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Estado del Tenis Femenino Mundial – Mucho Deporte


Alejandro Delmás

Alejandro Delmás
19/11/2023

Por muchos llamamientos promocionales que formulen los hagiógrafos -y hagiógrafas- del deporte femenino, enlazado con el feminismo, la triste realidad actual del tenis femenino en su circuito profesional, ‘WTA Tour’, se comprende simplemente acudiendo a los cuadros -y ‘cuadras’, cabría decir- de los torneos de máxima categoría, como Roland Garros o Wimbledon en 2015 o 2016. Vayamos a ellos. O a ellas.

De las 16 primeras cabezas de serie en el Campeonato individual femenino de 2016, en Roland Garros-París (Internacionales de Francia), hoy están oficialmente retiradas Serena Williams (1, subcampeona del torneo, 23 títulos individuales en Grand Slam; campeona olímpica en 2012), Agnieszka Radwanska (2), Angelique Kerber (3), Roberta Vinci (7),  Timea Bacsinszky (8), Lucie Safarova (11), Carla Suárez (12), Ana Ivanovic (15) y Sara Errani (16). Es decir, nueve de las 16. ‘Top Seeds’ de aquellos Internacionales de Francia, hace siete años. Pero el desastre deportivo del llamado ‘WTA Tour’ (fundado en 1973 a partir de las ‘Nine Originals’, las ‘Nueve Originales’ que lideró Billie Jean King, de paso por el Circuito ‘Virginia Slims’) no se ciñe a estas retiradas… ni concluye en ellas.

La situación de las siete que quedan sin jubilarse oficialmente de aquellas 16 primeras cabezas de serie en Roland Garros/2016 despeja aún más dudas y termina de completar revelaciones: Garbiñe Muguruza (4, campeona en París ese 2016), acaba de declarar en el magacín ‘Women’s Health’ que el tenis no ocupa ‘ningún lugar’ en su rutina diaria y que a día de hoy no tiene ‘ninguna intención de volver’. 

Aún dirigida por Conchita Martínez, Garbiñe, campeona de Roland Garros en 2016 (“Este es nuestro torneo, el de los españoles…”), y de Wimbledon en 2017 -más finalista en Wimbledon/2015 y Australia/2020-, Muguruza -cuya imagen junto al firmante, tras el título de 2016 en Roland Garros, es la que abre nuestro texto- jugó ¿por última vez? en un evento oficial el pasado 30 de enero, en Lyon, en una dura derrota por 16 y 46 frente a Linda Noskova, semiadolescente checa de 18 años.

Al momento y de súbito, Garbiñe anunció que suspendía toda actividad relacionada con el tenis; ni siquiera se presentó al partido de dieciseisavos de final que ya estaba sorteado ante Karolina Pliskova para el 7 de febrero, en Abu Dabi… y no ha vuelto a pisar una pista de tenis hasta hoy. Muguruza, que cumplió 30 años este pasado 8 de octubre, y ahora se mueve en el número 380 del ranking WTA, ha anunciado planes de boda para el próximo verano con su actual pareja, el empresario y modelo hispanofinlandés Arthur Borges.

Por sus últimas imágenes públicas, Muguruza, dedicada a las clases y exhibiciones de ‘Zumba’ ha perdido absolutamente la apariencia -y la forma física- de una tenista profesional.

Siguiendo con aquellas 16 primeras de 2016 en Roland Garros, la bielorrusa Victoria Azarenka (número 5) sí continúa jugando, y a no mal nivel, en el número 22 del ‘WTA Ranking’, aunque con 34 años cumplidos. La número 9, Venus Ebony Starr Williams, campeona en siete torneos de Grand Slam (cinco en Wimbledon, dos en Nueva York) cumplió 43 años en junio pasado y ocupa ahora el puesto número 408 en el ranking mundial.

