‘Si Darko gol, no problem’ Es una de las frases más icónicas en la historia de la Real Sociedad. La enunció el gran Darko Kovacevic (Kovin, Serbia, 1973), para muchos, el mejor extranjero que ha vestido la zamarra txuri urdin en sus 114 años de historia. Lo acreditan sus 286 partidos y sus 107 goles. Alejado del fútbol desde que dejó, hace un año, su cargo cono director deportivo de Serbia, disfruta de la vida en Atenas, donde reside junto a su familia. Tiene pendiente una visita a Donostia. Espera volver “pronto”, algo que siempre desea, pero no cumple, para reencontrarse con un pasado que añora. En la Real y en Donostia se sintió como en casa. Echa la vista atrás, pero no todo son alegrías. No olvida aquella Liga perdida ante el Real Madrid de Ronaldo, Zidane, Figo y compañía, ni tampoco el descenso sufrido en la 06/07. Su salida no estuvo acorde con los méritos realizados en sus nueve temporadas y media como blanquiazul. Le sigue doliendo recordar cómo se produjo su adiós.
¿Cuánto estás disfrutando con tu Real?
La verdad es que mucho, pero a mí no me sorprende, siendo consciente de que tanto Real Madrid como Barcelona siempre tienen a los mejores jugadores y van a estar peleando por la Liga. Pero cuando llegas a un momento y ves que puedes, por qué no. La Real, por su potencial, seguro que va a estar entre los cuatro primeros. En los últimos años siempre ha estado ahí arriba. Cuando llegué, la Real siempre peleaba por ser séptimo u octavo, y conseguimos cosas importantes. Era un club que funcionaba perfectamente, pero en los últimos años ha dado un paso adelante y está peleando por meterse, casi siempre, entre los cuatro primeros. Si puede, por qué no. Estoy convencido de que la Real le puede plantar cara tanto al Barcelona como al Real Madrid y ellos gastan mucho más dinero que nosotros. Además, hay un hecho que le honra, que no deja de sacar jugadores del filial.
No se le daba nada mal marcarle tanto al Barça como al Real Madrid…
Sobre todo al Real Madrid. Es al equipo al que más goles le he marcado. Creo que diez. Ese 4-2 que conseguimos en Anoeta el año que casi ganamos la Liga nunca lo olvidaré. Cuando juegas ante estos equipos, sobre todo en casa, la Real siempre le crea dificultades. Lo hacía en mi época y lo sigue haciendo ahora. Da lo mismo el puesto en el que nos encontremos, que siempre les creamos problemas. Frente al Barça, por ejemplo, hicimos un partido para haber ganado. Fuimos muy superiores a ellos. Fue una cuestión de mala suerte que la Real perdiera ese partido.
¿Cómo recuerda su llegada a Donostia?
Bufff. Fue hace tanto tiempo… Yo estaba jugando en el Estrella Roja. Para un serbio jugar ahí era lo máximo. La Real ya se había puesto en contacto conmigo por aquel entonces, pero me traspasaron al Sheffield Wednesday. Mikel Etxarri, director deportivo de la Real, ya había estado en Belgrado viendo partidos. Estuve seis meses en Inglaterra, yo no estaba a gusto, y surgió la posibilidad de fichar por la Real. Me llamó Mikel y vine. No me lo pensé. Quería salir de allí. A mi llegada me sorprendió la ciudad y cómo funcionaba el club. He estado en muchos clubes a lo largo de mi carrera y te puede decir que la Real está en un nivel top, en el que el jugador no tiene que preocuparse de nada, solo pensar y disfrutar del fútbol. Es un gran club y te hace la vida fácil.
Cuando llegaste, ¿qué te encontraste?
Yo he estado nueve años y medio en ese club. Si no hubiera estado a gusto, seguro que me hubiera buscado la vida en otro lugar. Esto quiere decir que yo quería haber seguido en la Real incluso cuando bajamos a Segunda. La Real para mí es mi familia. Siempre me sentí cómodo y los jugadores de allí, desde el primer día, me recibieron con los brazos abiertos. Cuando estaba en el campo yo daba todo para demostrar cómo se tenía que comportar un extranjero. Estaba a gusto. Cuando me fui a la Juventus, estuve fuera tres años, pero echaba mucho de menos Donostia. Tuve opciones para ir a otros equipos, pero volví. Sabiendo cómo funcionaba el club, a pesar de tener ofertas de clubes importantes, elegí volver a casa.
