Luis Campos cumple veinte meses trabajando en el Celta, aunque antes ya había estado unas semanas empapándose de todo lo que rodea al club, no solo de los aspectos estrictamente relacionados con el mercado de fichajes. Era la segunda vez que el club vigués intentaba su contratación y, tras mucha insistencia, la definitiva. En A Sede estaban eufóricos con su llegada e insistían que con el portugués estaban en disposición de dar un salto cualitativo a la plantilla. Desde entonces, el de Esposende ha trabajado mucho en la construcción de un equipo competitivo y ha alternado errores y aciertos, aunque nunca ha estado en entredicho de puertas para dentro.
Echando la mirada hacia atrás, el Celta tiene 14 jugadores nuevos en su plantilla respecto a los que había cuando llegó Campos al club. La revolución ha sido profunda, pero de momento no ha ido acompañada de resultados. El equipo logró la permanencia en la última jornada de la pasada Liga y en la presente temporada ocupa puestos de descenso tras nueve encuentros. Una parte de la afición critica la labor del asesor deportivo, que tiene contrato hasta junio de 2024.
El acuerdo entre el Celta y Campos fue un secreto hasta que ambas partes dieron a conocer, en la única rueda de prensa que ha concedido el portugués desde que asumió el cargo, que era por dos temporadas. Es decir, que finaliza al término de la actual. Además de su labor en Vigo, el luso desempeña la misma función en el Paris Saint Germain y es habitual verle durante los partidos del conjunto francés, aunque bien es cierto que también acude de vez en cuando a Balaídos, donde tienen claro que su labor en Francia no le resta energías ni tiempo para cumplir con ellos. Además, la comunicación con Juan Carlos Calero y Rafa Benítez es muy fluida y los tres mantienen reuniones periódicas en Vigo.
Pese a las dudas que está mostrando el equipo esta campaña, en los despachos de A Sede están muy satisfechos con su labor. Entienden en el club que los fichajes realizados son de primer nivel y que varios de los jugadores que han llegado tienen opción de revalorizarse y dejar dinero en las arcas olívicas. Por ello quieren renovar su contrato y extender la unión formada en 2022, aunque por ahora no ha habido conversaciones al respecto.
Uno de los factores esenciales para que Campos y el Celta sigan de la mano es que el conjunto celeste logre la permanencia en Primera División. Con el equipo en la segunda categoría del fútbol nacional, la presencia del portugués sería inasumible al ser uno de los directores deportivos mejor pagados del fútbol nacional. Además, es lógico pensar que él no estaría del todo cómodo lejos de la primera línea.
Por el momento, Campos está contento en Vigo. Pese a la primera mala temporada que le tocó padecer, el de Esposende quería seguir construyendo el proyecto iniciado. La directiva celeste no solo no duda de su capacidad, sino que la ha reforzado recientemente dándole más poder en la parcela deportiva, aunque siempre bajo la lupa de Marian Mouriño.
Entre todos los fichajes que ha conseguido firmar, destacan nombres como Mingueza, Starfelt, Bamba, Douvikas o Larsen, que están dando un buen nivel en el Celta. Menos presencia han tenido otros como Swedberg o Dotor, apuestas a largo plazo que por ahora no han convencido a los entrenadores. En enero tendrá un nuevo examen ya que en Vigo esperan la llegada de un central, tras la lesión de Aidoo, y de un mediocentro.