A sus 33 años (8.3.1990), la zurda checa Petra Kvitova, campeona en Wimbledon en 2011 y 2014, viaja hoy en el número 14, de aquellas 16 primeras de los Internacionales de Francia en 2016, a los que Kvitova se presentó como cabeza de serie número 10. La número 13, la moscovita Svetlana Kuznetsova, cumplió 38 años el pasado junio y, aunque no está oficialmente retirada, se halla en el número 1203 del ranking. Sólo nos queda la estadounidense Madison Keys, de 28 años (número 15 en 2016, en Roland Garros), que cayó bien dignamente ante Aryna Sabalenka, hoy segunda tenista mundial, en semifinales del último US Open. Keys se sitúa hoy en el número 12 del ‘WTA Tour’.

Cabe inferir, entonces, que, de aquellas 16 primeras cabezas de serie en 2016, en Roland Garros, tan sólo siete años después sólo tres (un 18%), se mantienen realmente en activo, más allá de declaraciones formales de retirada: Azarenka, Kvitova y Keys. Tres… de las teóricas mejores 16 del mundo en la llegada a aquel Roland Garros-2016, la primera gran coronación de Garbiñe Muguruza.

HALEP Y… SHARÁPOVA.- Pero si nos vamos al listado de Wimbledon/2015 (o incluso más allá), la situación no mejora: empeora. La número 3 de aquel Wimbledon, Simona Halep (Rumanía), campeona de Roland Garros en 2018 y de Wimbledon en 2019, fue castigada -a sus 32 años cumplidos- con una suspensión de cuatro años en septiembre pasado por haber ingerido el prohibido estimulante sanguíneo ‘roxadustat’. Halep ha anunciado que apelará hasta donde tenga que apelar (?) pero, rumbo a los 33 años, su ruta parece  de lo más espinoso, en el mejor de los casos.

En 2015 y en Wimbledon, Maria ‘Masha’ Yúrievna Sharápova (19.4.1987, Nyagan, Rusia, 1,88 de altura) aún era la preclasificada número cuatro, cuando aún formaba pareja con el tenista búlgaro Grigor Dimitrov. Formidable máquina de hacer dinero, campeona en cinco eventos de Grand Slam (en todos los torneos, con ‘doblete’ en Roland Garros, 2012 y 14), y con 38.777.962 dólares oficiales de ganancias sólo en el WTA Tour, Sharápova anunció su retirada en febrero de 2020, sin haber cumplido 33 años. Hoy, la empresaria Maria Sharápova es literalmente otra persona, en muchísimos sentidos. Desde julio de 2002, tiene un hijo con el financiero británico Alexander Gilkes.

“¿La parte de mi cuerpo que más me gusta?’ Mi cabeza”, declaró Maria personalmente a quien aquí suscribe en 2006, en Madrid. En 2016 fue suspendida por dos años por el uso del prohibido estimulante ‘meldonium’, muy común entre los deportistas rusos, pero la apelación le permitió una reducción de la suspensión a 15 meses. Aún llegó a octavos de final en 2017 y 2018 en el US Open y ganó el evento de Tianjin, en 2017… pero hasta ahí.

Más allá de está atronadora lista, la danesa Caroline Wozniacki, campeona en 2018, en Australia y número 5 en 2016, en Wimbledon, ha estado retirada entre diciembre de 2019 y finales de este pasado verano de 2023, cuando ha reaparecido… con 33 años cumplidos. Andrea Petkovic, nacida serbia de Bosnia (1987, Tuzla) pero con pasaporte alemán -‘aunque en mi corazón siempre me sentiré de Serbia’-, era la cabeza de serie número 14 en 2015, en Wimbledon, donde había sido semifinalista en 2014. Petkovic se retiró oficialmente tras el US Open de 2022.

También se han retirado, desde aquel Wimbledon/2015 femenino… Sabine Lisicki (18), Samantha Stosur (22), Flavia Pennetta (24) o la incansable eslovaca Dominika Cibulkova, cuarta jugadora mundial en 2017, campeona del ‘Masters’ WTA Finals en 2017, finalista de Australia en 2014… y jubilada oficialmente al final de 2019, sin haber cumplido 31 años.

