El presidente de Georgia, fan de los Biris, no irá al palco y hará de … – Relevo
El de este domingo no será el palco más ortodoxo de la historia. Si por un lado, la Federación Española de Fútbol estará representada en Valladolid por un presidente interino como Pedro Rocha, tras la inhabilitación de Luis Rubiales, a su lado ni siquiera se sentará su homólogo de la Federación de Georgia. A estas horas, ya ha comunicado oficialmente que no verá el partido en la zona vip del estadio, como suelen hacer los dirigentes de su responsabilidad, y se irá a la grada con sus compatriotas.
No es que Levan Kobiashvili se haya vuelto loco o quiera cumplir una promesa. Este ritual lo ha repetido más de una vez por el hecho de que disfruta mucho más de esta manera. De hecho, el presidente de 46 años ya ejecutó su deseo en el partido de la primera vuelta de la fase de grupos, disputado el pasado 8 de septiembre y que acabó con 1-7 contundente a favor del equipo de De la Fuente.
Después de acudir a la protocolaria comida de directivas, en la que también estuvo invitado el responsable de la Comisión Gestora española y algún directivo más de la RFEF, el máximo responsable del fútbol en Georgia desde 2015 anunció que quería ver el encuentro en la grada con el resto del público, entre los que tenía varios amigos. No le importó ni siquiera el aguacero que esa tarde cayó en Tiflis. Se enfundó su camiseta blanca y no dudó en cantar y saltar cuando la escena lo requirió. Varios de los responsables de la delegación española no daban crédito desde su posición, entre la sorpresa y la admiración, a la vez que contemplaban cómo, ni corto ni perezoso, el ídolo local dejó a una directiva y a una familiar en el sitio que él tenía reservado en el palco junto al resto de personalidades.
Esta vez, el peculiar presidente Levan Kobiashvili ha confirmado que tampoco estará en la comida de directivas. Serán cinco los representantes georgianos que acudan al encuentro previo al partido, mientras que en el palco estarán ocupados 9 asientos en lugar de los 10 previstos. Al presidente de la Federación de Georgia poco le ha importado que haya muy pocos aficionados de su país en el estadio. Según ha podido confirmar Relevo, la Federación Española sólo ha despachado las 320 entradas de las 600 que solicitaron los georgianos hace varias semanas. De ellas 190 son en la parte de la grada visitante, 110 en Tribuna Oeste y 20 en VIP. Salvo reventa o que hayan comprado algunas más varios residentes en España, no se esperan muchos más paisanos en las gradas de Zorrilla que estarán totalmente llenas.
Y esto no es demasiado probable que suceda. Según los últimos datos estadísticos que se manejan en España, hay 20.655 georgianos censados en España distribuidos en 50 ciudades. Aunque el número ha crecido en 2023 en 105 ciudades, en Valladolid siguen habitando únicamente 25 personas. Pese a este dato, Kobiashvili estará en la grada animando.
Kobiashvili vive el fútbol con muchísima pasión. Y le sobran los motivos. Es un ex futbolista que ha sido internacional en 100 partidos, en los que marcó 12 goles. Jugaba en la posición de defensa o interior izquierdo y su último equipo fue el Hertha de Berlín de la Bundesliga. Antes militó en el Metalurg, Dinamo Tbilisi, Alania Vladikavkaz, Freiburg y Schalke 04. Y siempre ha demostrado que, si algo le sobra, es arrojo. Jugando precisamente en el Schalke 04, no disputó un partido de la fase previa de la Liga de Campeones que enfrentó a su equipo y al Atlético en agosto de 2008 en protesta por la “agresión rusa” contra su país. “En la camiseta del Schalke figura el emblema de su patrocinador, la corporación rusa Gazprom. No puedo llevar esa camiseta”, declaró en una entrevista al diario georgiano Sabrieli.
¿De dónde le viene esa pasión?
Precisamente en el Schalke fue donde realmente supo que, cuando fuera directivo, su sitio estaba en la grada. Esta tendencia se debe a la semifinal de la UEFA que disputó ante el Sevilla, aquella en la que Antonio Puerta hizo historia con un golazo en la prórroga disputada en el Sánchez-Pizjuán que metió al equipo español en la final y cambió su historia para siempre. Como el propio Kobiashvili ha reconocido después, el ambiente del estadio y los ánimos para caldearlo de los Biris le impresionó: “El Ramón Sánchez-Pizjuán me marcó por su afición”.
Un estadio el del Sevilla que, precisamente, compitió con el de Tiflis muchos años después por albergar la final de la Europa League 2021, ya con él de presidente en Georgia. Entonces, preguntado por ABC Sevilla, recordó cómo era el estadio andaluz en comparación con el que su federación estaba presentando a concurso: “No vi una cosa igual cuando jugué allí. Los aficionados del Sevilla tuvieron un papel clave. No había experimentado algo parecido. El ambiente, durante los 120 minutos, fue increíble. También luego hubo algo que no se me ha podido olvidar. Nosotros, claro, estábamos muy dolidos porque habíamos perdido una oportunidad muy importante de ganar un título”.
Y añadió esto en esta entrevista a la cabecera de Vocento: “Yo creo que el Sevilla-Schalke 04 fue la final anticipada. Todos nos daban como favoritos en las semifinales, al Sevilla y a nosotros. Los aficionados del Sevilla estaban eufóricos, como es lógico, pero al salir nosotros del estadio en nuestro autobús empezamos a ver a un montón de sevillistas que empezaron a aplaudir. Me impresionó mucho. Nunca experimenté en mi carrera una muestra de respeto tan grande de una afición rival. Creo que aquel día empezó la vinculación tan buena entre el Sevilla y el Schalke. Me acuerdo aún del gol de Antonio Puerta… Me gustaría aprovechar, por favor, para decirle a la familia sevillista que siento mucho la marcha de Puerta. Como exfutbolista, me emociona ver y comprobar cómo se mantiene viva su memoria”. Sin duda alguna, un directivo diferente.
