Fútbol

"En Arabia hay una inversión enorme, pero solo en 4 o 5 equipos" – Panenka


Pedro Martins (Santa Maria da Feira, 1970) es un tipo tranquilo. Transmite sosiego y calma cuando habla, como debía sentirse con el balón en los pies después de toda una vida como mediocentro. Una sensación totalmente contraria a la excitación que sintió cuando se proclamó campeón de la Superliga de Grecia con el Olympiacos en la temporada 21-22, que significó su segundo trofeo liguero consecutivo. Pero aquella epopeya helena, su primera aventura en el extranjero después de toda una vida en Portugal, finalizó ese mismo año. Meses después, dejó Europa por Oriente Medio. Cambió de aires para hacerse cargo del Al-Gharafa de Catar, donde trabaja por la evolución futbolística tanto del club como de un país no exento de controversia. Y mirando de reojo los movimientos de Arabia Saudí.

Dejó el Olympiakos en pleno agosto. ¿Tuvo otras ofertas para entrenar más allá de Catar?

Sí, tuve muchas ofertas, sobre todo en Inglaterra. Fue un tema público. También de Bélgica y Portugal, pero me decidí por Catar. Por el proyecto que supone, que es muy interesante. No sólo por el del club, sino también el futbolístico. Además, también tengo que reconocer que era interesante económicamente. Todos estos factores me llevaron a aceptar la oferta de Catar. También porque el fútbol está emergiendo y creciendo a pasos agigantados, eso es exactamente lo que está ocurriendo en Oriente Medio. Así que fue una decisión muy meditada y, después de casi un año, no me arrepiento lo más mínimo.

¿Qué hizo que se decantara por el Al-Gharafa?

El proyecto. Al-Gharafa lleva prácticamente 12 años sin ganar un título de liga. Es ambicioso estar en un club que quiere volver a la senda del éxito y ganar títulos, algo que perdió hace tiempo y con ello la hegemonía en el fútbol catarí. Ese fue uno de los factores que me llevaron a optar por el Al-Gharafa, porque realmente es un reto enorme, pero también de enorme crecimiento personal.

¿Cómo fueron los procesos de negociación y el inicio del proyecto?

Tuvimos varias reuniones. En aquel momento quería entender la realidad del club y conocer bien a la plantilla. También quería estudiar cómo era la liga para tomar una decisión. Las negociaciones fueron en esta dirección. El comienzo fue un poco difícil, pero nada que no esperara, ya que me lo habían advertido varios compañeros. Sin embargo, las cosas han ido cambiando. En este momento mi grupo de trabajo es diferente y la forma de trabajar también. Hemos cambiado de mentalidad y la forma de trabajar está mucho más profesionalizada. Hoy, el departamento de fútbol de Al-Gharafa es completamente distinto de lo que yo me encontré al principio. Actualmente tenemos nutricionistas, un preparador físico, un gimnasio digno de un equipo de primera… Es más, el club tiene unas condiciones de trabajo excelentes. Tenemos varios campos de fútbol en buenas condiciones, sólo le faltaba profesionalizar sus departamentos y su estructura.

 

“Al-Gharafa lleva prácticamente 12 años sin ganar un título de liga. Es ambicioso estar en un club que quiere volver a la senda del éxito”

 

¿Cuál es el estilo de vida de un entrenador occidental en Catar? ¿Cuenta con todas las facilidades tanto a nivel personal como profesional?

Mi vida no ha cambiado, es la misma. Lo único que es diferente es que, por ejemplo, en comparación con Grecia, allí teníamos muchos más partidos: competiciones europeas, copas, etc. Aquí no hay tantos partidos y eso es lo único distinto. Mi vida personal como entrenador no difiere de la que tenía en el Olympiakos o en Portugal porque estoy muy concentrado y trabajo de la misma manera. No he cambiado nada de mi estilo de vida bajo ningún concepto.

¿Cómo se convive en un país marcado en parte por la falta de derechos para las mujeres, la discriminación al colectivo LGTBI o el abuso laboral de trabajadores migrantes?

Francamente, desde que estoy aquí no he sentido ningún tipo de falta de libertad. Todo el mundo decía que en Catar había situaciones ilegales. Creo que eso pasa en todas las partes, pero sobre todo, yo vivo aquí y mi mujer está conmigo. Vive exactamente igual que en Portugal o Grecia, se desenvuelve perfectamente. Nunca nos han obligado a cambiar nuestro estilo de vida de ninguna manera. Hay algunas restricciones normales para los extranjeros. Las culturas son diferentes, sí. Pero en términos de libertad de expresión, respecto a lo que normalmente estoy acostumbrado, no he sentido ninguna diferencia.

Por eso le pregunto…

Es legítimo, también porque en Catar hay muchos portugueses y españoles. Tuve dos entrenadores españoles aquí, mantuve una buena relación con ellos y siguen aquí. Hablamos mucho de esto, de la imagen que se estaba creando de Catar sobre todo en la época del Mundial. Porque era muy visible y no tenía nada que ver con lo que pasa en la sociedad catarí en el día a día. Francamente, ellos tienen sus restricciones, su cultura y nosotros tenemos que respetarla. Lo diré una vez más, a mí ni me lo han impuesto nunca ni me siento incómodo.

 

“Después del Mundial, en Catar ya se aprecian estadios con 10.000 personas, lo que supone un salto cualitativo extraordinariamente importante en términos de asistencia media”

 

En su primer curso acabó sexto con 32 puntos. ¿Cómo valora su primera temporada en Catar?

