Lo que aparece tras estos dos primeros párrafos lo escribí yo mismo tras el atropello arbitral que sufrió el Celta la jornada pasada ante el Girona. No era ni la primera, ni la segunda, ni la tercera vez en la que los vigueses eran claramente perjudicados por el colegiado. El club y la afición explotaron y lo único que se pedía era RESPETO. Hoy, ante el Sevilla, la puñalada por parte de Hernández Hernández fue todavía mayor.
No es de recibo lo visto hoy sobre Balaídos. El árbitro canario, casi con el tiempo cumplido, señaló como penalti un claro agarrón de Navas sobre Douvikas. Iba a ser la última jugada del partido y que con el 1-1 en el marcador, podía permitir ganar a los vigueses ocho jornadas después. Las repeticiones no dejaban lugar a dudas, era un penalti tan claro que el VAR no debería juzgar porque el agarrón del defensor era más que evidente. Sin embargo, el colegiado fue reclamado al monitor, a saber por qué, y dio marcha atrás a su decisión en una nueva falta de respeto que el Celta no puede consentir.
PD 1: Hay que gritarlo muy alto. “BASTA YA, EL CELTA MERECE RESPETO”
El Celta es un equipo desastroso en muchos aspectos. Ataca mal y defiende peor mientras su centro del campo está cogido con pinzas por una mala planificación en verano. Son infinitos los deberes que tiene entre manos tras once jornadas disputadas en las que apenas ha conseguido ganar un partido, un bagaje que le hace estar en descenso, seguramente con todo el merecimiento del mundo. Tan cierto es todo eso como que le están faltando al respeto semana tras semana desde el estamento arbitral y en Girona vivió su penúltimo capítulo.
Todos sabemos que arbitrar un partido es sumamente complicado, aunque mucho menos desde que los colegiados tienen a su disposición el famoso VAR, tan productivo como mal utilizado por los encargados de impartir justicia. En Girona, el equipo vigués salió claramente perjudicado en dos o tres decisiones que decantaron un partido en favor de los locales cuando, en condiciones normales, los tres puntos deberían volar a la urbe olívica.
Una entrada a destiempo y con los tacos por delante de Couto sobre Bamba se resolvió con una pírrica amarilla antes del descanso. Díaz de Mera no entendió que eso fuese merecedor de tarjeta roja y Jaime Latre, desde el VAR, no debía estar viendo la jugada por, a lo mejor, tener que calentarse un bocadillo en el microondas de algunas de las salas que tiene la RFEF en Las Rozas. Pero no fue lo más grave.
Con el partido a punto de llegar al final, un error de Gazzaniga a la hora de recoger un balón acabó con el esférico dentro de su portería. El colegiado señaló una supuesta falta que nadie más vio y lo peor de todo fue que el propio Latre, desde el VAR, tampoco dijo nada. Es incomprensible que algo así suceda en la supuesta mejor Liga del mundo, una serie de errores que siempre perjudican al Celta.
Porque al equipo vigués ya les han anulado tres goles legales (R. Madrid, Las Palmas y Girona) además de anularle otro dudoso (Mallorca). No es de recibo que en la semana que los dirigentes de la entidad se reúnen con Medina Cantalejo para reclamar explicaciones, el castigo sea todavía mayor. El Celta está haciendo muchas cosas mal, pero merece un respeto que desde LaLiga y la RFEF no le están dando.
Otro de los aspectos indignantes alrededor de los colegiados está en su protección. O más bien, en su sobreprotección. Nadie escucha los audios de VAR, nadie sabe si realmente están debatiendo sobre las jugadas polémicas o están comentando la última gracia de Amador Rivas en La que se avecina.
Quizás es necesario poner un tuit criticando al árbitro, originar un incendio para que en el próximo partido la presión sobre el trencilla sea todavía mayor. No se debería tener que llegar a una situación así, pero en Vigo están viendo que cuando dan la mano, les cogen el brazo. Los goles anulados ya no van a volver y no es necesario pedir otros a cambio, que no vendrían nada mal. Lo único que se pide es respeto. Ni más, ni menos. Y no es tan difícil, CTA, porque hacéis que sea realmente un desafío pensar que son solo errores humanos, que no hay nada más detrás.
PD 2: Si queréis que creamos en el VAR, publicad las conversaciones de los colegiados. NO HAY DERECHO A LO QUE LE ESTÁ PASANDO AL CELTA.