OSAKA Y BARTY.- Tras recurrentes problemas relacionados -según ella misma relató- con la salud mental, la japonesa Naomi Osaka (16.10.1997, 1,80 de altura), otro ‘boom’ mediático multirracial edificado por ‘Nike’ más industrias asociadas, campeona de cuatro torneos en Grand Slam (dos ‘Australias’ y dos ‘US Open’, entre 2018 y 2021) abandonó el circuito definitiva y oficialmente, por embarazo, en enero de 2023, después de totalizar 20.029.282 dólares en ganancias. No ha vuelto a jugar ni por asomo, aunque ha anunciado un eventual regreso que cabe cuestionarse o, como mínimo, poner en duda. Osaka saltó al número uno del ranking mundial en enero de 2019, cerró tercera en 2019 y 2020… y ahora se la ha instalado en el puesto número 661. Vive en Beverly Hills, Los Ángeles, California. En fin…

Por redondear la lista, Ashleighy, ‘Ash’ Barty, la australiana de Ipswich del revés cortado como un bisturí que dominó Roland Garros (2019), Wimbledon (2021) y el Australian Open de 2022, la primera australiana en conseguirlo en 44 años… se despidió inapelablemente del tenis profesional justo tras esta última hazaña cuando aún lideraba el ‘WTA Ranking’, en marzo de 2022.

En ese marzo de 2022, Barty (24.4.1996) ni había cumplido aún 26 años. Se retiraba para casarse con su novio, Gary Kissick… con el que ya tiene un hijo, Hayden. Otra que acaba de anunciar su embarazo con la subsiguiente retirada de las pistas es la suiza Belinda Bencic, actual número 17 del mundo…

‘CATÁSTROFE NATURAL’.- Cuando alguien repase esta lista de abandonos y (sin entrar en las razones) vea los nombres que en ella se encuentran y su estado actual… comprenderá el estado de ‘catástrofe natural’ o ‘zona catastrófica’ que afecta al circuito profesional femenino, el ‘WTA Tour’.

Cabe decir que resulta inviable taponar semejante hemorragia, cuyo primer efecto natural es uno que ya en 2016 advirtió la grancanaria Carla Suárez Navarro (preclasificada número 12 en 2016, en Roland Garros, finalista en Miami en 2015 ante Serena Williams, por ejemplo), haciendo observar a quien aquí firma, allá por ese tiempo: “La gente no se quiere creer esto o no lo comprende o no os dais cuenta, pero en el tenis femenino actual, ganarle un partido a cualquiera de las 100 primeras cuesta un h… Puedes perder con una de esas cien primeras en cualquier momento y para ganar cualquier cosa, tienes que estar jugando a tope desde las primeras rondas”.

Asumiendo el alto valor competitivo de que dotan al circuito femenino estas palabras de Suárez Navarro, de lo que nadie puede dudar es del daño incalculable que provocan en una gran competición profesional la desaparición -y en catarata- de esta lista de nombres tan rutilantemente estelares; toda una constelación.

Se ha dicho adiós a las rivalidades que incluían a las hermanas Venus y Serena Williams, Sharápova, Muguruza… las equivalentes en el actual ‘Tour’ femenino a lo que son o han sido Nadal, Federer, Djokovic o el emergente Alcaraz en cualquier torneo masculino.

Cabe comparación con la fuga de estrellas que, por una u otra razón, afectó al gran mercado del baloncesto profesional. español e internacional, entre los últimos años 80 y los primeros 90 cuando, por una u otra razón, esperada o sin esperar, fueron desapareciendo de la escena nombres como Julius Erving (Doctor J), Kareem Abdul-Jabbar, Fernando Martín, Dino Meneghin, Dragan Kicanovic, Juan Antonio Corbalán, Earvin Magic Johnson, Larry Bird, Drazen Petrovic, Ulianna Semenova…

Cada uno de esa decena de nombres bastaba para abrir la portada de una revista de baloncesto o una sección de Deportes. La leyenda soviética ( y lituana…) Semenova, de 2,13 de altura -por acromegalia-, agregada oficialmente al ‘Salón de la Fama’ jugó en 1988 en el Tintoretto de Madrid/Getafe. Este mismo 2023 le ha sido amputada una pierna a Ulianna (nacida en 1952). Sin todos ellos, todo fue peor y nada fue igual. En la NBA, a partir de mediados de los 90, sólo los colosales Chicago Bulls de Michael Jordan, más el sobrenatural Michael Jordan propiamente dicho… pudieron tapar ese vacío inmenso.