Fue importante para conocer la realidad del país, de mi club y de mis jugadores. De hecho, también para poner en marcha un proyecto a medio y largo plazo. Con esa idea vine a Catar, y fue muy importante para mí, porque ni siquiera quedamos entre los cuatro primeros. Sin embargo, el trabajo que hemos hecho está dando sus frutos ahora. Como saben, me incorporé a mitad de camino y había que cambiar muchas cosas. Era muy importante en ese sentido para que nuestro proyecto creciera y evolucionara en esa dirección.

Su primera temporada coincidió con la celebración del Mundial. ¿Qué efectos tuvo la cita dentro de la competición catarí?

El efecto ha sido extraordinario y la gente se ha dado cuenta. Los clubes han empezado a ver cómo trabajan las selecciones nacionales. El impacto es tremendo porque es el mayor espectáculo del mundo, visto por todos, y se celebró en Catar. Francamente, fue un gran éxito. Están muy orgullosos de la repercusión que tuvo, de la organización y del modo en el que acogieron a todos los jugadores. En ese sentido, tuvo un enorme impacto en la sociedad catarí. Ya se aprecian estadios con 10.000 personas, lo que supone un salto cualitativo extraordinariamente importante en términos de asistencia media.

De momento en esta segunda temporada va primero. ¿En qué aspectos ha evolucionado el proyecto?

Ese foco está puesto en el crecimiento, fruto del trabajo que empezamos a hacer el año pasado: cambiamos mentalidades y profesionalizamos todos los departamentos. Culturalmente, también teníamos que acercarnos mucho más a lo que era el Al-Gharafa en el pasado. Todos estos factores son la demostración del resultado. No es nada que sea un secreto, pero el trabajo y el compromiso son la base de todo.

Si su primer curso estuvo marcado por la presencia del Mundial, este segundo lo está por el post. ¿Cómo está viviendo tanto el país como su fútbol profesional el cambio?

La gente se ha unido y está participando enormemente. Como he dicho, el Mundial tuvo un impacto enorme y se puede apreciar en los estadios de fútbol. Hoy tenemos estadios con 10.000 personas y hace poco hubo un partido con unas 30.000. Por ejemplo, en el Al-Gharafa solíamos tener 1.000 personas por partido y actualmente tenemos 10.000. Ha habido un aumento significativo del número de aficionados y una mayor interacción entre ellos y los clubes. 

 

“La inversión de Catar en su fútbol es más homogénea que la de Arabia Saudí, porque está repartida prácticamente en todos los clubes”

 

¿Cree que el fútbol catarí está aprovechando al completo todas las infraestructuras y los desarrollos realizados para celebrar el Mundial?

No creo al máximo, ya que se aprecia que aún hay mucho margen de crecimiento. Hay mucho trabajo por hacer. Además, hay un comité profesionalizado que también tiene que desarrollar el aspecto competitivo y las competiciones cada vez son más reñidas. Como sabe, actualmente puede apreciar que ya contamos con algunos entrenadores muy buenos aquí. Esto también aumenta la calidad del juego. En estos momentos, no sólo tenemos jugadores en su recta final. Contamos con jugadores mucho más jóvenes y de enorme capacidad. Por ejemplo, Marco Verratti, que llegó este verano y tiene 28 años. Quizás hace uno o dos años habría sido impensable que un perfil de su calibre estuviera aquí. Los clubes ya están invirtiendo en calidad para que el juego también sea más agresivo, más rápido y más intenso. Cuanta más calidad haya entre los jugadores y más jóvenes sean, mejor.

Esta temporada también está marcada por la gran inversión de Arabia Saudí, país históricamente enemistado con Catar. No sólo con estrellas veteranas, sino con muchos jugadores por debajo de los 30 años. ¿Cómo se está viviendo este proceso desde Catar?

Creo que es una razón para valorar la situación y querer mejorarlo todo. El año que viene habrá una nueva inversión. No considero que sea una inversión tan grande como en Arabia Saudí, porque no lo será, pero volverá a realizarse. Estoy convencido de que el año que viene la liga será mucho más competitiva y también de mayor de calidad. Es interesante ver el crecimiento de ligas como la catarí, porque vuelvo a repetirlo, en estos momentos ya contamos con un gran número de jugadores de enorme calidad en nuestras plantillas. Esto es sumamente interesante porque hablamos prácticamente de todas. En Arabia Saudí hay una inversión enorme, pero sólo es visible en cuatro o cinco equipos. En cambio, aquí en Catar es más homogénea, repartida prácticamente en todos los clubes. 

¿Los esfuerzos que realiza Oriente Medio harán que el fútbol gane más protagonismo o se quede en un segundo plano?

No sé por qué las llaman ligas de segundo nivel porque, por ejemplo, vemos una competición en Arabia Saudí donde de momento tienen a las mayores estrellas del mundo. Seguimos diciendo que es una liga emergente cuando vemos estadios completamente llenos de público, así que es una utopía. Francamente, los mejores jugadores del mundo están allí, lo que hace que los campeonatos sean mucho mejores. No voy a mencionar ninguna liga porque no quiero ningún tipo de polémica, pero actualmente en Europa hay competiciones interesantes para su público, pero donde la calidad de sus jugadores ya no es la misma. Así que vale la pena recordar que Arabia Saudí cuenta con una de las ligas más competitivas del mundo.

 


SUSCRÍBETE A LA REVISTA PANENKA


Fotografía de Getty Images.



Source link

Marc Valldeperez

Soy el administrador de marcahora.xyz y también un redactor deportivo. Apasionado por el deporte y su historia. Fanático de todas las disciplinas, especialmente el fútbol, el boxeo y las MMA. Encargado de escribir previas de muchos deportes, como boxeo, fútbol, NBA, deportes de motor y otros.

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button