Han pasado cuatro meses desde su fichaje y la gente sigue flipando con Jude Bellingham. Acallando a cualquier escéptico que veía más problema en su nacionalidad que beneficio en su fútbol, se ha adaptado como nunca antes alguien lo había hecho. Una irrupción sin precedentes, por encima incluso de la de Cristiano, que ha servido para que muchos pongan al inglés como líder de la nueva generación blanca. Y el sábado, su primer Clásico.
Lo que se ve es lo que más ha llamado la atención. Once goles que nadie esperaba, ni siquiera los más optimistas. Sabe que el de goleador no es su rol, pero lo cumple encantado. Y eso que no es de los que más se queda después de los entrenamientos tirando faltas o penaltis. Se marcha rápido junto a su madre Denise, quien le lleva y le recoge de los entrenamientos. Como sucedió en Dortmund, se ha venido a Madrid con él mientras que su padre, Mark, está más pendiente de Jobe, que juega en el Sunderland. También cuenta con Lewis Maddison, extrabajador de la federación inglesa y su chico para todo.
Sus compañeros, encantados, especialmente los jóvenes. Su relación con Vinicius, Rodrygo o Camavinga es magnífica. También con el resto, con los que se esfuerza en hablar en español, aunque va poco a poco. De momento, se conforma con mezclar idiomas. Un spanglish que ha causado alguna carcajada, pero que muestra su optimismo y buena predisposición para lo que le venga. Ha salido con varios de ellos a cenar o tomar algo en los sitios de moda de la capital, aunque acostumbran a visitar las casas los unos de los otros.
Ese buen trato se forjó en la pretemporada, con un Jude forzándose a integrarse con el resto. En Estados Unidos compartieron entrenamientos, sobremesas, salidas… incluso una escapada a un parque de atracciones en Dallas. Algunos futbolistas, Bellingham entre ellos, aprovecharon una de las tardes libres en la ciudad tejana para pasar un rato entre atracciones y montañas rusas.
A muchos en el vestuario, incluidos miembros del cuerpo técnico, les impactó su físico. “No parece que tenga 20 años…”, bromeaba algún canterano al que sólo le sacaba un año. Especialmente las piernas. No por ser excesivamente grande, sino por lo marcadas y fibrosas. Esa superioridad física la demostró en las pruebas con Pintus. Sufrió mucho la primera semana, principalmente porque llevaba varios meses sin entrenar por culpa de una lesión de rodilla, pero no tardó en coger el tono y marcar muy buenos tiempos en los exámenes del preparador, con una fuerza y resistencia por encima de la media.
El cuerpo técnico sabía que era una apuesta importante del club, aunque nunca pidió un perfil como él. Sabía que la directiva pujaba fuerte por su llegada, que se pudo materializar. Ancelotti habló con él tras su fichaje y le explicó cuál iba a ser su rol. Lo había visto y sabía que podía potenciar y beneficiarse de su llegada al área. No descartaron la posibilidad de retrasarlo si no funcionaba, pero no tardaron en ver que habían acertado de lleno.
“Muchos jugadores tienen malas maneras, pero él es primero brillante como persona y segundo como futbolista”
Coach
El cuerpo técnico destaca dos cosas: su madurez y su capacidad de aprendizaje. Entró en un vestuario repleto de estrellas como el del Madrid y lo hizo con la humildad y el saber estar suficiente como para caer bien a todos. Después, su fútbol lo ha alzado como uno de los referentes del equipo.
Pero, ¿de dónde viene ese carácter tan especial? Steve Sallis, reconocido coach que ha trabajado con Jude y con una veintena de jugadores de la Premier League, además de fundar la empresa Solutions Mindset, explica las claves en Relevo. Afirma que posee lo que se conoce como una mentalidad de crecimiento (growth mindset en inglés). “De primeras me impresionó su actitud. Siempre muy respetuoso. Muchos jugadores tienen malas maneras, pero él es en primer lugar brillante como persona y en segundo como futbolista”.
“En Inglaterra la inteligencia emocional se está convirtiendo en una parte muy importante del crecimiento. Tanto el IQ (cociente intelectual) como el EQ (inteligencia emocional). Su madurez viene de su padre y su madre, pero también de sus mentores. Ahora mismo es el mejor jugador del mundo porque su carácter define su composición psicológica. El carácter lo eleva a su nivel”, añade.
Primer Clásico, pero segundo partido contra el Barcelona
El sábado será su primer Clásico en LaLiga, pero la segunda vez que juega contra el Barcelona. Durante el verano de 2018 el Cornellà y el Birmingham cerraron un acuerdo de colaboración y un grupo de jugadores se trasladaron a la Ciudad Condal para jugar una serie de partidos con el equipo catalán. Entre los mismos se encontraba Bellingham, que con apenas 15 años se lució en un amistoso ante los azulgrana. “Jugamos un partido contra el Juvenil del Barça y estaba absolutamente por encima de los demás jugadores. Se podía ver. Jugó contra Xavi Simons y Bellingham era mucho mejor“, aseguró en una entrevista Dong Ren, exCEO del Birmingham.
En Inglaterra su explosión no ha pasado desapercibida. “¡Qué fichaje hizo el Madrid! Ancelotti le ha ayudado mucho y cuenta con un gran equipo. Pero nadie pensaba que en su primer año iba a llegar tan alto. Por lo menos, tan pronto“, afirma un reconocido agente inglés que ha hecho varios negocios en España. Con su cambio de club ha aumentado su estatus también en la selección. Ya fue importante en el Mundial de Catar, pero ahora se ha ganado la etiqueta de indiscutible e incluso Southgate ha replicado a Ancelotti cambiando el esquema y adelantando su posición a la mediapunta.
Los equipos de allí se tiran de los pelos por no haberlo convencido. Al Chelsea le encantaba, especialmente a Abramovich, pero los nuevos dueños, conscientes de la dificultad de ficharlo, se lanzaron a por Enzo Fernández y después a por Moisés Caicedo. El Manchester City hizo todo lo posible por firmarlo. Llamadas de Guardiola y reuniones con su entorno que no dieron resultado, a pesar de que a principios de 2023 confiaban mucho en poder conseguirlo. De hecho, se trató de una opción que nunca les gustó debido a la identidad del club, ligado a Emiratos Árabes Unidos, con una investigación abierta por su situación financiera y con poco sentimiento de pertenencia. El Liverpool, opción que le gustaba mucho a su padre Mark, se llevó un chasco cuando recibió la notificación de que quedaba descartado como posible destino y lo mismo sucedió con el Manchester United un año antes de confirmarse su fichaje por el Real Madrid.
Finalmente, recaló en el Real Madrid. Un movimiento arriesgado pero que no podía haber salido mejor. Una decisión que cambiará su carrera por completo y también la del equipo de Chamartín, que ni en sus previsiones más optimistas podían intuir un rendimiento tan brutal en apenas unos meses. En Montjuic, en su primer partido contra el Barcelona con la camiseta blanca, busca confirmar el comienzo de su hegemonía en España.