En España aún hubo que esperar hasta que en 2001, con el bronce en el Eurobasket de Estambul y la llegada de Pau Gasol a la NBA, la irrupción de la generación de los ‘Júniors de Oro’, campeones mundiales Sub-20 en 1999, en Lisboa… fue capaz de rellenar y hacer olvidar la fosa séptica en que el baloncesto español había caído básicamente a partir de 1988-1992, con el inexorable crepúsculo de la Selección de Antonio Díaz-Miguel y de la plateada generación de subcampeones olímpicos en 1984, en los Juegos de Los Ángeles.

AGRAVANTES.- Más allá, y volviendo al tenis femenino, la desastrosa organización (?) de las recientes ‘WTA Finals’, en Cancún, con una pista (al aire libre) en estado penoso que generó asistencia casi nula, desembocó en la petición pública por parte de Martina Navratilova (18 títulos individuales en Grand Slam, entre 1978 y 1990; nueve de ellos en Wimbledon) del cese y despido del extenista Steve Simon, actual CEO o consejero delegado de ‘WTA’. “Steve debe echarse a un lado y dejar que las mujeres, de una vez por todas, manden de una vez en el circuito de las mujeres, que ellas conocen mejor que nadie. Él lleva nueve años ahí y mira dónde hemos acabado”, dijo acremente ‘Miss Martina Navratilova’, en el mismo Cancún. En ‘Galería’, Martina Navratilova y el firmante dialogan en una entrevista de la década pasada, cerca de Wimbledon.

Entre las tormentas y el desinterés de Cancún, con la ruinosa (aunque flamante) pista medio vacía, la ‘lideresa’ Swiatek, un clon femenino de Rafa Nadal, al que admira perdidamente, Sabalenka y el nuevo relámpago de Coco Gauff – la campeona del US Open/2023 que después de octubre se vio ‘abandonada’ por su entrenador español, Pere Riba- son los nombres que intentan galvanizar el actual circuito femenino… que no puede salir del marasmo con ‘shows’ como la propia final de las ‘WTA Finals’, en Cancún, donde el ‘ciclón’ Swiatek barrió por 61 y 60 a la ‘meritoria’ estadounidense Jessica Pegula, hija del riquísimo propietario de los Buffalo Bills de la NFL.

Lo grande del caso es que siete de las diez deportistas femeninas mejor pagadas en la lista de ‘Forbes’ son… tenistas. Y eso, cuando la WTA ha dejado de exigir una capacidad mínima de 1.000 personas para organizar torneos; ahora bastan 750 espectadores. Ahora, sin las grandes rivalidades de la primera o segunda década del Siglo XXI, es muy complicado hallar más espectadores para el tenis femenino…

Las líderes del circuito han hecho ‘lobby’ y se han constituido en grupo de presión frente a lo que se ve venir casi inevitablemente, una reducción de premios: “Ellas siempre piden los mismos premios que los hombres, pero no generan lo mismo. Por desgracia la realidad es que la gente ve más tenis masculino; de seguir así, la WTA va camino de la bancarrota y acabará absorbida por la ATP. El acuerdo entre la WTA y la Asociación de Tenistas Profesionales, ATP, sería asunto de supervivencia para WTA… y de reputación, para la ATP. Los dirigentes de la ATP no quieren que la WTA colapse, sencillamente porque estaría mal visto. Pero es la ATP quien sí tiene reservas y fondos para tenistas retirados, por ejemplo. Tales eran las recientes palabras explosivas de Yuri Polsky, presidente de la Federación de Kazajistán y miembro de la Comisión Ejecutiva de la ATP.