Solo una llamada de un grande como la Juventus de Turín hizo que saliera de Donostia y de su Real…
Significó mucho tanto para mí como para la Real Sociedad. Pagaron muy bien y yo tenía que irme. Me fui a gusto. Me encontré un club muy grande con muchas figuras y me enseñaron también cómo funciona un club así. Tuve el honor de jugar junto a Del Piero, Davis, Zidane. Montero, Pipo Inzhagi, Van der Sar, Buffon… Para mí es un orgullo haber jugado con ellos. Estuve dos años allí y luego en la Lazio, pero yo quería volver. Cuando tuve esa opción, no lo dudé ni un momento.
Eligió la Juve, pero se rumoreó y mucho con su fichaje por el Real Madrid, más tras una imagen que apareció en un periódico deportivo vestido con la camiseta del equipo blanco. ¿Cómo sucedió aquello?
Vaya preguntas que me haces. ¿Me quieres meter en un lío? Muchos equipos se habían interesado por mí. Me llamaron muchos equipos y a mis representantes, también. Me llamó el Real Madrid, el Atlético de Madrid… Luis Uranga me dijo que solo me iba a dejar marchar si llegaba una oferta económica importante. Yo estaba muy a gusto en la Real, pero cuando llegaron ofertas de grandes clubs como la Juve, imagínate. Repito que me llamaron muchos clubs y entrenadores de grandes equipos. Hice una chorrada al sacarme esa foto en La Concha con la camiseta del Real Madrid, pero cuando eres joven, cometes errores. Fue una experiencia negativa para mí. Demostré que estaba olvidado con hechos porque cuando salí de Italia, regresé a la Real. Tenía muchas ofertas también entonces, pero con 27 años decidí regresar a casa y demostrar lo que significaba la Real Sociedad para mí.
¿Cómo era ese vestuario?
Muy diferente al de la Real. Eso está claro. Grandes nombres, pero muy cercanos. En un equipo como ese no podías hacer chorradas, es un club histórico. No importaba lo que hubieran pagado por ti, si no rendías, te apartaban. Tuvimos un gran grupo, que funcionaba a la perfección. La obligación era ganar todos los partidos. Perdíamos un partido y ya teníamos reuniones con directores, el presidente… Teníamos un grupo fenomenal. Lo que más me sorprendió de la Juventus fue eso, que nos llevábamos de una manera muy cordial.
¿Quién fue tu mejor amigo en la Juve?
En la habitación estaba con Mark Iuliano, un defensa. También me llevaba muy bien con Zoran Mirkovic, con Montero, con Del Piero, que es una grandísima persona.
¿Montero rascaba tanto en los entrenamientos como lo hacía en los partidos?
(Risas) Era un crack. Como buen uruguayo que era, daba muchas patadas. Ahora le iban a enseñar muchas rojas. Pero era un fenómeno.
“Montero, como buen uruguayo, daba muchas patadas. Ahora le iban a enseñar muchas rojas. Pero era un fenómeno”
Exfutbolista de la Real Sociedad
Regresó a la Real y se vio una mejor versión de Darko Kovacevic que en la primera etapa. ¿Está de acuerdo?
No sé si la gente se acuerda, pero yo llegué a la Real Sociedad en el mercado de diciembre, en invierno, cuando la Real estaba penúltima. Quería venir y ayudar al equipo. Me salió todo perfecto. Estaba como entrenador Roberto Olabe, que había sustituido a Toshack, y en esos 15 partidos que jugué marqué ocho goles fundamentales para salvarnos. Seguí otros cinco años. No dudé ni un momento de que las cosas me iban a salir bien porque en la Real Sociedad me sentía como en casa.
