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Fátima Diame y la cruz de una atleta rodeada de babosos: «Muchas … – Relevo



Cincuenta y tres millones de visualizaciones. “La atleta más guapa”. Veintiséis millones de visualizaciones. “Momentos bellos”. Doce millones. “La saltadora más caliente”. Y fotos, demasiadas fotos y frames de momentos comprometidos de sus saltos en competición. Esto es lo que se encuentra la atleta española Fátima Diame, sexta en la final de longitud del pasado Mundial de Budapest, si pone su nombre en Youtube. Cientos de vídeos con varios millones de reproducciones acompañados de comentarios que mejor no redactar en estas líneas.

La sexualización del deporte femenino en su máxima expresión toman forma con la saltadora de longitud valenciana. Sus redes sociales se han llenado de “babosos”, como ella misma los define, y que preferiría no tener. Sus cuentas tienen miles y miles de followers que desearía que “sólo fueran 10 y no pasar por esto”.

Diame habla con Relevo sobre un calvario que ya ha aprendido que no le afecte para evitar estar “todo el día mal”.

En una situación como esta, ¿has llegado a buscar tu nombre en Youtube?

Sí, me he buscado para ver competiciones. Pero lo que me he llevado es mi cuerpo sexualizado.

¿Y qué has pensado?

Al principio, me afectó un poco. La gente que me ve en esos vídeos son morbosos que luego vienen a Instagram y me llenan a comentarios y a mensajes privados. Son cientos y cientos de mensajes los que me llegan. Se me está sexualizando muchísimo. Pero, ¿qué puedo hacer? No puedo hacer nada. Por más que intente denunciar los vídeos, no puedo porque me dicen que no hay nada ilegal. Entonces, no puedo denunciar los vídeos y que los eliminen. Hay muchas páginas que usan mis fotos, mis vídeos… Y por más que denuncie, no puedo hacer nada. Intentaremos seguir denunciando, pero es que no vale de nada… Cada día suben uno.

El problema es que en la mayoría de ocasiones esta sexualización viene en las fotos de portada de los vídeos para que la gente dé a reproducir por tu cuerpo. Luego, las reproducciones son vídeos de tus saltos y por eso no se retiran, ¿verdad?

Son saltos, lo que pasa es que el momento donde caigo se ralentiza, se ve como salgo de la arena. Pero es un vídeo de un salto, no se puede hacer nada. Porque no hay vídeos míos de entrenamiento, son todos de competiciones.

“Esta gente se aprovecha y gana dinero con nuestros cuerpos”

Fátima Diame
Atleta

Entonces, ¿cómo se puede denunciar o señalar todo esto? Te lo digo porque estos canales ya han empezado a utilizar imágenes iguales con atletas menores de edad y…

No se puede hacer nada. Yo ya lo he intentado, creo que [la pertiguista] Clara Fernández lo intentó en su momento y nada. Porque no es que haya uno, dos o tres… es que hay muchísimos vídeos y todos esos vídeos tienen millones de visualizaciones. Encima, esta gente se aprovecha de eso y gana dinero a base de nuestros cuerpos. Pero no puedes hacer nada. Yo ya lo he intentado y no he podido.

Has comentado que después se van a tu Instagram y te empiezan a seguir. No sé si también te has parado a leer comentarios… Si los que escriben de manera pública en Youtube ya son fuertes, no quiero imaginar por privado.

Cada vez que subo algo a Instagram… tengo el buzón de mensajes seleccionado para que me salgan en la parte de arriba las personas que yo sigo. Todos los demás mensajes me salen más abajo, pero no suelo leer lo que me ponen.

¿Cuál es el perfil de esta gente?

Uno de 18 años, uno de 80, uno de 70, cualquiera. Es que es cualquiera y te da impotencia porque dices: joder, yo no estoy haciendo nada.

“Si explotara el medio millón de seguidores, estaría sexualizándome… y no me da la gana”

Fátima Diame

En el momento que hacemos esta entrevista tienes 465.000 seguidores. Una de las deportistas de élite con una cifra más alta en España, pero con un ‘peso’ detrás…

Lo hablaba el otro día con Ana Peleteiro, que me decía: “Tía, tienes casi medio millón”. Y yo: “Sí, pero es que mi medio millón son babosos, ¿sabes? Preferiría no tener ese medio millón”.