No precisamente en el patio trasero del asunto, y atizado por toda esta situación, continúa latente la cuestión de la igualdad de premios, de la que el US Open ha celebrado precisamente este año el 50º Aniversario (desde 1973, y gracias precisamente al plante Billie Jean King) … concediendo nada menos que tres millones de dólares (2.756.520 euros) tanto al campeón masculino como al femenino: Novak Djokovic y Coco Gauff. 

Repetidamente, los organizadores de torneos (por ejemplo y en su momento el rumano Ion Tirac en el Masters ‘Madrid Open’) se han quejado de esta igualdad, “por la sencilla razón -decía Tiriac- de que, sin hablar de otras cosas, los hombres pueden ocupar espacios en televisión, que se pagan cuantiosamente, por un total de cinco sets… y las mujeres, por un máximo de tres”. 

Las pistas no se llenan precisamente para ver a Swiatek, Sabalenka o Gauff, ni a Paula Badosa (que llegó a ser número 2 WTA), etc. A veces, y en pistas grandes, como las de Grand Slam, la situación puede llegar a ser desoladora. Las jugadoras contragolpean aduciendo que se les ponen peores horarios que a los hombres. “No interesan como los hombres, y esto es así ahora, en estos momentos, como pocas veces ha sido, se pongan como se pongan”, alega una mayoría de organizadores.

BILLIE JEAN KING.- “Necesitamos más chicas; deben tener el mismo seguimiento y ganar el mismo dinero que los hombres; porque ahí está la clave, en el dinero. Dinero y entusiasmo. No creo que muchos países inviertan lo suficiente en deporte femenino. Estoy segura de que en España (las tenistas) no reciben la misma atención que los chicos ni que por supuesto Nadal, pero necesitamos que se las reconozca para que las nuevas sigan su ejemplo. Vino Garbiñe Muguruza, pero necesitamos más y más chicas, con ese mismo seguimiento que los hombres. Debemos cambiar esto porque las chicas y los chicos queremos lo mismo, ser los mejores”.

Estas eran palabras de la propia Billie Jean King, ‘BJK’, en entrevista con Alejandro Ciriza en ‘El País Semanal’, cuando arrancaba en Sevilla-La Cartuja la reciente fase final de la ‘Billie Jean King Cup’, la antigua Copa Federación o ‘FedCup’. Con bastante discreta asistencia de público en las pistas de La Cartuja, algo que cabía esperar en el actual estado de cosas.

Ya en 2013, en entrevista personal en la Terraza de Jugadores de Wimbledon con el aquí firmante, la misma BJK afirmaba cosas muy parecidas a las que ahora manifestó a Ciriza: “¿Cómo quiere que vea el tenis femenino español? ¿Qué quiere decir? ¿Usted… por qué ha viajado a Wimbledon?… El tenis femenino español, como el de cualquier otro país, necesita invertir tiempo, gastar dinero y esfuer­zos. Que se promueva y se cuide con verdadero entusiasmo. No veo que, en general, en España se cuide lo suficiente. Uste­des, los enviados especiales españoles, van ahora tras el tenis masculino, porque ahí sí se han hecho esos esfuerzos… pues ese es el mismo esfuerzo que se necesitaría para que hubiese una explosión en chicas. Hay que cuidarlas… ..¿Cuántos reporteros enviados han ido siguiendo hasta ahora al equipo femenino de fútbol? Yo también jugué a fútbol en la Universidad del Estado de California (Cal. State LA) en Los Ángeles. Hay que cuidarlas a todas: a ellas, a las futbolistas a las tenistas. Cuando lo hagan, venga y hablamos otra vez”.

Pues nada, otra vez se ha hablado… y en el tenis femenino, casi que estamos en las mismas que en 2013. ¿O bastante peor?       

 





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Rohit Palit

Periodista deportivo y graduado en Ciencias de la Comunicación de Madrid. Cinco años de experiencia cubriendo fútbol tanto a nivel internacional como local. Más de tres años escribiendo sobre la NFL. Escritor en marcahora.xyz desde 2023.

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