Boxeo

Un día en el entrenamiento del Alavés: «¡Qué bien chavales, así da gusto!» – Alavés El Correo


Ianis Hagi echa un juramento en rumano cuando pierde un balón. «No sé que habrá dicho, igual algo de Drácula», bromea Luis García. El ambiente en el entrenamiento del Deportivo Alavés de este miércoles es distendido. Apretar cuando hay que apretar, pero con espacio para el tono jocoso cuando la intensidad de la sesión lo permite. «¡Qué buena, así da gusto!», animaba el entrenador albiazul a sus pupilos. Casi dos horas de trabajo a ritmo exigente y en una atmósfera bendecida por el buen rendimiento del equipo en el campeonato.

A las dos del mediodía, para preparar el encuentro del domingo en Mallorca a la misma hora. La habitual charla para empezar, antes de romper a sudar. Las primeras voces cantantes son las de Raúl Gallego -analista- y Félix Vicente -preparador físico-, pero ni los miembros del staff se libran del marcaje de Luis García Plaza. «¡Félix, que los ejercicios no están coordinados!», grita el entrenador en los primeros circuitos, que combinaban diferentes ejercicios físicos con acciones con balón.

Están todos los jugadores que tienen que estar. Solo faltan Sedlar, que se opera hoy de la rotura de ligamentos; y Giuliano Simeone y Panichelli, que saldrían más tarde al césped para seguir con una recuperación que entra en la recta final. El club espera a los dos atacantes argentinos en enero. Completan la sesión cuatro canteranos. «Saca a los chavales», invita Gorosabel al fotógrafo del club. Los chavales son Víctor Parada, Selu Diallo, Tomás Mendes y Unai Ropero. El delantero vitoriano traslada a los entrenamientos el nivel de confianza que está destilando en el filial, con el que ya suma ocho goles.

El entrenamiento crece en intensidad. Y en fútbol. Del campo de abajo, que no está en las mejores condiciones, se pasa al nuevo, el del medio, al que antes tenía grada supletoria para ver a las Gloriosas. Trabajo táctico sobre el césped recién estrenado. Sin demasiadas pistas de cara a un posible once en Mallorca.

Protagonismo de Samu

De hecho, durante esos simulacros de once contra once -ataque contra defensa- Luis García hace alusiones al conjunto bermellón pero también al Terrassa, rival copero que espera al Alavés la próxima semana. El técnico albiazul mezcla titulares habituales con teóricos suplentes. A nivel del ojo aficionado solo se atisban algunos detalles. Duarte como central por momentos, por ejemplo: sin Sedlar y con Maras a la espera de recuperar el ritmo competitivo tras una larga convalecencia, el lateral almeriense es el tercer central del equipo.

Giuliano y Panichelli trabajan duro al margen de un grupo con cuatro canteranos: Ropero, Diallo, Mendes y Parada

O Luis Rioja en la banda derecha -ya jugó ahí ante el Granada- y Sola por la izquierda. El extremo donostiarra fue uno de los focos de corrección del entrenador. «¿Dónde vas, Álex?», le gritaba en una presión que el técnico consideraba demasiado alta. «Aguantad y elegid bien dónde voy a apretar, cerrar bien los interiores», explicaba un Luis García que no paraba de dar instrucciones. El sevillano también hizo de delantero, pero en ese momento hacía las veces de rival.

Lo hacía junto a Samu, uno de los protagonistas de los partidillos en campo reducido que cerraron la jornada. Primero se dolió durante un rato por un pisotón involuntario de Mendes, después se cabreó por patear fuera un penalti y finalmente se resarció con una gran acción individual que acabó en gol tras driblar con calidad a tres compañeros. La guinda fue el balonazo, también involuntario, que le propinó a Txiki, uno de los utilleros, en el momento de recoger los balones. El ariete, claro, se disculpó inmediatamente.

Abqar y Guevara acaban antes

Los partidillos también dejaron un golazo de Benavídez, un par de dianas de Karrika y las bromas de Rafa Marín, uno de los integrantes del equipo ganador -no faltó la foto grupal que dejara constancia-. En esa parte de la sesión ya no estaban Abqar ni Guevara, que se metieron antes a los vestuarios. Nada de qué preocuparse. Pautas físicas establecidas para dosificar a dos de los jugadores más utilizados.

Ya solo quedaban los estiramientos para poner el broche a una sesión seguida en primera línea por José Manuel Aira -entrenador del filial- y Urbano Santos -miembro de la dirección deportiva-. Y por una televisión rumana que no se perdía ninguno de los movimientos de Hagi, aunque ya no estaba en el momento del juramento transilvano.



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Marc Valldeperez

Soy el administrador de marcahora.xyz y también un redactor deportivo. Apasionado por el deporte y su historia. Fanático de todas las disciplinas, especialmente el fútbol, el boxeo y las MMA. Encargado de escribir previas de muchos deportes, como boxeo, fútbol, NBA, deportes de motor y otros.

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