Es que para los que no conozcan un poco la intrahistoria de ese medio millón puede parecer algo positivo tener un número tan alto.

Claro, hay gente que me dice que podría explotar [económicamente] ese medio millón de seguidores en Instagram. Pero es que yo no quiero explotar esto. Porque me estoy explotando a mí y sexualizándome a mí. Eso es lo que tendría que hacer para explotarlo y llegar a tener un millón de seguidores. Y a mí no me da la gana. O sea, prefiero tener 10 seguidores y estar más tranquila.

Un ejemplo perfecto más de un mal uso de las redes sociales que termina afectando a una usuaria.

Pues mira, si te fijas, tengo casi medio millón de seguidores en Instagram y no lo uso nada más que por trabajo. Como no quiero, no veo los comentarios. Pero una vez me metí en Twitter y había gente mencionándome… Pones “Fátima Diame” y todos son babosos. Pero es que no puedes hacer nada, no puedes hacer absolutamente nada. Por culpa de eso, tomé una decisión con las redes sociales y las dejé de lado. Es que cada vez que subo algo, me van a sexualizar y no me apetece. Pasé de subir muchas cosas al día, de mi día a día y tal… a solo subir cosas por trabajo y ya. De vez en cuando, subo algo de un entrenamiento o alguna foto tal, pero no verás que suba nada de mi cuerpo. Ni una foto en un espejo, ni nada. Porque todo lo van a sacar de contexto.

Otras atletas lo han denunciado, como Julia Lillo en Corredor. Comentabas el caso de Clara Fernández, que también lo denunció en una entrevista en El País hace unos años. Ella afirmaba que le llegaba a afectar en la competición porque estaba más pensando en las cámaras, en los fotógrafos… ¿te ha afectado a ti también?

He aprendido a vivir con ello. Si me afectara estaría todo el día mal y he decidido aprender a que no me afecte y a intentar no darle importancia. Cuando estoy en competición, estoy concentrada a lo mío y no pienso tampoco en si puede haber una foto del culo… No, no lo pienso.

“¿Hasta dónde vamos a llegar? O, mejor dicho… ¿has dónde hemos llegado?”

Fátima Diame

Algunas voces, incluso políticas, señalan que el vestuario de las atletas puede ser el problema porque provoca esta sexualización. Con todo esto, ¿has llegado a pensar en cambiarlo y vestir otro uniforme?

Sí, lo intenté una vez pero estaba muy incómoda compitiendo. Competí con el pantalón corto, pero estaba muy incómoda. Por suerte, este año, con la equipación de Adidas ni tan mal porque no se me mete tanto. Pero con la equipación que tenía en el Valencia, por la tela, se me metía un montón. Si ves los vídeos que suben, los que más tengo son con la equipación del Valencia. La de Adidas es más ajustada, entonces no se mueve tanto.

¿No se si te ha afectado en tu vida privada?

Mi pareja, a veces, se pone nervioso, pero… Es que tampoco puede hacer nada. Él se preocupa más por mí, por cómo me siento con todo esto. Pero ya sabe que intento que no me afecte y también pasa.

Cuando pasan estas cosas, debe ser tan difícil reaccionar…

Por ejemplo, el otro día, una chica de mi pueblo le hicieron Photoshop en una foto en bikini. Le quitaron la parte de arriba y la parte de abajo. Y esa foto estaba pasando por todo el pueblo. Y era como ‘madre mía, ¿hasta dónde vamos a llegar?’. O mejor dicho: ¿Hasta dónde hemos llegado?

José M. Amorós

José
Manuel
Amorós
es
el
encargado
de
la
cobertura
de
toda
la
información
polideportiva
y
olímpica.
Nacido
en
Callosa
de
Segura
(Alicante),
estudió
Periodismo
en
la
Universidad
Miguel
Hernández
y



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Rohit Palit

Periodista deportivo y graduado en Ciencias de la Comunicación de Madrid. Cinco años de experiencia cubriendo fútbol tanto a nivel internacional como local. Más de tres años escribiendo sobre la NFL. Escritor en marcahora.xyz desde 2023.

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