Cristian Ceballos (Santander, 1992) es un chico con suerte. Y lo expresa con naturalidad. Feliz en “su tierruca”, nunca imaginó todo lo que el fútbol le depararía. No es para menos. Atiende la llamada de Relevo desde Barcelona, donde se recupera de una lesión de tobillo (“en un mes ya estaré de vuelta”, aclara) y vivió gran parte de sus mejores años. Dar toques con Ronaldinho en el Camp Nou hace 19 años y que le confundiesen con Messi o compartir vestuario y generación con su todavía amigo Muniesa son dos recuerdos que conserva como reliquias: “He sido un privilegiado”.
Su historia es peculiar, aunque él prefiere definirla como “igual a la del resto, pero con un poco más de suerte”. Con tan sólo 11 años, se marchó de casa y cambió el Bansander por La Masia: “Un ojeador del Barça vino a verme con 11 años. Me fui a Barcelona, jugué el Torneo Brunete (ahora LaLiga Promises) y fui el MVP. Ser jugador del Barça significa vivir muchísimas cosas”, recuerda.
Hace 13 años que acabó su periplo en La Masia, pero su parecido físico con Messi en aquel entonces y las redes sociales se empeñan en recordárselo a diario. Ni los más de cuatro mil kilómetros que separan Barcelona de Azerbaiyán, donde reside actualmente, impiden que reciba prácticamente cada día su vídeo dando toques con Ronaldinho: “Era una iniciativa del club con los canteranos. Te llevaban a entrenar, a dar toques y a jugar un rato con tu ídolo en el Camp Nou. En mi caso con Ronaldinho. La gente se cree que el de los toques es Messi. Pero no, soy yo”.
“Cada día me lo manda un amigo distinto. Se ha hecho muy viral, sobre todo estos últimos meses, pero desde que se publicó siempre ha sido así. Sólo soy yo jugando con mi ídolo”, añade. El vídeo, viral en plataformas como TikTok, Instagram, Youtube o X (antes conocida como Twitter), cuenta con millones de reproducciones y likes. A día de hoy, todavía son muchos los que confunden a Cristian Ceballos con Messi. “Recibo miles de mensajes con ese vídeo. Ya me cansa hasta verlo”, resume el futbolista nacido en Santander. Además de Ronaldinho, el Barça replicó esta misma iniciativa con jugadores como Xavi o Puyol.
Con 18 años, después de haberse convertido en viral por dar toques con Ronaldinho en el Camp Nou y por su parecido físico con Messi, Cristian Ceballos tuvo que tomar “una de las decisiones más difíciles” de su carrera. Dejó Barcelona y La Masia para recalar en la cantera del Tottenham, donde coincidió con Gareth Bale, Modric y Van der Vaart: “Cambió todo: el idioma, el tipo de fútbol, el clima… Se hace difícil, pero la acogida del vestuario fue buena. Al final, tienes que tomar una decisión y la mía fue esa. Necesitaba un cambio y la propuesta del Tottenham era positiva para mí”.
Cristian Ceballos, sobre el vestuario del Tottenham, Bale, Modric y Van der Vaart
«Era un vestuario humilde. Me sorprendió, porque te esperas otras cosas como lujo o algún ego. Es complicado eso. Pero no, todo lo contrario. Bale, Modric, Van der Vaar… todos están encima de los jóvenes, muy pendientes. El propio Bale en aquel momento era un chavalín como yo. Te impresionan en los entrenamientos. Ves que son jugadores especiales».
Bale, Modric, Van der Vaart… y el consejo de Villas-Boas
En un vestuario repleto de estrellas como Bale, Modric y Van der Vaart, Villas Boas, su técnico en aquel entonces, fue una de las personas que más le ayudó: “Estuvo ahí desde el principio. Es muy humilde. Es él quien me recomienda que me marche al Arouca con tan sólo 19 años”. Dicho y hecho. Tras una temporada en el equipo de reservas del Tottenham, vivió su primera experiencia en el fútbol profesional en la primera división de Portugal. “Estuve ocho años en la cantera del Barça y con 19 ya estaba en un Primera (en el Arouca portugués). Soy un chico con suerte, porque sólo un 10% de los canteranos de equipos como el Barça han podido vivir de esto. Esa es la realidad de las canteras”, agrega.
🌟 Cristian Ceballos (FC Barcelona)
📍 Brunete (2004)Otra joya de la Masía que no logró dar el salto definitivo al primer equipo. Salió al Tottenham y después estuvo tres años en Bélgica. Ahora, ha fichado por el Sabah, un club de Azerbaiyán. pic.twitter.com/j7KjVipQAi
— Relevo (@relevo) June 4, 2022
De “desarrollo tardío”, el aspecto físico fue el cambio que más le impactó: “Es fútbol profesional, un juego diferente, más directo, más físico… Yo era pequeñito y, claro, cuesta”. Pese a no disputar muchos minutos, valora de forma positiva su etapa en Portugal. Después del Arouca, probó suerte en diferentes equipos: Charlton (Inglaterra), Sint-Truiden (Bélgica), Al-Wakrah (Catar), Qatar SC y Sabah FK (Azarbaiyán), su equipo actual.
“Lo de Catar con el fútbol no es postureo”
Canterano del Barça y futbolista del Sabah FK
“En Bélgica estuve muy a gusto. El fútbol es muy físico, más de lo que cualquiera se puede imaginar. Allí coincidí con Tintín Márquez, que fue quien me llamó para irme a Catar. Es el entrenador que más me ha marcado”, explica.
Pese a las críticas que recibió Catar antes, durante y después del Mundial, el santanderino lo tiene claro: “El nivel está subiendo y la liga es competitiva. No es postureo. Muchas miradas se van a Arabia Saudí porque están fichando a superestrellas, pero en Catar también hay jugadores importantes como Draxler, Verratti o Rafinha y entrenadores top como Félix Sánchez o Xavi”. La imposibilidad de inscribir a más de tres extranjeros por equipo le llevó a emprender una nueva aventura lejos del país catarí.Recaló en Azerbaiyán, donde asegura que “hay buen nivel”, sobre todo en los “cinco o seis primeros equipos” de la clasificación.
Con el cartel de talento generacional, ahora disfruta del fútbol a más de 4.000 kilómetros de Barcelona, donde vivió sus mejores años y fue considerado uno de los futbolistas con mayor potencial de su camada: “Soy un chico con suerte. No llegué al primer equipo del Barça, pero no me puedo quejar. Es algo muy difícil e influyen muchas cosas. Ves lo mejor y lo peor. Agentes, intermediarios, intereses… La gente se cree que esas cosas sólo pasan cuando llegas a Catar o Arabia, pero lo ves siempre. Si yo te contara… [risas]“.
Enamorado confeso de Santander, tiene claro que tarde o temprano volverá: “Soy muy casero y la tierruca me tira mucho…”. Instantáneas a la altura de dar toques con Ronaldinho en el Camp Nou o compartir vestuario con Bale y Modric son tan sólo la punta del iceberg de una carrera exótica y atípica a partes iguales. No triunfó en el Barça, pero no le pesa: “Valoro todo lo que he conseguido y lo disfruto”.
