudios en el centro de Nueva York: la vida de cuatro … – Relevo

El día nos recibió con nubes amenazantes, brisa fresca y temperatura agradable. La sudadera no sentaba mal al cuerpo, aunque tampoco era del todo necesaria. A un día de comenzar oficialmente la pretemporada NCAA, decidimos acercarnos a la Universidad de Columbia. Sin duda, una de las instituciones académicas más prestigiosas del mundo, situada en el Upper West Side de Manhattan, cerca de Central Park y a unos minutos paseando de Harlem.

El campus, de grandes dimensiones para lo que estamos acostumbrados en España, tenía zonas verdes, edificios imponentes y una cantidad de vida asombrosa. El tránsito era mayúsculo. Al dar un paseo entre sus distintas facultades, frases en diferentes idiomas se iban entrelazando en un ruido generalizado. Cinco minutos fueron suficientes para captar algunas en inglés, chino, francés, español o alemán. Alexandra Bassetti, entrenadora asistente en el equipo de baloncesto (presente el día anterior en las gradas de las semifinales de la WNBA), nos había citado en el hall del pabellón. Las instrucciones para encontrarlo superaban las 10 líneas de texto. Y menos mal.

Llegada desde Manhattan College, esta joven entrenadora iniciaba su segunda campaña con el equipo. Al hablar, transmitía esa misma vitalidad percibida en el campus. Disfrutaba de su trabajo. Ella fue la encargada de darnos un paseo por las instalaciones de un equipo cuyo azul celeste impregnaba cada esquina. Del pabellón con capacidad para 2.500 espectadores a la sala de ocio, oficinas de entrenadores, salón de reuniones y vídeo, vestuarios, etc. Junto a los dos edificios donde residían las jugadoras, a un pequeño paseo de distancia, ahí estaba todo lo necesario para el día a día de un equipo universitario con trato profesional.  

En este ambiente y escenario, cuatro españolas forman parte de un plan para cambiar la cultura del programa de baloncesto. Con la entrenadora Megan Griffith a la cabeza, Columbia ha decidido tomar una vía diferente a la habitual. Su equipo cada vez tiene una mayor presencia de jugadoras internacionales, fiel reflejo de lo que es la ciudad de Nueva York, y el juego está basado en el colectivo. El 1×1 es una herramienta más, pero no la principal, de un grupo que busca salirse del plan establecido por muchos conjuntos NCAA. Una filosofía que les está funcionando y ha provocado un aumento considerable del interés de la competición por lo que está sucediendo en Manhattan.

La primera en llegar fue Mary Lobón, quien cumplirá su año senior en esta 2023-2024. Natural de Valencia, esta jugadora española se unió desde el conjunto taronja en 2020, donde ejercía de capitana. En la ciudad del Turia, combinaba el baloncesto con sus excelentes resultados académicos, llegando a hablar cuatro idiomas distintos y quedar sexta a nivel nacional en el Concurso de Matemáticas Pangea.

Poco después, en 2021, Noa Comesaña aterrizó para hacerle compañía. Formada en la prestigiosa cantera del Celta, la jovencísima gallega llegó a competir con el primer equipo vigués y recibió el interés de Pepperdine, Wichita State o Manhattan, entre otras, antes de volver a decantarse por el color de sus amores. El celeste de Columbia, cumpliendo este año su tercera temporada (regresa tras una operación de cadera que le mantuvo fuera el año pasado).

Ambas exploraron un nuevo camino, seguidas por Blau Tor (Siglo XXI) y Habtenesh Calvo (Estudiantes) este verano. La primera nos regaló varios minutos de charla antes de marcharse del pabellón a realizar un examen. Un mes después de su llegada, su inglés seguía mejorando y esperaba estar totalmente integrada a finales de año. Algo necesario si quiere sacar adelante sus estudios en Biología. En el caso de la madrileña, su verano ha sido algo más ajetreado en lo que a baloncesto se refiere. Tras colgarse medallas en el U16 Challenger de 2021 y Mundial U17 de 2022 junto a Tor, también había conseguido el bronce en el Europeo U18 de 2023.

A todas ellas, más pronto que tarde, se les sumará María Arrebola. La almeriense será la quinta en llegar, asegurando así la presencia española en Manhattan durante el futuro a medio y largo plazo. Ese en el que las Columbia Lions tratarán de mejorar su última temporada, en la que firmaron un registro de 28 triunfos y 6 derrotas, el mejor de la historia de la universidad; ganaron la Ivy League (el Empire State se iluminó de azul en su honor); y cayeron en la final del WNIT contra Kansas ante 11.000 espectadores. Un listón bien alto en el que el grupo español del vestuario, que trata a su vez de disfrutar al máximo de una experiencia única y completar sus estudios, tendrá mucho que decir.

Baloncesto
en
general,
femenino
en
particular.
Disfruta
de
lo
que
acontece
en
el
Viejo
Continente
y
trasnocha
con
las
estrellas
del
otro
lado
del
charco.
Sin
embargo,
no
desecha
nada:

NCAA,
torneos
FIBA,
3×3…
Al
fin
y
al
cabo,
todo
es
basket.
Se
formó
en
los
equipos
de
comunicación
de
dos
clubes
profesionales
como
Mann-Filter
Casablanca
(LF
Endesa)
y
Casademont
Zaragoza
(ACB),
aunque
ahora
siempre
va
de
la
mano
de
NBA
Spain
y
Gigantes
del
Basket.
Periodista,
de
los
clásicos,
de
los
que
se
sientan
con
un
folio
en
blanco,
pero
también
Social
Media
Manager.
Tras
más
de
una
década,
Twitter
ya
es
su
segunda
casa.


…