Y a punto estuvo de llegar la Liga…
Es que ha pasado el tiempo y no me creo que perdiéramos esa Liga. Nos la merecíamos. Si le preguntas a los jugadores del Real Madrid seguro que te dicen que la Real fue el equipo que mejor fútbol jugó. Pasamos por encima de ellos en Anoeta, empatamos en el Bernabéu, haciendo grandes partidos. Le ganamos al Barcelona en Anoeta, encadenamos 18 partidos sin perder. Teníamos un equipazo con Raynald Denoueix como entrenador, con Mikel Aranburu y Xabi Alonso en el centro del campo, con la mejor banda izquierda de España formada por De Pedro y ‘Gugus’ (Agustín Aranzabal), con ‘Bomba’ (López Rekarte) por la derecha, con Karpin, que era un líder, y con Nihat y conmigo adelante, sin olvidarme de Sander (Westerveld) en portería. Era un equipo perfecto. No tuvimos muchas lesiones. Fue una pena. Sigo teniendo claro que perdimos esa Liga en casa contra el Villarreal. La gente dice que en Vigo, pero no, la perdimos contra el Villarreal. En el minuto 90 íbamos ganando 2-0 y nos empataron a dos.
¿Siente más de felicidad por ser subcampeones de Liga o rabia por perder ese campeonato?
Hay más rabia porque lo merecimos. Un equipo como el Real Madrid está acostumbrado a vivir con esas situaciones. En ese campeonato siempre estuvieron por detrás nuestros, con diferencias importantes a nuestro favor y de repente, a falta de dos jornadas se puso por delante y se acabó. ¿Por qué nos pasó eso? No lo sé. No tuvimos suerte y a veces no supimos jugar los partidos. Si me preguntas si merecimos esa Liga te respondo que sí.
¿Qué nunca olvidarás de ese año?
No me voy a olvidar nunca de la celebración de la gente. Fue como si hubiéramos ganado. Yo tengo dos espinas clavadas, cuando bajamos a Segunda y cuando perdimos la Liga. Joder. Lo tuvimos en nuestras manos y disfrutamos tanto jugando ese año… Que pena.
¿Consoló de alguna manera el hecho de jugar la Champions con la Real?
No, pero fue un sueño. Pude jugar la mejor competición con un club el que estuve tantos años y además fue el primer jugador de la Real en marcar un gol en la Liga de Campeones. Con Bernd Krauss tuve la oportunidad de jugar la UEFA, pero la Liga de Campeones es diferente. Cuando escuchaba ese himno, en Anoeta, defendiendo esa camiseta, rodeado de mi gente, para mí era un sueño. Nos tocó un grupo fuerte con Olympiakos, Galatasaray, Juventus y luego el Lyon. Conseguimos victorias importantes. Fue una experiencia muy bonita.
Después de tocar la gloria, llegó el infierno…
Fueron años muy complicados. Todo salía mal. En mi caso era más que evidente. Cuando iba a rematar al primer palo, el balón iba al segundo y viceversa. No salió nada. Se fueron jugadores muy importantes como Xabi Alonso, Nihat se lesionó…Me acuerdo de la última jornada, en Mestalla. Nunca olvidaré ese día. Yo me sentía culpable. Queríamos, pero no salían las cosas. ¿Una explicación? Es difícil encontrar una explicación lógica. Le pasó lo mismo a un equipazo como el Atlético de Madrid, que tenía grandes jugadores como Hasselbaink, Pantic o Kiko y se fueron a Segunda. Fue la primera vez que lloré sobre un campo en mi vida profesional como futbolista. Fue mi peor día. Nunca lo olvidaré. Veía a la afición llorando y se me rompía el corazón. Han pasado los años, recuerdo eso, y me quedo sin palabras… El club de tu vida bajó a Segunda División. La Real no pasaba por su mejor momento, económicamente hablando, pero yo quería seguir en la Real a cualquier precio. Pero nadie me dio una explicación y tuve que irme. Me sentía muy unido con ese club y con ganas para seguir. Me sentía responsable, quería ayudarle a recuperar su lugar en la élite, pero no pudo ser.
“En Mestalla fue la primera vez que lloré sobre un campo en mi vida profesional. Fue mi peor día. Nunca lo olvidaré. Veía a la afición llorando y
Exfutbolista de la Real Sociedad
¿No te dejaron seguir?
