una transformación body positive al más puro estilo Letizia

Carolina de Mónaco siempre es noticia, pero su última aparición con motivo del Día Nacional de Mónaco ha hecho que todas las miradas se centren de nuevo en la hija del príncipe Raniero III y Grace Kelly. El motivo no ha sido el ‘outfit’ que ha elegido para tan importante cita, tampoco el bolso, los zapatos o el sombrero que acompañaban su look, por cierto tan elegante como ella siempre acostumbra a lucir.

En este caso ha sido otro detalle el que ha provocado que en todo el mundo se hable de algo nuevo sobre Carolina, un rasgo que la acerca significativamente a la reina Letizia y que demuestra que el estilo y la clase son, en ocasiones, compartidos por la realeza más VIP. Nos referimos a las canas que pueblan su cabello y que no quiso cubrir, mostrando claramente el paso del tiempo.

Con un elegante traje de chaqueta negro, sombrero en tono nude a contraste, una blusa a juego del traje y unos discretos guantes, Carolina de Mónaco acompañaba a su hermano Alberto de Mónaco y al resto de la familia Grimaldi en una jornada marcada por una de las celebraciones más importantes del Principado y que es festejada en todo su territorio. Aunque ella quiso permanecer en un segundo plano, el hecho de que luciera esta imagen impecable la convirtieron en la protagonista más destacada de la velada.

Por una cosa o por otra, Carolina de Mónaco siempre logra aparecer en los titulares y está en boca de todos. En su juventud lo hacía por su serena belleza, más adelante por ese mismo atractivo sumado a los maravillosos modelos que lucía escogidos entre sus diseñadores de cabecera, sobre todo Karl Lagerfeld, quien se convirtió en uno de sus mejores amigos.

Año tras año, evento tras evento, la bella primogénita del príncipe Raniero era admirada en todo el planeta. Viendo sus imágenes parecía que sus cumpleaños no sumaban edad, pues vestida para una fiesta o para caminar por la calle siempre se la ha visto perfecta. Hasta hoy, que no es que no vaya perfecta, pero sí ha permitido que el resto de mortales sepamos que a Carolina de Mónaco también le salen canas. Te mostramos su evolución.

Eterna

Aquí vemos a Carolina como invitada a la boda de la modelo Inés de la Fressange, fue en junio de 1990 y la princesa ya destacaba por su gran belleza y estilo.

De boda en España

Así lucía la hija de Raniero III de Mónaco y Grace Kelly en la cena en el Palacio del Pardo que los actuales reyes de España, Felipe VI y Letizia, ofrecieron a los invitados a su boda, siendo una de las más elegantes.

Gran amigo

Además de ser su consejero en moda, Karl Lagerfeld se convirtió en uno de los mejores amigos de Carolina, a quien consideraba una de sus musas más exclusivas, la tristeza que la embargó tras su muerte quedó plasmada con sus lágrimas en su funeral.

Atrayente

Carolina de Mónaco parece en ocasiones que irradiara luz, su mirada y sus ‘outfit’, como este que llevó en el Baile de la Rosa del año 2015, muy aplaudido por los entendidos en moda.

Casual

En sus salidas privadas la princesa también muestra su estilo, unas veces más elegante y otras con toques de modernidad, como en este paseo por Nueva York en el que nos recuerda mucho a uno de los look de la reina Letizia.

Vacaciones

Del mismo modo, en vacaciones igualmente sorprende con vestidos únicos que le sientan de maravilla, demostrando que su figura se mantiene con el paso del tiempo.

Cautivadora

Así de espectacular con este diseño de Chanel apareció Carolina en la cena de gala anterior a la boda del gran duque Guillermo de Luxemburgo y Stephanie de Lannoy, en 2012.

Sin canas

Le encanta acudir con alguna de sus hijas a los desfiles de moda, en esta ocasión fue Alejandra la que la acompañó al desfile de alta costura de Chanel, su firma favorita, que se celebró el pasado mes de enero y donde aún no aparecen sus canas.

Con canas

En 2020, las canas empezaron a poblar su cabello, una tendencia que sigue doña Letizia, aunque la reina de España las luce en menor cantidad.

En la actualidad

Y así luce actualmente la royal, con unas favorecedoras canas que no duda en presumir en cada acto oficial, como el Día Oficial de Mónaco.