‘Navigator’, un cómic dibujado por Jordi Armengol – RTVE

Solo un extraterrestre puede salvar a la humanidad

El cómic es una space opera que nos cuenta la historia de un navegante alienígena que es capturado en una gran batalla y solicita asilo a cambio de dar a la humanidad las claves para que sobreviva en una gran batalla que se avecina. Los otros protagonistas son un joven marine, su exmujer y la hija de ambos.

“Es un cómic con un ritmo apabullante, un non-stop -nos comenta Jordi-. Podría ser uno de esos grandes blockbusters americanos de verano. No es oscuro ni depresivo, sino que, a pesar de esas grandes amenazas, siempre predomina el sentido de la diversión y la aventura”.

“En la historia también tiene una gran importancia la relación entre el marine protagonista, su exmujer y la hija de ambos. En fin, creo que es una historia de género espectacular y para todos los públicos”.

“Soy fan de Star Wars y se nota en el cómic”

Preguntamos a Jordi cómo llegó a trabajar con sus ídolos: “No tengo ni idea (ríe). Había enseñado dibujos a Los responsables de Dark Horse (la editorial americana) y querían que trabajara con ellos. Así que me pidieron que dibujara tres páginas de prueba de Navigator y les encantaron. Pero antes me encargaron otro cómic: Cloaked (Norma), con Mike Richardson”.

“Y cuando decidieron llevar adelante el cómic de Navigator me volvieron a llamar” -añade-.

En el cómic hay muchas cosas que nos recuerdan a clásicos del género como Alien, Star Wars… algo inevitable si tenemos en cuenta quienes son los guionistas. “En casi todos mis diseños también se nota que soy fan de Star Wars -confiesa Jordi-. Y sí, está todo ahí, desde los trajes de color naranja, que recuerdan a los de los rebeldes, hasta esa gran batalla de naves espaciales, para la que me volví a ver el final de El retorno del Jedi, para ver cómo entraban y salían esas naves, como podía usar el movimiento y los puntos de vista… Es muy difícil ver eso en un guion escrito y me ayudó mucho”.

“Son influencias evidentes, pero que, cuando las lees no piensas: “Esto está sacado de ahí o de allí”, no interrumpe la narración. Y creo que eso es algo bueno -añade-.

“Es un lujo trabajar con la gente a la que admiro”

Al trabajar con esos grandes diseñadores de efectos especiales, preguntamos hasta qué punto le han dado libertad para diseñar las naves, armas, extraterrestres… “Hay algunos diseños que me pasaron ellos y otros para los que me han dado total libertad. Por ejemplo, con el alien protagonista me pasaron un concepto que no me convenció y terminé diseñándolo a mi manera. Es el diseño del cómic del que me siento más orgulloso”.

“Me pasaron los diseños de las naves principales, pero también me dieron manga ancha para diseñar otras naves, camiones de transportes, las armaduras espaciales… -confiesa Jordi”.

“Pero también es un lujo trabajar con diseños de esa gente a la que admiro, como los de las naves espaciales de los extraterrestres, que eran de Steve Burg y que me encantan, porque son extrañísimas y me recuerdan mucho a los diseños de la ciencia ficción de los años 60”.

Hacer un cómic con gente del cine también tiene su lado negativo: “El guion que me pasaron era muy cinematográfico -confiesa Jordi-. Aunque lo dividieron en viñetas, había algunas en las que había ocho o diez acciones y eran imposibles de dibujar. Así que tuve que hacer un poco de síntesis. Pero todos hemos quedado muy contentos con el resultado”.

Un dibujo espectacular

Hay que destacar el dibujo de Jordi porque es espectacular: “Al trabajar con gente de este nivel sabía que tenía que darlo todo a nivel gráfico, de color… He tardado un año en dibujarlo, pero ha merecido la pena”.

En cuanto a sus métodos, Jordi nos comenta que: “Muchos de los diseños los trabajo en 3D porque es mucho más fácil para mí. Además, los diseños que me pasaron también eran en 3D. Eran bastante básicos porque en el cine y la televisión luego les añaden las texturas y los detalles”.

“Por ejemplo -continúa-, para dibujar las naves en la batalla que hay en Marte, si no hubiera tenido la posibilidad de trabajar con objetos en 3D, de poder ver las distintas perspectivas… hubiera sido difícil darles el dinamismo que creo que tienen”.

Llama la atención que, siendo un cómic hecho para Estados Unidos, la composición de las páginas recuerde mucho al cómic europeo. Sin viñetas a página completa y esos excesos visuales a los que son tan aficionados los norteamericanos. “A mí me encantan los dos tipos de cómic -confiesa Jordi-. Aunque mis mayores influencias sean del cómic americano, aquí también hay muchísimo de Moebius, que es casi el dios del cómic europeo. Creo que en este cómic quería lo mejor de ambos mundos”.

El dibujo es espectacular, pero el color no se queda atrás. “A mí me gusta mucho adaptar el tipo de color a la historia que estoy creando -confiesa Jordi-. Cuando hice el cómic anterior, el de Cloaked, era un cómic muy urbano con un protagonista parecido a Batman. Y usé colores que nos recordaban a la ciudad de Nueva York. Creo que el color es superimportante y que aporta muchísima información a la historia. Y aquí quería usar colores que enseguida nos remitieran a la ciencia ficción”.

¿Se convertirá en una película?

Este cómic es muy cinematográfico, por lo que preguntamos a Jordi si podría convertirse en una película. “Sí. La idea de los guionistas es que este cómic sirviese como base para una futura película. Creo que ya ha habido negociaciones, pero que se han parado con el tema de las huelgas de actores y guionistas. Pero sé que hay grandes directores interesados. Y la verdad es que sería genial poder ver esa película”.

En cuanto a la posibilidad de continuar este universo, Jordi nos comenta: “Sería genial hacer otro Navigator u otra historia de ciencia ficción. Pero actualmente acabo de terminar una novela gráfica de 120 páginas. Un western clásico que es una historia generacional que bebe de Sin perdón y otros clásicos, pero que es una historia bastante moderna; más que nada porque no hay héroes ni villanos, sino que el tema está en los errores que cometemos. Y donde he vuelto a cambiar de tipos de colores, que son más ocres, más cálidos… es otra manera de narrar”.

“Y ahora estoy esperando un nuevo guion de un cómic de terror. Voy cambiando de géneros”.