Es algo que tampoco puedo explicar. No me dejaron. Nadie se dirigió a mí hasta el último día. Fue ahí cuando me di cuenta de que la Real no me quería. Puede sonar duro, pero lo cierto es que no tuve ninguna respuesta por parte del club. Ellos tenían mi palabra para seguir. Yo quería continuar, pero no hubo manera. Claro que me dolió. ¿Cómo no me iba a doler? Yo tenía 33 años. Salía de una lesión importante… Ha pasado el tiempo y es difícil explicar mis sentimientos, todos los detalles. Pero yo me sentía bien. Tenía ofertas, pero rechacé todas porque mi idea era seguir en la Real, aunque fuera en Segunda División, pero no tuve ninguna respuesta por parte del club. Me fui de vacaciones y no me llamó nadie. Sentía mucha pena. Me sentía mal.
Han pasado 27 años desde entonces y te cuesta todavía hablar de todo aquello…
Siento pena. Bajamos a Segunda y yo me sentía responsable por ser uno de los jugadores que más años llevaba en la Real Sociedad. Quería ayudar al equipo. Pensaba que podía hacerlo en Segunda, ofrecer mi experiencia y mis goles para regresar a Primera. Quería hacerlo, pero nadie me llamaba, aunque fuera para decirme que habían encontrado otra cosa. Me sentía con fuerzas para aportar uno o dos años en Segunda. Ellos, sin embargo, pensaban en otra cosas. Prefiero no seguir hablando de esto porque duele.
Olimpyacos fue un soplo de aire fresco en la carrera de Darko Kovacevic, ¿no?
Sí. Siempre he dicho que el Olympiakos es el Real Madrid de Grecia. Es un club que de los últimos 20 años, ha ganado 15 Ligas. Fui el máximo goleador, hicimos doblete con Liga y Copa, jugamos la Liga de Campeones. Le ganamos al Werder Bremen por primera vez en la historia. Me pasaron muchas y muy buenas cosas allí. Fue una maravilla. El Olympiacos es un símbolo de Grecia. Estuve tan a gusto que me quedé a vivir allí. Después de mi retirada, el presidente, Marinakis, me llamó para trabajar con ellos y estuve ocho años como director deportivo. El recuerdo es el mejor.
Tuvo que colgar las botas de manera prematura por una obstrucción arterial que padecía ¿Cómo está? ¿Puede hacer vida normal?
Es algo que está olvidado. Tenía 35 años y lo primero que tengo que hacer es dar las gracias al doctor Mariano Larman, que me salvó la vida. Tenía una arteria obstruida al 98%. Me intervinieron en Donostia. Me siento muy bien. Como me dijo el doctor, la carretera ahora está abierta. Puedo hacer vida normal. Puedo correr, hacer ejercicio. No tengo ningún problema.
“El doctor Mariano Larman me salvó la vida. Tenía una arteria obstruida al 98%. Tenía 35 años. Gracias a él puedo hacer una vida normal. Me siento muy bien”
Exfutbolista de la Real Sociedad
De todos los goles que marcó, ¿cuál recuerda con más cariño?
Me da igual. Siempre decía lo mismo que cuando el balón traspasaba la línea de gol, me daba igual el resto. Es muy difícil explicar, pero el gol más especial fue el que le hice al Dépor cuando murió mi madre. Anoeta se puso en pie para celebrarlo conmigo. No lo olvidaré nunca. Mi madre murió tres días antes de ese partido, yo decidí regresar, jugar y pude marcarle y dedicárselo. Pero todos los goles para mí son importantes.
¿Qué tenía Javi De Pedro para tener esa conexión tan especial?
Era un jugador con un nivel grandísimo. Era tan inteligente en el campo. Sabía mis movimientos a la perfección. Casi no hacía falta ni mirarnos. Sabía dónde llegaba y ponía e balón en el momento preciso. Sus centros eran espectaculares. Era un futbolista que daba asistencias desde el centro del campo.
¿Para cuándo el homenaje de la Real?
Me lo han preguntado 1.000 veces, mis amigos de allí me lo siguen preguntando y no me gusta porque yo no tengo una respuesta. Me fui de la Real en 2007 y todo el mundo me dice lo del homenaje, pero no depende de mí y de momento, no me han llamado. No me gusta mucho hablar de ese tema. Agradezco que os acordéis de mi todos en Donosti. Siempre estaré agradecido a la Real por la oportunidad que me dio para demostrar lo que era como jugador, y por su ayuda para formarme como jugador y como persona.
