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Mauricio Macri lo hizo y jugará el segundo tiempo – Letra P


¿Fue Javier Milei el ganador del año electoral? La pregunta admite el ingreso de Mauricio Macri a la respuesta, el verdadero ingeniero de la victoria presidencial del candidato de la ultraderecha. Ubicar el punto de partida de esta sociedad la noche de la elección general que terminó con un sorpresivo primer puesto de Sergio Massa es admitir una mirada parcial sobre el juego de largo aliento de un exjefe de Estado que resistió el recambio generacional en el PRO y, por supuesto, en el elenco de Juntos por el Cambio (JxC).

Fue más allá cuando rompió relaciones con un histórico aliado, Juan Schiaretti, apenas el gobernador de Córdoba comenzó a pergeñar el “frente de frentes” con el jefe de Gobierno porteño. Se abrazó a un archienemigo, Luis Juez, para fragotear un acuerdo que se superponía con la elección provincial. “Si al senador se le pinchaba una rueda y no llegaba a Buenos Aires, ese acuerdo se cerraba y Larreta y Schiaretti estarían celebrando esta noche”, el contrafáctico más reiterado por estas horas.

Macri ganó esa pulseada con el líder emergente de su partido. Subsanado ese asunto, cuando “los hijos” del PRO se sacaron los ojos y entendieron, tardíamente, que las peleas internas quebraron el contrato con su electorado, Macri traicionó abiertamente a la ganadora de esa interna.

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Basta con guglear las crónicas recientes para comprobar el enojo público de Bullrich por los guiños al minarquista. Su promotor cumplió con lo mínimo: pidió el voto en barcitos del interior, tiró algunos tuis y, cuando su exministra cayó derrotada, la empujó a dar su apoyo anticipado a Milei. Las fuerzas de la alianza iban a debatir esa mañana, de manera orgánica, su postura de cara al ballotage.

Juntos por el Cambio explotó por los aires. Radicales se dividieron entre la neutralidad ficticia y el apoyo abierto a uno u otro bando. Macri asomó como el garante institucional de un probable futuro presidente que lo aceptó como confesión de parte de lo que carecía.

Milei readaptó su discurso con un guion que pareció escrito de puño y letra por Macri. En el último spot de campaña, se desdijo de sus propuestas más delirantes. El candidato porteño que sintió la necesidad de no pisar el interior profundo del país decidió cerrar su campaña en Córdoba, la provincia que Macri define como “su segundo hogar”.

Bullrich fue la invitada especial del cierre y, apenas Milei dejó el micrófono ese jueves, el exmandatario tuiteó sus razones para apoyar al minarquista. El ahora presidente electo hizo algunos esfuerzos para desvincularse. Fueron en vano. Quedaron marcadas las huellas digitales del hombre que, en paralelo, selló la continuidad de su proyecto en la ciudad de Buenos Aires con Jorge Macri.

Macri ganó

El ingeniero recuperó el control de su kilómetro cero y logró colarse en esa ola de cambio que consolidó Milei, que alguna vez fue suya. El referente de La Libertad Avanza lo correspondió con gestos fuertes. Por ejemplo, poco hizo cuando el sindicalista Luis Barrionuevo pegó el portazo. Tampoco protestó cuando presenciaron, desde la comodidad de sus domicilios, el debate donde se daba por descontado que Massa daría la cátedra del político de oficio.

El jefe del PRO ajustó los distritos díscolos, como Córdoba, que en un primer momento quiso recostarse en la corrección política de la neutralidad. Con dos telefonazos, el partido amarillo se alineó en todo el país y la fuerza libertaria reconoció la red de fiscalización con la que contó este domingo, en medio de denuncias que la jueza María Servini.

Macri entendió rápidamente las ventajas de atrapar a la criatura del sistema político que llegó al son de la lucha contra “la casta”, la misma que lo alimentó de uno y otro extremo de la grieta. La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue una de las primeras grandes figuras de la política en vaticinar un escenario de tercios. Macri y Bullrich alimentaron tempranamente una sinergia con el amateur con elogios recíprocos.

Fue el expresidente, quizás por una afinidad ideológica que el peronismo jamás podría admitir en sus filas, quien logró su segundo tiempo y la oportunidad de llenar los vacíos de un hombre que este domingo lo sorprendió el poder.

“Quiero agradecerle al expresidente Mauricio Macri y a la señora Patricia Bullrich el acto de grandeza”, personalizó la referencia en el primer discurso del presidente electo. En el PRO anticipan que la nueva etapa se definirá en las próximas 48 horas.



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Marc Valldeperez

Soy el administrador de marcahora.xyz y también un redactor deportivo. Apasionado por el deporte y su historia. Fanático de todas las disciplinas, especialmente el fútbol, el boxeo y las MMA. Encargado de escribir previas de muchos deportes, como boxeo, fútbol, NBA, deportes de motor y otros.

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