Becky Hammon, una «tía muy lista» forjada en Rivas y Valencia que … – Relevo

Becky Hammon lleva toda la vida rompiendo estereotipos y acercando a la mujer a un mundo tan masculino como es el del baloncesto de élite. Primero lo hizo en la cancha, siendo una de las mejores jugadoras en la historia de la WNBA y de ligas como la española o la rusa. Luego, con su paso a los banquillos lo único que hizo fue reafirmar esa condición como referencia en el deporte de la canasta.

Hammon llegó la pasada temporada a Las Vegas. Se cansó de esperar a los hombres y una oportunidad en la NBA y aterrizó en las Aces para aumentar su leyenda en el mundo de la canasta. Y no tardó en hacerlo. En su primera temporada se convirtió en la primera entrenadora en la historia que conquista el título de la WNBA en su primera temporada como entrenadora jefe. En la segunda, ha mantenido la racha llevando al equipo de Nevada al título por segundo curso consecutivo. Algo que no sucedía en la liga desde 2002.

Otro hito más para una Hammon a la que muchos veían como la primera mujer en llevar las riendas de un equipo de la NBA. Entre ellos, Pau Gasol. El pívot español ya dio su opinión en 2018 con una carta abierta en la que aseguró que la entrenadora de Dakota del Sur, con la que coincidió en los Spurs donde ella era asistente, estaba preparada para la NBA. “He sido dirigido por dos de las mentes más ingeniosas en la historia del deporte, Phil Jackson y Gregg Popovich. Y os lo digo: Becky Hammon puede entrenar. No estoy diciendo que pueda entrenar bastante bien. Lo que estoy diciendo es que puede entrenar en la NBA”.

Hammon llamó a las puertas de la NBA en 2015 cuando Gregg Popovich la convirtió en la primera mujer ayudante en un banquillo de la liga. El veterano técnico de los Spurs confío en la exjugadora de Rivas Ecópolis y Ros Casares y desde el primer momento apuntó que Hammon no cumplía un mero papel simbólico ni una cuota hacia la igualdad. “No veo por qué no. No debe haber ningún tipo de limitaciones. Se trata del talento y la capacidad para hacer las cosas. No se trata de sexos, razas o cualquier otra cosa”. Un argumento que también esgrimía la propia Hammon: “Creo que a estas alturas es una tontería. Si entiendes de baloncesto, entiendes de baloncesto. Y punto”.

Y Becky entiende. Y mucho. Siempre lo ha hecho, como recuerdan algunas de sus compañeras con las que compartió vestuario en Valencia. Una etapa en la que ya se veía que la carrera de Hammon estaba encaminada a los banquillos, como recordaba Laia Palau para Relevo: “Era una jugadoraza con una inteligencia brutal. Y no sólo de cabeza. También social, emocional y estratégica. Compartí vestuario un año, pero sobre todo la sufrí y nos hizo unos rotos tremendos con la Selección. Sabe, tiene futuro y es una tía con mucha perseverancia”.

La base estadounidense puso fin a una gran carrera como jugadora en la WNBA (seis veces para el All Star y en dos ocasiones para el mejor quinteto de la liga) por culpa de las lesiones. A sus 37 años una lesión en la muñeca y otra de rodilla la hicieron colgar las botas, aunque ella ya había allanado su camino a los banquillos, siendo invitada por Pops a los entrenamientos de los Spurs.

Un año más tarde el sargento de San Antonio le abrió las puertas de su ‘casa’ convirtió a Hammon en la primera mujer en un banquillo de la NBA. Y a partir de ese momento se sucedieron los récords y los hitos conseguidos por una de las grandes pioneras del baloncesto: primera mujer en dirigir un partido de la NBA en ausencia de Popovich (30 de noviembre de 2020), primera entrenadora en ganar un título NBA (la Liga de Verano de 2015), primera técnica en formar parte de un banquillo All Star y primera mujer entrevistada para ser entrenadora jefe de una franquicia NBA tras sonar para banquillos como Milwaukee o Nueva York.

Sin embargo, el cántaro fue muchas veces a la fuente pero no se terminó de romper. Hammon se cansó de esperar a los hombres y decidió aceptar la oferta de las Aces para seguir haciendo historia… en la WNBA. Una competición que domina con mano firme mientras aguarda que se le vuelvan a abrir las puertas de una nueva hazaña en la historia del baloncesto.

Apasionado
del
baloncesto
desde
niño,
Guillermo
García
ha
conseguido
hacer
del
deporte
de
la
canasta
su
profesión.
Licenciado
en
Humanidades
por
la
Universidad
Carlos
III
y
con
un
Master
en

Periodismo,
empezó
a
trabajar
en
Marca
en
el
año
2003,
donde
tuvo
tiempo
para
hacer
desde
fútbol
hasta
reportajes
y
opinión,
pasando
por
la
sección
de
cierre.
En
2011
comenzó
como
redactor
en
la
página
oficial
de
NBA
en
español
y
desde
entonces
cubre
la
información
de
baloncesto
con
especial
atención
a
lo
que
ocurre
en
EE.UU.
Además,
ha
cubierto
dos
Eurobasket,
dos
mundiales
y
dos
Juegos
Olímpicos,
junto
a
multitud
de
playoffs
de
la
ACB,
NBA
y
partidos
de
la
Final
Four
de
la
Euroliga.
También
ha
podido
entrevistar
a
figuras
de
otros
deportes
como
Usain
Bolt,
Simone
Biles
o
Armand
Duplantis.


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