“Todos somos equilibristas”, canta el compositor, guitarrista y cantante euskaldun Markos Untzeta en su último disco, Ekilibrista, otro tratado de rock melancólico, folk, country y Americana cantado en euskera que hoy, martes, presentará en directo en el Arriaga de Bilbao, a las 19.30 horas, en el foyer del teatro, en el marco del ciclo Literatura eta Musika Euskaraz y con entradas a la venta en 15 euros.
Untzeta, que debutó en 2002 con el disco Gaua basamortuan, tiene a sus espaldas más de dos décadas de trayectoria y seis discos publicado, el último, que cumple ahora un año, titulado Ekilibrista. El músico eibartarra se presenta en el Arriaga para ofrecer, junto a su banda una actuación que transitará por toda su discografía, dominada por todos los afluentes de la Americana, del rock al blues, el folk y el country, tras las huellas de Bob Dylan, Neil Young, Bruce Springsteen…
El músico euskaldun firma en Ekilibrista otro disco introspectivo y sobrio, en el que su autor mira en sus propias entrañas para exorcizar el miedo, las dudas y la incertidumbre de las crisis vividas, la más reciente la pandemia. Y lo hace sin regodearse en el dolor, al contrario, y en canciones repletas de complicidad, letras emotivas y melodías hechizantes para los amantes de la música de raíz estadounidense, como prueban canciones como Aztarnak, Maitasunaren atea o Iritsi berria.
Ekilibrista es un disco melancólico y de sonido crepuscular aunque su autor asegura que “no quise hacer nada triste, sino todo lo contrario”, ya que “todos somos equilibristas, enfrentando los momentos de desazón y sufrimiento con la luz y la fuerza que nos concede la música”, abunda el eibartarra, que completará su actuación en el Arriaga con rescates de su discografía anterior, del debut citado a Zenbat euri (2006), Mississippi (2011), Seinaleak (2016) y Eguzki gorri bat (2018).
Con quinteto
A Untzeta (voz y guitarra) le acompañarán en el Arriaga Giovanni Zanon a la guitarra, Iñaki Ortega a la batería, Walter Tuzceo al bajo eléctrico, y, por último, Mikel Gaztelurrutia a los teclados, para la interpretación de un repertorio que aboga por no perder el equilibrio en tiempos de incertidumbre como los actuales y por mirar hacia adelante cuando nos invaden las dudas para evitar precipitarnos al vacío. “Mientras tengo una guitarra entre mis manos todo lo que me rodea está en su sitio.¡Ese sí que es un instante perfecto!”, canta Untzeta, que define sus composicones como “huellas dejadas en la nieve del vacío, testigos de un itinerario”.
