El Madrid pierde la racha en el último segundo de la prórroga – AS

Campazzo hizo uno de los partidos de su vida en la Euroliga, uno en el que batió su récord anotador con 33 puntos sin fallar un tiro de dos (11 de 11), el mejor registro en el equipo blanco desde los 33 de Doncic en 2017, una cifra que nadie ha rebasado desde que lo hiciera Carroll en 2012 (36 al Zaragoza). Y, sin embargo, el base perdió el último balón, acosado en un dos contra uno por el Fenerbahçe, y Madar la metió sobre la bocina. Cayó el Madrid (100-99), por lo que se despide de la racha europea tras 10 triunfos seguidos, y lo hizo en el último segundo de la prórroga con Tavares eliminado en el minuto 36 y dos acciones discutibles. Primero, una falta no pitada a Deck en la jugada final de los 40 minutos con 87-87. Y luego un tapón de Poirier a Motley, señalizado como personal a 10 segundos de que concluyera el tiempo extra, que pareció limpio. Pero más que cualquier otra cosa, lo ganó el Fenerbahçe, que se rehízo de un muy adverso 64-78 a falta de menos de 6 minutos con un parcial tremendo de 23-9. Se negó a izar la bandera blanca y eso tuvo premio. Un éxito de los que rearman a un bloque, de los que hacen soñar a una afición, con el base Madar (22 años) como héroe y Wilbekin, Guduric y Hayes en un papel capital.

La salida en tromba del Madrid recordó a la de 48 horas antes contra el Maccabi, aunque con un protagonismo individual incuestionable esta vez, el de Facundo Campazzo, que realizó una exhibición de esas que se observan muy de vez en cuando. Rompió la defensa turca una y otra vez para anotar cerca de canasta sin que los de Itoudis supieran frenarlo, ni siquiera intentaron gastar faltas. Y clavó, además, los dos triples que lanzó. En el minuto ocho y medio, sumaba 16 puntos sin fallo y su equipo cerraba el primer acto con un +13 (16-29). Los blancos podían correr tras algún robo y porque dominaban el rebote, en una zona donde Tavares intimidaba a todos. Enfrente, Papagiannis, otro 2,20, intentó sacarle de su sitio, pero sin éxito porque marró sus triples. El que asomaba era Calathes, al que Chus Mateo había ordenado dejarle espacio porque no es un buen tirador. Y Llull hacía una muy buena labor, incluso frente a Wilbekin, igual que Ndiaye, pese a un par de pérdidas. Deck le ganaba la partida a Hayes en el pulso de ala-pívots todoterrenos.

La rotación impulsó al Fenerbahçe y frenó al Madrid, que notó cuando el Facu y Tavares se sentaron. Pese a todo, el Chacho y Poirier conectaban un par de alley-oops y aguantaban la ventaja hasta que un 10-0 local con Guduric y Motley de castigadores daban la opción a los de Itoudis de voltear la tortilla (33-35 y balón). Pero Campazzo ya andaba de vuelta, la robó y asistió al galope a Deck y dos acciones después nueva recuperación y 2+1 del base. Y otro break.

En la reanudación, el Fener redujo a solo uno la distancia con los cañonazos de Guduric y Madar, cuyas buenas piernas hacían más daño al Real que las de Calathes y rivalizaban mejor con las de Campazzo, que agarraba de nuevo al toro por los cuernos y se iba a los 25 puntos (su récord en la Euroliga). Poco antes, un 3+1 fabuloso de Llull.

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De 14 arriba a la prórroga

La renta crecía hasta los 14 en el acto definitivo (64-78), restaban menos de seis minutos y… ¿saben qué? Hubo reacción y final en el alambre, de funambulista bueno. Y prórroga después de un parcial salvaje de 23-9 durante el que cayó Tavares con cinco faltas, las dos últimas seguidas, defensa y ataque. Un triplazo de Wilbekin de más de 8 metros igualaba a 87 a 9 segundos de la bocina. El Madrid podría haber buscado la falta para evitar el triple, pero la jugada turca se ejecutó a la perfección y la pantalla de Motley le impidió a Llull llegar antes. Quedaba una acción, diseñada para Deck, que cargó contra Motley en carrera y este pareció hacerle falta, eso se intuye en la repetición porque tiró hacia él del hombro del argentino, lo que terminó de desequilibrarle sin que se pitara nada.

En el tiempo extra, el Madrid parecía tenerlo en la mano de nuevo, por segunda vez, con Campazzo en 11 de 11 en tiros de dos, Llull alcanzando su triple 600 en Europa (solo Navarro le supera: 623) y Poirier realizando una enorme labor. El francés elevaba el 94-98 y luego ponía un taponazo a Motley con 10 segundos por disputarse; los árbitros interpretaron falta. En la repetición televisiva parece tocar solo balón. El americano embocaba los dos, Hezonja solo uno a continuación y Guduric otra vez dos libres con 6,9 en el reloj (98-99). La bola le llegó entonces a Campazzo, al que Calathes y Hayes acorralaron en la línea de fondo, soltó el pase precipitadamente, Guduric lo atrapó, vio a Madar y el israelí ejecutó una difícil penetración por la izquierda en las décimas finales. ¡Dentro! El Madrid hincaba la rodilla en el último segundo de la prórroga tras 10 triunfos seguidos. Líder, aunque ya no invicto.

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